Capítulo 4

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Llego al instituto, el cual tiene el mismo nombre que la ciudad, Bakersfield. Se encuentra en pleno centro. Yo vivo cerca del río Kern, por la zona oeste de la ciudad, tardo 15 minutos en llegar con el autobús.

Entro por el jardín que hay delante del edificio principal y veo a Janny esperándome para entrar juntas. Ella vive por la zona norte, aunque no está demasiado alejado del instituto ni tampoco de mi casa.

— ¡Buenos días Carly! ¡Por fin vuelves a la acción! Tenemos que sentarnos juntas —dice animada y casi sin respirar.

—Hola Janny, muchas gracias por los apuntes, luego te los devuelvo. Qué ganas tenía de venir al instituto, aunque parezca increíble, es que ¡me aburría ya demasiado en casa!

—Y yo de que volvieras, te he echado mucho de menos. ¡Sobre todo porque tuve que hacer el trabajo de química con el rarito! ¿Te lo puedes creer?

Las dos reímos. Me quedo mirando la sonrisa de mi amiga y me siento feliz, todo vuelve a ser como antes, no parece que haya pasado ni un solo día.

—Bueno vamos entrando que si no llegaremos tarde. —dice Janny casi empujándome.

Entramos por la puerta principal, los pasillos están repletos de gente dirigiéndose a sus correspondientes aulas.

Vamos a la case 3B, que es dónde damos las asignaturas que no requieren movernos de aula. Hoy toca matemáticas. Me alegro ya que yo soy de números más que de letras y me gustan las "mates", no como Janny que las odia.

Estamos en décimo grado, sólo nos faltan dos años más para graduarnos y todavía no se a cuál universidad iré pero me daría mucha pena separarme de Janny.

Tomamos asiento y los compañeros de clase todavía están de pie, hablando los unos con los otros.

Diviso a Ryan McGuire. Es un chico que entró en octavo grado a nuestra clase. Tiene el pelo rubio oscuro con reflejos dorados cuándo le roza la luz natural del sol y sus cautivadores ojos son de un azul intenso como el mar en un día soleado.

Somos muy amigos, nos llevamos muy bien y, lo admito, me atrae bastante.

Me mira y en seguida se dirige hacia mí. Me pongo un poco nerviosa, toso discretamente para preparar mi voz e intento disimular mi nerviosismo mirando ridículamente hacia los lados.

— ¡Hola Carly! Estoy muy feliz de verte. He estado muy triste estos últimos meses con lo que te pasó... Te echábamos de menos todos.

— ¡Bah! ¡Ya será para menos! —contesto de forma despreocupada.

—Te lo digo enserio— sigue diciendo él. —Cuando salgamos de clase me gustaría hablar contigo. ¿Espérame en la puerta, vale?

¿Qué querrá decirme? Ahora sí que estoy nerviosa.

—Va...vale...—balbuceo yo.

En ese momento suena la alarma y el profesor ya está delante de la pizarra para comenzar la case. Ryan me sonríe, cosa que hace que mi corazón se acelere, y después camina hasta llegar a su asiento, unas filas más adelante.

A media mañana, en la hora del almuerzo, estoy con Janny y más amigos; Jennifer, Charlotte, Rebeca, George, Rob y Ryan.

Somos un grupito bastante unido. Nos gustan los videojuegos y nos llevamos todos bien y hacemos muchas actividades juntos.

Todos están pendientes de mí hoy, como si fuera a romperme o a desmayarme en cualquier momento. No me gusta ser el centro de atención aunque me reconforta que me mimen y sentirme arropada y querida.

FulgorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora