Sus pies caminaban a paso lento, mientras mantenía las manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón de jean azul claro, que se moldeaba a sus muslos bien dotados y seguían a sus largas, no tan esbeltas, piernas hasta terminar tres dedos más arriba de su tobillo, junto con sus zapatillas blancas y una simple polera negra, acompañado de sus rebeldes cabellos rojos.
Había acabado de dejar a Minhyuk en la seguridad de su colegio de primaria, donde las maestras lo recibieron bastante bien, demasiado para incomodidad de Taehyung, no disimulando su evidente coqueteo seguido de un guiño de sus ojos poblados de sombras.
El empresario casi quiso reírse en sus caras, pero eso no sería muy educado de su parte. Le causaba gracia como esas mujeres se creían que con esos "jueguitos" iban a conquistarlo, cuando ya tenía a alguien que lo hacía suspirar hasta por los poros. Para la próxima traería al rubio, solo para presumirle en la cara a esas viejas mal teñidas que este hombre ya tenía dueño.
Entre pensamientos llegó al complejo, recordando su situación actual, cosa que le bajo el ánimo. Subió hasta el piso donde vivía temporalmente, hasta que recuperara su cuerpo. Estaba preparándose mentalmente, porque sabía que se avecinaba una conversación bastante seria con la familia que lo había acogido, creyendo que era Jungkook, aunque no podía negar que se había acostumbrado al calor de esta familia, la comodidad que se sentía cada vez que se sentaban a comer en armonía, las interacciones y las muestras de afecto, eran algo de lo que carecía su vida desde que su madre falleció.
Al salir del elevador, sentía sus pasos pesados, como si sus zapatos estuvieran adhiriéndose al horroroso tapete del pasillo. Retardando lo inevitable lo más que pudo, dio una honda calada de aire, armándose de valor para posterior, entrar de una buena vez por todas en el apartamento donde convivió los últimos meses de la forma más sencilla y agradable posible.
Madre e hijo no tardaron en colocarse de pie cuando lo vieron llegar, expectantes a lo que pudiera decir. Taehyung enserio se sentía mal por ponerlos en esa situación, más era necesario. Dejando de retrasar más la charla, se paró frente a los de apellido Jeon.
—Necesitamos hablar—sus palabras fueron severas, a lo que Soojin tragó duro—. Quiero que me cuenten la historia completa, sin mentiras de por medio.
—Toma asiento, hijo—Soojin se sentó en el sofá y Taehyung la siguió, sentándose a su lado.
Odiaba tener que ser duro con ella, pero era la única manera de que le dijera la verdad, tenía que descubrir sus lazos con los Jeon y dispersar sus dudas de una buena vez.
—Iré a preparar café—se excusó Jin, escapando hacia la cocina a hacer lo dicho, alejándose un poco de la tensión que inundaba la sala.
Un pequeño ventilador se encargaba de soplar algo de brisa en los presentes, para el calor tan abrazador de aquella media mañana, aunque no podía despejar el peso de la atmosfera, que impedía incluso respirar con normalidad.
A los minutos, el hijo mayor de hebras lilas volvió a la sala, que no estaba lejos de la cocina, con una bandeja que llevaba tres tazas de porcelana con café negro en ellas. Colocó dos encima de la mesita que era de decoración y la otra la tomó en sus manos, sentándose sobre el espaldar del sillón.
—Bueno—limpió sus manos sudorosas con la tela de su falda, le temblaba hasta el alma—, ¿Por dónde comenzar?
—Tal vez por decirme quien es mi verdadera madre—ese fue un golpe duro para el pobre corazón de la mujer. Taehyung quiso ser delicado, pero no hallaba la manera de suavizar el efecto de sus palabras, que sabía que lastimaban a Soojin.
La azabache tomó su taza con café, la cual titilaba en sus manos, causando que algo del líquido se derramara encima de ella, quemándola y provocando que se levantara de golpe, acompañado de un quejido de dolor. Seokjin se dirigió de inmediato a la cocina a buscar un trapo para limpiar a su madre y al regresar se agachó a su altura, haciendo lo dicho.
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¿Quién eres? - Kookmin & Vhope
FanficTaehyung estaba comprometido con un hombre que no amaba. Jungkook estaba harto de su situación financiera. Ambos querían un cambio en sus vidas, pero ninguno hacía nada al respecto. Un accidente, que nadie imaginó podría cambiar completamente sus vi...