Capítulo 10

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Me despiertan de repente unos fuertes ruidos.

— ¡Están aquí! ¡Nos han encontrado! —se escucha gritar a alguien.

Me pongo en pie de un salto y no sé qué hacer. Cojo mi mochila, salgo al salón y veo a los demás agachándose debajo de las ventanas y yo hago lo mismo. Está muy oscuro.

— ¿Habéis puesto las barreras mágicas? —pregunta Ashley.

—Sí, pero no sé cuánto aguantarán. Puede que tengan hechizos para tirarla abajo— contesta Ethan que está agachado a mi izquierda.

— ¡Joder! —digo yo exaltada. Estoy aterrada.

—No te preocupes, tenemos un plan B.

Vamos sígueme —me dice Ethan.

Le hago caso y le sigo por la cabaña hasta una de las habitaciones. Aparta uno de los colchones y hay una trampilla de madera cerrada con llave. La abre y se tira dentro del hueco.

—Vamos tírate, que te cojo —dice él desde el oscuro agujero.

Me lanzo al negro hueco y él me agarra de la cintura, no hay demasiada altura.

—Estos túneles nos llevarán al exterior a media milla de aquí y tenemos allí preparado otro vehículo. Siempre hay que ser precavido por si sale algo mal.

— ¿Y los demás?

—Van a retrasarlos y después nos seguirán. Vamos y les esperaremos allí.

—¿Estás seguro?

—Sí, corre.

Veo como Ashley cierra la trampilla desde arriba y se escucha como corre el colchón.

Estamos en plena oscuridad. Al momento Ethan saca una mini linterna de su bolsillo.

Los túneles están húmedos y embarrados. Caminamos a grandes y rápidas zancadas, casi corriendo durante 15 minutos.

Al final del túnel encontramos unos escalones y una especie de portón de hierro hundido en la tierra. Intento abrirla.

—Está cerrada, espero que tengas la llave. ¿O sabes hacer un alohomora?

—Por supuesto que tengo la llave. Jolín sí que eres fan de Harry Potter. —Dice mientras rebusca en su bolsillo y enseguida la encuentra.

Abre el candado y salimos. Después la cierra desde fuera con la misma llave.

Un poco más adelante, entre las plantas, veo una furgoneta verde oscuro escondida entre arbustos y pinos.

Ethan tiene también las llaves de dicho automóvil y nos sentamos dentro. Recuperamos el aliento y empiezo a hablar con Ethan de nuevo.

— ¿Cómo han podido encontrarnos?

—Ya te dije que tienen ojos y oídos en todos lados. Aunque haya pocos habitantes seguro que en la ciudad que hemos parado alguien les ha informado. Habrán dado tu descripción a sus informadores y te habrán reconocido. Además ya te dije que reconocen a los seres mágicos con la vista. A parte de reconocerte físicamente han visto que tienes poder mágico y que vas con un grupo de seres mágicos a tu lado.

—Ahm... —No sé qué decir, estoy muy desanimada.

—Mírame, todo saldrá bien— intenta animarme Ethan ronzándome el mentón suavemente con su mano para hacerme girar y que le mire a los ojos.

Yo asiento con la cabeza.

Esperamos veinte minutos y todavía no aparecen los demás. Mientras tanto le pregunto a Ethan sobre su vida. Descubro que proviene de una familia adinerada, tiene a sus dos padres y a una hermanita pequeña, aunque vive independizado. Trabaja algunas veces aunque como es rico y sus padres le dan dinero no le hace falta.

FulgorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora