Estaba estacionado frente al restaurante donde había quedado de verse con Jimin. Apoyó su frente del volante, tomando las fuerzas necesarias para fingir frente a su prometido, aunque siendo sinceros, Taehyung no se esforzaba mucho que digamos.
Él no quería casarse, pero era su deber como editor en jefe de la editorial que su madre, que con tanto esfuerzo se había encargado de levantar. Por esa razón estaba tan empeñado en mantener en alto el nombre de la empresa, para preservar la memoria de su madre, porque era lo único que le quedó de ella.
Cielos, cuanto la extrañaba.
Limpió la pequeña lágrima que había salido de su ojo al recordarla, para disponerse a entrar de una buena vez. Saludó en recepción, donde ya sabían de antemano quien era, por lo que no dilataron en llevarle a la mesa de Jimin, quien veía la ventana sin mucho interés.
Agradeció con una sonrisa a la recepcionista, para luego sentarse en la mesa frente a su prometido.
—Hasta que apareces, querido—le sonrió Jimin. Taehyung se limitó a guardar silencio, no tenía ánimos de darle explicaciones al más bajo.
—Lo importante es que estoy aquí.
Los meseros trajeron la cena que había ordenado Jimin y ambos se dispusieron a comer en silencio. Taehyung solo quería acabar con esta pesadilla de una vez. Ojalá su padre no se hubiera encariñado tanto con Jimin, tal vez entonces, podría darse una oportunidad con aquel muchacho de ojos cafés que lo había rescatado.
Pero las cosas eran diferentes en su mundo, así que debía adaptarse a los caprichos de su padre si quería seguir manteniendo la editorial en pie. Todo era por el bien de la empresa, del recuerdo de su madre y eso era sagrado para Taehyung, aunque solo Yoongi y su padre lo supieran.
Se ofreció a dejar a Jimin en su apartamento, después de todo, en menos de un mes estarían casados y vivirían juntos. Agradecía en el alma que Jimin fuera alguien serio y profesional, alguien que también sabía adaptarse y no le exigía ninguna muestra de cariño.
Al manejar de regreso a su casa, pudo ver un auto por el espejo retrovisor que, al parecer lo seguía. Intentó desviarlo, pero el carro lo perseguía fielmente. No entendía que querían aquellas personas, ni quién estaba detrás de todo esto, pero lo averiguaría. No por nada era Kim Taehyung.
—Estas fueron las últimas cajas—habló Jungkook, colocándolas sobre la mesa seguido de Hoseok—. Gracias por ayudarnos a traerlas, Hobi.
—Ni que agradecer, no es ninguna molestia para mí. Además, somos vecinos y no solo de departamento—señaló detrás de él su tienda, que se veía a través del ventanal de la pastelería.
—Cierto, igual gracias por tomarte el tiempo.
—Bueno—habló Jin, apareciendo junto al par—, Ya que se tomaron la molestia de ayudarme, ¿Qué les parece probar las tartas que realicé anoche?
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¿Quién eres? - Kookmin & Vhope
FanficTaehyung estaba comprometido con un hombre que no amaba. Jungkook estaba harto de su situación financiera. Ambos querían un cambio en sus vidas, pero ninguno hacía nada al respecto. Un accidente, que nadie imaginó podría cambiar completamente sus vi...