Capítulo 27

1.5K 112 8
                                    


ETHAN LEWIS

Abro mis ojos y veo una pequeña y desconocida habitación. Sólo hay una pequeña ventana que está con la persiana completamente bajada. Miro a mi alrededor y veo que estoy en una cama.

Intento moverme y no puedo, algo me lo impide. Veo también una pequeña lámpara en la mesilla de al lado de la cama.

Miro hacia mis manos y pies y me percato de que estoy atado por todas mis extremidades a los barrotes de hierro de la cama. También me doy cuenta de que tengo cinta adhesiva en la boca que me impide gritar.

No sé dónde estoy, lo último que recuerdo es que me mareé en la cena y me fui a mi habitación a descansar.

Vuelvo a mirar alrededor, estoy solo, no hay nadie más aquí. También observo una fina y casi imperceptible barrera mágica rodeando toda la habitación.

De pronto alguien abre la única puerta que hay en la habitación.

— ¡Hola maridito! —dice una mujer que entra por la puerta y que no puedo distinguir bien porque sigo un poco aturdido.

—Qué pena que vaya a enviudar tan pronto... ¡JA, JA, JA!— Sigue ella mientras se dirige hacia mi cama.

Es... ¡Jesminde! Mi mujer... la princesa...

—Oh Ethan... es una pena porque eres muy guapo pero no puedo perdonarte...

Intento hablar pero solo se oye un gruñido a través de la cinta.

—Espera, voy a dejarte hablar, total me aburro aquí sola y nadie te va a oír de todas formas. Te permitiré tus últimas palabras.

Me retira la cinta de un fuerte tirón.

— ¡Ah! —grito del dolor. — ¿Qué pasa aquí? ¿Qué estás haciendo?

—Oh, no lo sabes... no sabes lo que se siente cuando alguien mata a quien amas, pero lo sabrás pronto.

— ¿Eh? ¿Por qué me haces esto a mí?

— ¿Por qué a ti? Es a ti precisamente a quien quiero hacérselo pagar —dice ella con felicidad.

— ¿Qué te he hecho? —pregunto desconcertado.

— ¿Ni siquiera te acuerdas? Bueno pues te lo voy a recordar todo. Tú y tus amiguitos aunque en especial tú ¡mataste a mi novio!

— ¿Eh? ¿De qué estás hablando?

—Sí... no te hagas el tonto... tú y tus amigos vais matando a gente, ¡sois unos asesinos!

— ¡Sólo matamos a gente mala, a asesinos! —digo sobresaltado.

— ¿Quién roba a un ladrón tiene cien años de perdón, no? ¡Pero en este caso no es cierto! ¡Matasteis a mi amado Justin! Él no era malo... tenía sangre infernal ¡pero no había matado a nadie ni hecho nada malo!

—Podemos hablarlo... —digo intentando calmarla.

— ¡NO! ¡Yo lo vi morir! Y ahora tú vas a ver morir a tu preciosa y amada Carly. Y después me uniré a los Eurons para acabar con el resto de tus amiguitos.

—Vengarte no va a devolverte a Justin —le digo con tristeza.

—No pronuncies su nombre, eres un asesino. Te odio y voy a torturar a Carly y a matarla ante tus ojos y después te mataré a ti.

Asimilo toda la información y miro a mi alrededor.

— ¿Cómo hemos llegado aquí?—pregunto yo.

— ¿Te refieres a ésta situación o a este lugar?— Pregunta ella con un falso tono amable.

—A este lugar —respondo yo.

—Pues muy fácil, te puse droga en el agua de la cena y cuando subimos a la habitación ya estabas muy afectado, así que abrí un portal y te arrastré hasta aquí, por cierto pesas mucho aunque sea todo músculo —dice ella riéndose con cara de loca. —Y que sepas que Carly ya viene hacia aquí, le ha faltado tiempo para perder el culo y venir a cambiarse por ti, no sabe que soy yo ni sabe que os quiero matar a los dos. La llamé y voy a abrirle un portal hasta esta casa.

— ¡No lo hagas! ¡Mátame a mí solo! ¡Ella no ha hecho nada malo! ¡Es inocente!

No me deja hablar más, viene y me pone de nuevo cinta para taparme la boca.

Jesminde sale de la habitación y pasan unos minutos que se hacen eternos, de pronto entra con Carly.

— ¡Carly! Corre se han ido tenemos que escapar, ¡desátale rápido! —dice Jesminde con una actuación digna de un Óscar.

Yo empiezo a emitir gruñidos por debajo de la cinta para intentar avisar a Carly de que es una trampa pero no me entiende.

— ¿Qué pasa Ethan? —ella se dirige a desatarme en vez de quitarme la cinta de la boca en primer lugar.

Cuando está de espaldas desatándome Jesminde le da un golpe en la cabeza por detrás con un bate de béisbol y Carly cae desplomada al suelo. Después comienza a atarla a una silla. Le ata los pies, las manos y la cintura con cuerda y cadenas y la posiciona delante de la cama, de cara a mí.

Jesminde me quita ahora la cinta de la boca.

—Quiero oírte gritar su nombre, oír tus gritos desgarradores de dolor al ver como la torturo. Vuestros gritos se juntaran en un canto que será música para mis oídos... la canción de la venganza.

—Todavía puedes parar esto Jesminde... piensa en tu padre —le digo intentando convencerla.

— ¿Mi padre? Le odio... si nos hubiera dejado estar juntos a Justin y a mí nada de esto hubiera pasado. Sólo porque no era un príncipe o de la realeza y tenía magia oscura no nos permitió casarnos y tuvimos que vernos a escondidas. Justin se juntó después con los Eurons pero él era buena gente, no se merecía morir. Después también lo mataré a él y a todo su ejército. Nunca ha pensado en su hija, solo piensa en obtener poder y gobernar el mundo. ¡Incluso me vendió, me ofreció a ti como si fuera un objeto!

Yo no sé qué más decir por si se enfada más todavía. Intento hacer algo de magia aunque tenga las manos atadas pero parece que la droga que me dio todavía me está afectando y me impide usar mis poderes. Jesminde está desquiciada y cegada por la venganza. ¡Tengo que salvar a Carly como sea!

—Voy a preparar mis artilugios de tortura, enseguida vuelvo. Además quiero que esté despierta cuando empiece a torturarla.

Jesminde sale de la habitación.

— ¡Carly! ¡Despierta! —grito yo aunque no demasiado fuerte por si está Jesminde cerca. — ¡Carly!

Después de un par de minutos que se hacen eternos ella abre sus ojos.

— ¡Ethan! ¿Qué ha pasado? —pregunta ella atontada todavía.

—Jesminde quiere torturarte delante de mí y matarnos a los dos porque dice que yo maté a su novio.

—Buen y contundente resumen... —dice Carly ahora con los ojos bien abiertos. — No te preocupes, tengo un plan.



>Ethan atado a la cama hablando con su captora Jesminde   en multimedia<



FulgorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora