Cambio 30 - Cada acción tiene su repercusión

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Siguió al tatuado, quien se había detenido en la entrada. El blondo se paró a su lado, observando la misma escena que Taehyung veía. El joven empresario de apellido Kim, se encontraba en medio de la recepción con una mano en su mejilla, que estaba roja porque al parecer, su padre lo había golpeado en esa zona.

La cara del señor Seonho estaba toda roja de la ira, reluciéndolo en la mirada severa que le estaba dedicando a su único hijo, quien frotaba su mano contra su mejilla, manteniendo su frente arrugada por la impotencia, nadie jamás le había levantado la mano de ese modo, ni siquiera su madre y eso lo enfurecía.

El azabache Park se veía inquieto un poco más lejos de la escena, metido entre la multitud de empleados que observaban la escena incrédulos, mientras también era un espectador de la escena de los Kim, sintiéndose mal porque todo era su culpa. Por su maldita culpa, Taehyung estaba a punto de ser desheredado y votado de la empresa.

— ¡¿Acaso enloqueciste?! —gritó el azabache mayor muy enfadado, se notaba en las arrugas de su rostro.

—Hice lo que creí correcto—contestó el menor sin titubeos en su voz, aunque por dentro estuviera petrificado, por no saber de qué era capaz el mayor.

Seonho rió con ironía, a la vez que todos los empleados se quedaban al margen, en espera lo peor, el señor Kim molesto daba miedo. Nunca habían presenciado una pelea de ese calibre entre padre e hijo, era algo poco convencional.

— ¿Correcto?, ¿Te parece correcto poner en juego nuestro apellido? ¡Todo por un arribista! —señaló al aire con su brazo extendido.

Jungkook se sentía pequeño ante el señor Kim, no sabía cómo objetar. Presentía que la había cagado, más no se arrepentía de lo que hizo, <<Fue algo justo>> se repitió para sentirse mejor.

—Tú mismo fuiste testigo de lo que Park Taemin hizo para perjudicar esta empresa, por eso no puedo creer que "desmintieras" algo que era verdad—hizo comillas con sus dedos—. Te dejaste lavar el cerebro por aquella zorra de Park.

—No hables así de Jimin—quiso defender, eso si no lo iba a permitir.

—Este acto tuyo, acarreará graves consecuencias, ¿Qué no te importa el esfuerzo que tu madre y yo hemos hecho?, ¿Olvidaste tus años de dedicación a esta empresa? —Jungkook tragó saliva, pensando por primera vez en Taehyung, sintiendo el peso de la culpa apoderarse de cada célula de su cuerpo.

—Señor—quiso interrumpir Jimin.

—Oh, tú no te metas—se dirigió al de ojos azules, apuntándolo con su dedo y Jimin se frenó en su lugar—. No pensé que el accidente te hubiera dejado tan mal de la cabeza, nunca debí permitir que volvieras a la empresa—frotó sus manos contra su rostro tensionado.

—No dije a los medios nada que no fuera verdad. Cometí un acto imperdonable al inculpar a alguien inocente, solo estoy tomando conciencia de mis errores y corrigiéndolos, ¿Qué no puedes entenderme un poco?

—Lárgate—exigió con desprecio—. No quiero ver más tu cara por los momentos. Fuera de mi vista.

—Pero...

—No esperes a que lo repita—ni siquiera lo miró, más bien le dio la espalda—. Si estás dispuesto a conspirar contra mí, considérate mi enemigo.

Jimin sujetó los hombros del más alto y lo empujó hasta afuera, lejos de la presencia de su supuesto padre. Jungkook se dejó hacer, ya no quería discutir, no tenía caso. El padre de Taehyung era un vejestorio obstinado y sabía que, por ahora, lo mejor era apartarse un buen rato de la editorial.

Al estar a las afueras de Blue Sky, soltó un pesado suspiro, que estaba cargado de toda la tensión que estaba reteniendo desde hace rato, mientras el saco de su costoso traje negro.

¿Quién eres? - Kookmin & VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora