¿Quién eres? - Kookmin & Vhope

Cambio 20 - ¿Quién eres?

—Y es por eso, que el proyecto sobre las pastelerías es tan importante para la ciudad de Seúl—terminó de hablar el peliazul, que era el editor jefe.

Todos los accionistas en la sala lo veían incrédulos y Yoongi quería arrancarse los cabellos ¿Por qué Taehyung tenía que hacer su trabajo más difícil de lo que era?, ¿Tan difícil era presentar una propuesta para la mejorar las ventas de la revista? Claro, tenía que aparecerse con algo como esto, era increíble. Más tarde tendría que hablar con su doctor para que le recetara otro medicamento, porque parecía que este traía efectos secundarios.

—Suficiente, Taehyung—habló su padre Seonho—. Será mejor que tomes asiento.

—Pero, aun no acabo...

—Ahora—pronunció con irritación en su voz y Jungkook entendió que debía obedecer.

A regañadientes, volvió a su asiento bajo la mirada expectante de todos. Lisa miró a Jimin, quien se encontraba sorprendido a su lado, pues no sabía que Taehyung estuviera tan mal y eso lo preocupó en sobremanera. Minho simplemente le sonrió socarronamente, pero Jungkook pareció no notarlo. Yoongi frotó su entrecejo con frustración, seguramente recibiría un buen regaño al final.

Después de que Félix salvara la reunión, trayendo una nueva propuesta, se dio por concluida la junta. Todos salieron de la sala, a excepción de Yoongi, Jungkook y el señor Kim, quienes se quedaron a petición del mayor, quien miraba furioso al par de amigos.

—Podría esperar esto de cualquiera, menos de ti, Taehyung.

—Papá, yo...

—No puedo creer que hicieras semejante estupidez. Nos hiciste pasar vergüenza frente a los accionistas y todo el equipo de edición.

—Señor...

—Oh, no. Tú no eres el más indicado para intervenir, Min. Pensé que era tu responsabilidad mantener a Taehyung al margen, no pareces estar haciendo un buen trabajo.

Yoongi se tragó su orgullo, para no contestare mal a su superior y lo hacía principalmente por su mejor amigo—. No le hables así a Yoongi, él está haciendo un trabajo excepcional—lo defendió Jungkook, dejando sorprendidos a ambos mayores.

— ¿De veras? Porque no lo parece. Si no quieres causarle problemas a Yoongi, será mejor que dejes de hacer el ridículo y comiences a retomar tus labores, Taehyung. Min no puede hacer tu trabajo por siempre.

—Lo tengo claro, padre. Discúlpeme de verdad, lo haré mejor la próxima vez.

—Más te vale o ambos sufrirán las consecuencias—dicho eso, el señor Kim salió, dejando respirar a los chicos.

— ¿Qué estabas pensando?, ¿Acaso estás loco? —reprochó el de tez pálida.

—Lo lamento—se encogió Jungkook en su lugar—. No pensé que mi propuesta fuera tan mala.

— ¡Fue terrible! ¿Cómo se te ocurre hablar de pastelerías, cuando somos una editorial de moda?

— ¡Me equivoqué, de acuerdo! —exclamó—. No volverá a suceder, lo prometo.

—Como sea—recogió su portafolio—. Iré a por algunos pastelitos en la cafetería o si no, no podré soportar tus estupideces el resto del día—Jungkook abrió la boca ofendido.

—Eres cruel.

—No vayas a cometer ninguna pendejada mientras no estoy, por favor—dijo en tono de súplica.

—No soy un desastre andante, ve tranquilo.

Yoongi no muy convencido, asintió, retirándose del lugar. Jungkook suspiró para sí mismo, definitivamente, ser empresario no era lo suyo. Extrañaba tanto su vida humilde, que no veía la hora de volver. Solo esperaba poder recuperar pronto su cuerpo.