¿Quién eres? - Kookmin & Vhope

Cambio 35 - Todo o nada

Los oficiales subieron las escaleras con sus trajes especiales y chalecos antibalas, mientras mantenían sus armas al aire, en espera de disparar cuando se les diera la señal. Los chicos iban detrás de los oficiales y de paso, también cargaban el chaleco especial por si acaso, era mejor prevenir que lamentar.

Cuando estuvieron frente a la puerta de Minho, con todo el piso despejado, dos policías se colocaron a los lados de la puerta con su arma cargada y descolgada, mientras el inspector Jang se paraba frente a esta, abriéndola y apuntando con su arma inmediatamente, empujando la puerta con su pie para terminar de abrirla. Dio unos pasos al frente, comprobando el perímetro.

Varios de sus hombres lo siguieron, encontrando todo en perfecto estado. Jang hizo una seña con su cabeza, para que revisaran más adentro, a lo que los hombres obedecieron. Seguido de eso, Taehyung asomó su cabeza, para después entrar seguido de Yoongi y Jungkook.

—Al parecer se han mudado de sitio.

— ¡Maldita sea!

—Son más astutos de lo que imaginamos—sus hombres se acercaron a ellos.

—No hay nadie en esta residencia, sin embargo, hallamos esto en una de las habitaciones.

Era una taza vacía, la que parecía tener rastros de leche y migajas húmedas de cereal.

—Seguramente aquí tenían a Minhyuk—acotó Taehyung—. Esos malditos sabían que vendríamos y se nos adelantaron.

—Analizaré esto—Jang agarró con un guante el recipiente en la esquina—. Confirmaremos si hay rastro del niño.

—Eso no ayudará en nada, solo atrasaremos el proceso. Es evidente que aquí estaba Minhyuk—resopló Taehyung con irritación.

—No necesito que me digan cómo hacer mi trabajo.

—Vamos a relajarnos un poco—intervino Jungkook esta vez—. Disculpe a mi amigo, toda esta situación lo está superando—le regaló una falsa sonrisa al inspector, quien acomodó su chaleco.

—Lo comprendo, señor Kim, pero hacemos lo que está en nuestras manos, no podemos actuar por impulso, así no funciona.

—Y agradecemos todo el esfuerzo que hacen.

—Mis hombres ya están revisando el departamento, buscando alguna otra pista que pueda servirnos para dar con el paradero del niño.

—Jefe—llamó uno de los oficiales—. La recepcionista accedió a mostrarnos las grabaciones.

—Me disculpan un momento—hizo una inclinación que Jungkook correspondió, para desaparecer junto al oficial, dejando al trío solos.

—Debes mantener los pies en la tierra, Taehyung—reprendió Yoongi.

—Toda esta situación es desesperante.

—Entiendo que estés preocupado por Minhyuk, yo también y me siento frustrado, porque todo este protocolo está tardando demasiado—esta vez fue Jungkook—. Me dieron ganas de golpear a ese investigador en su careta de anciano, se cree la gran cosa porque es policía, ¡Me vale! —Taehyung rió ante su actitud.

—Concordamos en algo—ambos sonrieron y Yoongi se alegró por eso—. Gracias, Kook.

— ¿Por qué?

—Por hacerme entrar en razón.

Eran en esos extraños momentos cuando Jungkook se sentía a gusto con el empresario, donde no estaba a la defensiva con sus comentarios sarcásticos que lo ponían de malas y podían mantener una conversación como dos personas normales.