Hallownest; El Reino por Reconstruir (Libro 2)

Capítulo 39: Isma, La Bondadosa

   Es eso, un mundo, pero, ¿qué tipo de mundo?, eso en verdad, aún es un misterio, algunos lo consideran, un mundo paralelo al mundo físico, otros, la ante sala, al descanso eterno y otros, el lugar, donde vives tus tormentos, pero, ¿qué es en realidad?, la respuesta, la tienen, todos aquellos que sirven al dios Unn, puesto que él, es su creador, o, ¿por qué creen que hay una arboleda en otro lugar, fuera de los dominios de este dios?

● Esto es una versión más amplia de la arboleda de Isma — sorprendido, pero, a lo bajo, susurra Ogrim.
● Mi padre, me dijo, que Isma, fue la primera sacerdotisa del templo de Unn y la protectora de la Dama Blanca, incluso, antes de llevar ese nombre y no solo eso — Light, camina hacia la arboleda y alza la garra, para tocar el rostro de una dormida Isma, sonriendo levemente — también fue como mi madre, antes de siquiera ser Radiance.
● Isma, jamás me contó de ello — habla Ogrim, sorprendido por la revelación.

Antes del tiempo del reinado de Pálido...

● ¿Dónde está Isma?, ¡quiero ver a Isma! — grita una pequeña de ojos dorados.
● Señorita, calma, la sacerdotisa Isma, está en el templo, recibiendo a los nuevos devotos — explica una insecto, cubierta de vegetación.
● ¿Por qué enviaron a Isma?, ¡traigan a Isma! — vuelve a gritar la pequeña.

De pronto, la puerta de la habitación se abre y deja entrar a una hermosa insecto, cubierta de raíces.

● ¡Guarda silencio!, ¡se te ha dicho que Isma, está ocupada! — regaña dicha insecto.
● Hermana Raíz, yo, solo quiero a Isma — hipa la pequeña.
● Deja ese comportamiento, eres hija de Unn, ¿Entiendes? — la vuelve a regañar Raíz, continuando — en un par de jornadas más, será tu ceremonia para saber que tipo de diosa eres, así que, debes dejar esa inmadurez.
● Pero, Raíz...
● ¡Silencio, dije! — vuelve a regañar su hermana y ordena a las doncellas — la pequeña tiene prohibido salir o recibir la visita de Isma, hasta que se comporte.

Las doncellas, solo asienten y la hermana mayor se retira con su séquito, sin mirar atrás, aunque, la pequeña súplica ver a su querida Isma.

● ¿Aún despierta? — la voz de Isma, se escucha suave, cerca del rostro de la pequeña, quien llora en su nido.
● ¡Isma! — en una exclamación ahogada, la pequeña, la pequeña la abraza — Isma, me golpee y dolió mucho, nadie me tomó en cuenta, mira.

La pequeña, muestra su herida en la pata e Isma, inmediatamente la sana, con su poder y acaricia, el rostro de la larvilla, enjugando sus lágrimas con un pañuelo.

● Ahora, debe dormir, se supone que no debo estar aquí — cuenta la bondadosa insecto a la pequeña.
● Lo sé,  Raíz es muy molesta — se queja la larvilla y abrazando nuevamente a la insecto, susurra — te amo, mamá Isma.
● Yo también, pequeña, yo también — susurra la aludida y luego de dar un beso en la frente de la pequeña, la acomoda en su nido, tararea una suave melodía y al ver que esta duerme, sale del lugar sigilosamente.

Un par de jornadas después, se realiza su ceremonia.

● La magia de luz, es su poder, así que, se le enviará al mundo onírico — dictamina el sacerdote, continuando —el dios Unn, te brindará un nombre, que tu reino prospere.

Y los murmullos no se hicieron esperar.

● El mundo onírico, es prácticamente un destierro — susurra uno.
● Ser la diosa de la luz y el mundo onírico, es una maldición — dice otro.
● Debe ser un castigo por sus constante desobediencia — agrega una sacerdotisa.
● ¿Una maldición?, ¿un castigo? — susurra la pequeña — quizás, lo sea.

La pequeña, camina por el templo, solo escuchando cosas negativas de ella, hasta que alguien la abraza fuertemente.

● Mi pequeña, no escuches lo que estos ignorantes dicen — susurra Isma y continúa — el mundo onírico, es tan basto como todas estas tierras y si aprendes a usar su poder, te podrás mover en ambos planos, tengo fe, en que lo harás.
● Mamá — suelta en un suspiro la pequeña y antes de entrar al lago Unn, susurra — no me olvides.