Esa mañana de lunes, lo que menos esperó Hoseok fue encontrarse con la figura de su novio al abrir la puerta para salir de su hogar, con todo y eso, debía admitir que se alegraba de verlo. Sin embargo, este no se veía muy bien que digamos, parecía más bien que cargara con el peor de los calvarios. Lo delataba su rostro ligeramente más pálido, sus ojos cansados y su semblante melancólico.
—Kookie, no esperaba verte tan temprano—trató de actuar normal, regalándole su típica sonrisa de hoyuelos y conteniendo sus inmensas ganas de preguntar, ya Jungkook hablaría por sí solo, debía darle su espacio.
Taehyung no comentó nada, adentrándose al departamento sin siquiera mirar al rubio, sintiendo la pesadez en la boca de su estómago. Se estaba engañando a él mismo cuando prometió que no dañaría a Hoseok, qué iluso fue. Ahora entendía que su relación era más que imposible y no por el hecho de que lo haya lastimado en el pasado, como lo había estado creyendo todo este tiempo.
Por fin la verdad se revelaba ante sus ojos; él no era Jungkook, no era la persona que Hoseok amaba, por más que doliera aceptarlo. El rubio nunca podría llegar a amarlo y menos si descubría que se estuvo haciendo pasar por otra persona todo este tiempo, enamorándolo con palabras de amor que le endulzaban el oído, para al final, terminar rompiendo todas las ilusiones que él mismo se había encargado de crear. Estaba bastante seguro de que Hoseok terminaría odiándolo y eso era demasiado para él, podía soportar muchas cosas, pero el rechazo del amor de su vida no era una de ellas, Hoseok lo hacía débil.
El rubio se encargó de cerrar la puerta, sus quehaceres podían esperar un poco más, Jungkook lo necesitaba. Rodeó a su novio por detrás, abrazándolo por los hombros, mientras apoyaba su mejilla en su dorso. Taehyung se estremeció por su cálido toque, sintiéndose realmente mal porque cuando todo volviera a la normalidad, no podría tenerlo de esa forma, tan cerca de él.
—Jungkook, puedes contarme.
El pelirrojo suspiró, poniendo su mano encima de las de Hoseok, que descansaban en su hombro, para posteriormente guiarlo hasta el sillón, donde lo sentó en su regazo, con ambas piernas juntas a un costado. Hoseok aprovechó para llevar sus manos a la nuca de su novio, jalando levemente los mechones escarlatas que se encontraban ahí, en una caricia.
—La señora Jeon no es mi verdadera madre y Jin tampoco es mi hermano.
— ¿Cómo así? —se reacomodó en sus piernas el menor, consternado.
—Ellos me acogieron en su hogar, sin embargo, no tenemos algún parentesco—sus ojos podían observarse apagados, casi funesto. El rubio acarició sus cabellos en consuelo y él cerró los ojos, disfrutando de ese gesto cariñoso.
—Lamento escuchar eso, cariño. Debe ser devastador para ti, descubrir de repente que te ocultaron algo tan importante por tantos años.
Si Hoseok supiera que esa no era la noticia que lo traía deprimido. Debía de darle las gracias a Seokjin, de no ser por él, tal vez no habría recordado quién era y seguiría viviendo dentro de una mentira. Ahora que tenía todos sus recuerdos de vuelta, debía poner todo en su lugar, eso incluía hablar con la familia de Jungkook, como tenía planeado antes del accidente. Porque sí, había descubierto que al parecer los Jeon tenían alguna conexión con su madre y eso era algo que debía confirmar.
Esa fue la razón de su desespero ese día, tenía que descubrir la relación de su madre con la familia de Jungkook y cuáles eran sus lazos, aunque Taehyung sospechaba que podrían tener algún parentesco y le molestaba que le hayan ocultado algo tan importante.
Aún estaba furioso con su padre por eso, todo este tiempo creyendo que no tenía más familia, ya lo iba a escuchar más tarde, cuando recuperara su vida. Por ahora, no había nada que pudiera hacer en un cuerpo ajeno, debía de descubrir cómo readquirir el propio y sabía exactamente a quién llamar para ese trabajo.
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¿Quién eres? - Kookmin & Vhope
FanficTaehyung estaba comprometido con un hombre que no amaba. Jungkook estaba harto de su situación financiera. Ambos querían un cambio en sus vidas, pero ninguno hacía nada al respecto. Un accidente, que nadie imaginó podría cambiar completamente sus vi...