Cambio 38 - Resultado desastroso y el fin del caos

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— ¿Qué dijiste?

—Yo amo a Jimin, ¿O debo deletreártelo? —Taemin no cabía en su asombro, al mismo tiempo que la furia y la envidia lo carcomían.

—No me mientas, tú amas a Hoseok—señaló a Jungkook, al mismo tiempo que abría los ojos en su dirección—, ¡Así que es una tontería lo que me estás diciendo!, ¡No me quieras ver la cara de idiota! —gritó alterado, mientras pataleaba.

—Lo que te estoy diciendo es cierto, amo a Jimin y no hay otra verdad más que esa.

Esté imbécil—insultó Yoongi—, ¿Sabes que la estás cagando?

Nadie dijo nada más, Taehyung se mantenía expectante a lo que pudiera suceder y estaba listo para intervenir en cualquier momento. Tenía una sensación desagradable en su pecho que no se iba, razón por la que no le quitaba el ojo de encima a Taemin, al tanto de sus movimientos; ese sujeto era peligroso.

El azabache mayor cubrió su rostro con ambas manos, soltando una sonora carcajada que sembraba el terror en los presentes, porque esta se escuchaba como la de los desquiciados en su momento más eufórico. Jungkook estaba a la defensiva, esperando lo que el mayor tuviera para decir.

—De verdad eres especial, Kim—quitó sus manos, manteniendo su sonrisa intacta, retomando su postura, ya que anteriormente se había encorvado—, ¿Qué amas a Jimin dices?

Taemin se alejó de Jungkook, quien no había captado hasta que lo vio correr en dirección a donde estaba Jimin. El aludido al ver a su hermano acercarse dejó de apuntar a Hoseok y dirigió su arma al mayor en un acto reflejo, sin embargo, este le golpeó el brazo para provocar que soltara el arma, pues sabía que Jimin sería incapaz de dispararle, le faltaba coraje.

Rápidamente lo jaló de sus cabellos con fuerza, haciéndolo gemir de la sorpresa. Hoseok no tuvo tiempo de reaccionar, cuando sintió las manos de Taemin tirar de sus cabellos también, siendo ambos arrastrados por el azabache mayor, quien se colocó nuevamente frente a Jungkook, que estaba a punto de colapsar entre la ira y el miedo, le aterraba que les hiciera daño.

—No puedes amar a dos personas, Kim—volvió a tirar de sus cabellos con fuerza—, Por lo cual, tampoco podrás salvarlos a ambos—Jungkook abrió sus ojos al escuchar esa confesión—. Tendrás que elegir a uno—soltó otra risita psicópata y Jungkook se sintió atado de manos.

—Ni se te ocurra.

— ¿Dudas de mí?, ¿Quieres que te lo demuestre?

—Taemin.

— ¡¿Qué cojones, Minho?!, ¿No ves que estoy algo ocupado? —lo miró por encima de su hombro y Jungkook quiso aprovechar la distracción, más su cuerpo no respondía a los estímulos de su cerebro.

—La policía anda cerca—Taemin encarnó una ceja.

— ¿Qué dijiste? —volteó a ver a Jungkook de una manera tan penetrante, que el menor sintió una corriente recorrer todas sus vías medulares.

—Alguien les dio nuestra ubicación, pero Yeonjun y los otros se están encargando, así que nos darán algo de tiempo para escapar.

— ¿Llamaste a la policía? —el mariachi tragó duro.

— ¿Tal vez?

—No, tú ya lo sabías—empujó a Hoseok bruscamente al piso, mientras ejercía más fuerza en el agarre de Jimin—. Alguien te informó, ¡¿No es así?! —gritó a la vez que sacudía a su hermano.

—Déjalo en paz—dio un paso a ellos.

— ¡No te acerques! —sacó detrás de sí una pistola descolgada, apuntando a su cabeza y Jungkook automáticamente se detuvo con sus manos arriba.

¿Quién eres? - Kookmin & VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora