41. Defender la corona

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Defender la corona

Los últimos días han sido muy divertidos. En verdad, no creí que la presencia de Rybana iba a ser tan a gusto, pero lo fue y lo sigue siendo.

Ayer por la tarde, Novak estaba preparando carne asada en el jardín, y yo estaba en la piscina con mi bikini roja que aprieta duramente mis senos y mi trasero. En cambio, Rybana, estaba con un remerón largo sobre una silla playera mientras leía un libro a la sombra. Y en ese mismo instante, cuando decidí salir de la piscina, Novak retrocedió varios pasos embobado ante mis senos hasta accidentalmente caer al agua con la carne en mano.

Rybana largó una carcajada con un tono de voz que no conocía de ella, pero se arrepintió al instante y hasta empezó a llorar. No le presté mucha atención, ya que estoy acostumbrada a las bobadas de Novak, y en lugar de reírme solo me lancé sobre él cayendo nuevamente a la piscina. E intenté ahogarlo pero él es más fuerte y me quitó con cosquillas.

Luego, los tres nos sentamos en la sillas y mesa de madera ubicadas debajo de un alto árbol. En ese instante, Novak dijo:

―¿Y cuántos meses tienes, ya?

―Siete meses, y para cuando ustedes vuelvan de Wimbledon, tendré ocho meses.

―Vaya, tal vez los tengas antes del US Open ―respondió Nole.

―No va jugar el US Open, de todas maneras ―comento yo, y ambos me miran―. Ese fue el trato, ¿No?

―Sí, claro ―asiente ella bastante segura―. De todas maneras, me gustaría viajar con ustedes. No quiero quedarme aquí, sola, viéndolos desde el televisor.

―No puedes viajar ―me niego―. Es peligroso un vuelo tan largo para una mujer de siete meses.

―Pero tampoco quiero estar sola.

Rodeé mis ojos, y contesté:

―Sé valiente.

Ninguna de las dos volvió hablar, sin embargo, aquella conversación me estuvo picando en el cerebro el resto del día.

Sobre la tarde, cuando Novak y yo terminamos de limpiar los residuos del almuerzo y nos dirigimos a nuestra habitación totalmente borrachos ―culpa del vino tinto―, Novak dijo:

―Ella tiene las hormonas revolucionadas, es culpa del embarazo... Es por eso que, está sensible y no quiere estar sola.

―Pues, que supere las hormonas y siga adelante.

―¡Paris!

―Oye, ¿Y tú de dónde sabes eso? ¿Acaso de tu exmujer?

Me miró con cierto rostro de cansancio como diciendo «¿Otra vez esta conversación?», vaya, es extraño porque nunca tuvimos esta conversación, pero tal vez él la tuvo en su cabeza.

―Nunca me has hablado de eso, por cierto ―dije recostándome debajo de las sábanas.

Él se recostó a mi lado y miró al techo sin saber qué responder.

―Algún día tendrás que hablarme.

―¿Por qué?

―Porque tu pasado es parte de mi pasado.

―No.

―Sí, Novak. Yo te he contado todo. Y si planeamos estar juntos para siempre, entonces, debemos contarnos cosas íntimas.

―No hay nada, realmente, que sienta que...

―Bien, como digas ―dije, entendiendo que no piensa hablar del tema.

La número 2 del mundo (fanfic de Novak Djokovic) #3 HEUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora