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Wimbledon II
Mi primer partido en Wimbledon fue más difícil de lo que creí.
Entré al estadio principal del torneo, en el cual noté casi el 80% de las butacas ocupadas. Eso me quitó una sonrisa de mis labios, sobre todo porque el tenis femenino no es tan popular como el de los varones, pero todos coinciden que mi aparición junto a Rybana generó grandes números para la WTA.
En fin, unos minutos después, comencé el partido contra una novata que ni el nombre sabía (y sigo sin saber). El público estaba a mi favor, pero poco a poco se pusieron de su lado al notar que ella estaba dando todo de sí.
Me sorprendió en varios momentos y sumando los gritos del público, me desorienté. Casi me gana el primer set, luego recuperé la cordura y le quebré hasta ganar el partido en su totalidad. No creí que iba a desgastarme en el primer partido de la temporada, y lamentablemente, lo hice.
Llegué al hotel casi deshecha. El chofer de mi auto alquilado tuvo que ayudarme a ingresar al baño porque apenas podía caminar. Mi maldito tobillo se hizo presente nuevamente.
No se supone que el primer día de la competencia ya me encuentre arruinada.
Y lo mismo sucedió en el segundo partido, al siguiente día, contra una nueva en el circuito.
―¿Qué le pasa a Paris Waters? No pagué mi entrada para verla muerta en la cancha ―escuché a uno de los espectadores decir detrás de mí mientras intentaba sacar para set.
Me di la vuelta, y en el momento que lo hice, el hombre me miró a los ojos y sintió terror.
―¿Sabes jugar tenis mejor que yo? ―le pregunté.
No se animó a responderme.
―Porque si sabes jugar mejor tenis que yo, entonces deberías estar aquí, en la cancha, no opinando desde tu butaca de mil dólares. ¿Y sabes por qué? Porque eres un asco jugando, por eso eres un puto espectador y no jugador.
―N-no, no sé jugar.
―Bien, entonces cierra tu maldita boca.
―S-si.
Me giré nuevamente para sacar, noté a la muchacha que tenía frente a mí ―que era mi rival― sonriéndome con sus ojos iluminados como si hubiese visto esto un millón de veces en la televisión y ahora por fin lo está viviendo.
Como si yo fuera su ídola...
Le gané el partido, pero mi tobillo quedó peor que el día anterior, y Novak no contestó ninguno de mis llamados.
Así que llamé a mi hermano, pero tampoco contestó. Y fue allí, en la bañera, rodeada de espuma y con un dolor fatal en el tobillo, donde pensé que todas mis relaciones dependen de un hilo y que al final del día, no tengo a nadie.
Miserablemente nadie.
Tuve dos días de descanso en el medio de la competencia lo que me permitió hacer rehabilitación de tobillo en danza clásica. Pronto llamé a mi hermana, Rybana. Y ella sí contestó, y dijo estar siguiendo mis partidos a través de la televisión en Serbia. Me deseó buena suerte, pero supe en su suspiro que en realidad me deseaba mala suerte.
No importa. Yo también le deseo mala suerte en el tenis.
Sin embargo, no tuve tiempo a pensar en ello cuando mi tercer partido llegó.
Esta vez me tocaba contra Carolina Wozniacki, una vieja número #1 que está intentando volver a competir después de tener dos hijos. La he visto jugar finales contra Rybana, y siempre se mostró como una jugadora que se mantiene fuerte mentalmente y no se rinde hasta que el marcador no lo indica.
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La número 2 del mundo (fanfic de Novak Djokovic) #3 HEUS
FanfictionRybana no podía creer lo que acababa de ver. Me observaba como si viniera de otro mundo. Y no entendía por qué todos se levantaron a aplaudirme, hasta que veo la repetición en la pantalla alta del estadio... Y soy yo, bailando ballet dentro de la ca...