Capítulo 26: La Necesidad Tiene Cara de Hereje

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   Muchas veces hemos necesitado la ayuda de alguien, pero, cuando ese alguien, no, nos cae bien, es como un puñal atravesando nuestro orgullo y si ese alguien, es quien te quitó, lo que más amabas, ¿qué harías, si es, el único ser, al cual puedes recurrir?, y lo digo, porque el destino, así lo quiso.

● Lo siento, pero, la señorita Light, no puede atenderlo — una enfermera, informa a una mantis, quien se encuentra cubierta de patas a cabeza.
● Pero, ella me dijo que viniera para revisar mis heridas — insiste la mantis.
● La sanadora está demasiado ocupada y sin cita previa, no puedo hacer nada — insiste la enfermera.
● Entiendo — resignado, Dragón comprende, que no es bienvenido, en ese lugar.
● Yo, siempre tengo tiempo para atender a todos mis pacientes — la voz de Light, resuena al fondo del pasillo.

La enfermera, avergonzada, guarda silencio y Dragón, por su parte, se alegra de ver a la joven sanadora.

● Buena jornada Dragón — saluda Light y amablemente, lo invita a seguirla, no sin antes — cuando mi paciente se retire, te quiero en mi consulta.
● Sí, señorita Light — asiente la enfermera, algo nerviosa.

Ya estando en la consulta, la sanadora, comienza a revisar las heridas de Dragón.

● Puede preguntar lo que quiera — sonríe Light, al ver que la mantis, la observa detenidamente en su labor.
● Desde que la vi, quedé intrigado por el color de sus ojos — intenta hablar Dragón, intentando no ofender a la joven.
● Sí, soy la encarnación de Radiance, o lo que quedó de ella, creo haberlo dicho — menciona la joven diosa, agregando — aunque, no recuerdo mucho de mi pasado, así que, si le hice algo malo pido disculpas.
● Mi señora, usted me dio poder para librarme de mis enemigos, aunque, he de admitir que fui muerto por un enano y su amiga guerrera — se lamenta Dragón, al recordar y continúa — aunque fui revivido nuevamente.
● ¿Lier? — pregunta Light, sin rodeos.
● ¿Cómo lo supo? — responde con otra pregunta, Dragón, muy sorprendido.
● Dragón, para eso, quiero contarle algo — de está manera, Light, cuenta a grandes rasgos, quien es Lier y de los buscadores de dioses, además de lo que, ella, hace ahí.
● Así que, por eso está trabajando junto al rey de Hallownest — concluye Dragón, suspira y cuenta — la insecto que revivió hace dos jornadas, fue quien mató a mi hija.
● Lo sé, estuve en su mundo onírico, y también vi, como sufría por ello — asiente la diosa y prosigue — Dragón, me imagino que quiere que reviva a su hija, pero, para ello, debo revivir a quien la puede sujetar a este mundo, lamentablemente, el también está muerto.
● Entonces, ¿ya no hay vuelta? — pregunta decepcionado Dragón, volviendo a colocar su capa.
● Siéntese — solicita la sanadora e inicia.

Antes de ir al hospital, dentro de la habitación designada a Dryya...

● Tus tendones y coyunturas, están muy delicadas, te recomiendo paseos cortos y no esforzarse en absoluto — recomienda Light, a una atenta ex guerrera.
● Aún, no puedo creer que seas Radiance — susurra Dryya, suspira y continúa — Lo digo, porque, mírate, eres una simple mortal.
● Bueno, no tan simple — responde Light, soltando una risilla.
● Todo es tan confuso — Dryya, tocando su cabeza, suelta el aire contenido — despierto y me encuentro un Hallownest, totalmente diferente, no existe, el rey Pálido, los soñadores, el Black Egg y tú, trabajas junto a Hollow, perdón, es decir al nuevo rey — resopla — y, mis amigos, ellos, tampoco están.
● Pero, estarán, bueno, se donde está Ogrim, Isma y Ze’mer — revela Light — sólo me falta averiguar de Hegemol y tendré a los cinco del rey.
● ¿También puedes traer a los demás? — emocionada pregunta Dryya.
● Puedo, excepto a Ogrim, porque está vivo o Hegemol, que aún, no lo encuentro — responde la sanadora,  agregando — aunque tendré problemas con Ze’mer, necesito a alguien que tenga una estrecha relación con él.
● Soy… bueno fui su mejor amiga — revela la feroz, cabizbaja — ¿servirá con eso?
● Claro que servirá — asiente Light, alentándola — lo iremos a buscar, cuando te sientas mejor, pero, hay algo más — agrega y al tener la atención de está, informa — Dragón, también debe ir.

El rostro de Dryya, cambió radicalmente, pero luego de pensarlo un poco.

● Está bien, todo sea por traer a Ze’mer a casa — concluye la feroz.

De vuelta con Dragón, en el presente…

● Esa fue la plática que tuve con Dryya, así que, espero su misma cooperación — solicita Light.
● Por mí hija, haré ese sacrificio — habla Dragón, agregando — pero, quiero que sepa, que nunca seré amigo ni de ella, ni de quien arruinó la vida de mi hija.
● Entiendo, solo una cosa más — Light, seria, explica — si su hija, no quiere volver, no puedo obligarla, ¿comprende?
● Sí, mi señora — asiente Dragón.
● Ahora, espéreme afuera, enseguida iré con usted, quiero llevarlo a un lugar — solicita la joven diosa.

Dragón, asiente con un ademán y se sienta fuera de la consulta, a la vez que, la enfermera que le negó la atención, entra a hablar con la sanadora, momento después sale, rauda a cumplir su labor de cada jornada.

● Señor Dragón, ¿tiene dónde alojarse? — pregunta la joven Light, de forma amable, al salir de la “mini reunión”, aunque su semblante, es de quien, va a matar a alguien.
● No se preocupe, mi señora, soy una mantis, puedo estar en cualquier sitio — responde Dragón, al leer las intenciones de ĺa sanadora.
● Se lo que eres, mi paciente y tu herida nunca sanará si sigues huyendo de un lado a otro — regaña de forma dulce y continúa — ven, iremos a tu nuevo hogar y no acepto negativas.
● Sí, mi señora — asiente Dragón, quien empieza a mirar a la joven diosa, con otros ojos.

Momento después, Hollow, quien se encuentra concentrado en sus documentos, siente que la puerta de su oficina, se abre de improviso y una mancha rosada se pone frente a él, golpeando con ambas garras, su escritorio.

● ¿Por qué prohibió que atendieran a Dragón en el hospital? — grita furibunda Light.
● Porque quiero, y puedo — responde Hollow, sin siquiera levantar la cabeza.
● ¡Dragón, es mi paciente!, ¿entiende?, ¡debo cuidar de él, hasta que esté completamente sano! — sigue discutiendo la sanadora.
● Y, te felicito por eso, ahora, deja que trabaje, tengo que tener todo listo para el torneo — sigue hablando el rey, sin dar importancia.
● ¿Está siquiera, poniendo un mínimo de atención a lo que digo? — sigue gritando la joven diosa.
● Sí, ve tómate la jornada libre, adiós — vuelve hablar el monarca, sin mirarla.

A lo que Light, responde con un gruñido de frustración, saliendo del lugar muy molesta, siendo la puerta de la oficina, quien se lleva la peor parte, siendo azotada con fuerza.

● Pero, ¿qué pulga le ha picado? — reniega la diosa, brazos cruzados.
● El rey, no se encuentra bien — Dryya, responde suavemente, tras ella.
● ¿Qué le sucede?, parecía demasiado… sereno — pregunta Light, confundida.
● De hecho, el siempre lo ha sido — responde Dryya, con una risilla — al parecer y por las habladurías, ustedes no se llevan bien.
● La verdad, peleamos la mayor parte del tiempo, pero, es por lo que fui — un poco más calmada, comenta Light.
● Lo sé, cuando hablé con él y le conté que iríamos por Ze’mer, te nombró Radiance — cuenta Dryya.
● Comprendo — susurra Light y observa la puerta recién azotada y piensa — estoy segura, que algo más le ocurre.

Y cuanta razón tiene, pues a penas, la joven diosa, azotó la puerta yéndose del lugar, el rey dejó de escribir, poniendo su cabeza, sobre el escritorio.

● ¿Por qué no apareces Blitz? — se pregunta Hollow, continuando con su monólogo — quizás te fuiste de Hallownest o quizás la infección te arrebató la vida, donde estés, aparece por favor — suspira — porque sino lo haces, a la única que puedo recurrir, es a Radiance y no quiero que ella piense, que con eso, puedo perdonar su pecado — pausa, se sienta y cubre su rostro con su ante brazo, renegando — ¡maldición!, ¡detesto todo esto!

Unas jornadas después, en la casa de Dirtmouth, Ghost, Seeker, Light, Dragón, Dryya, incluso Joni, se encuentran listos para ir a la mansión que fue de Ze’mer.

● Estoy muy asustada — susurra Dryya.
● No te preocupes, Ze’mer volverá sin falta — consuela Ghost y continúa — recuerdo que cuando nos conocimos, había cambiado su nombre a Le’mer, pude ver que su dolor era muy profundo, así que cuando me pidió llevar la flor delicada a esa tumba, acepté, para aliviar un poco esa pena.
● ¿Por qué nunca fue a visitar la tumba de su amante? — se pregunta Dryya.
● Porque nunca le dije donde estaba — responde Dragón, algo molesto y viendo la expresión de desapruebo de la feroz, continúa — no me mires así, por su causa, mi hija fue desterrada y borrada de los libros, siendo muerta por tu garra, recuerda siempre eso.

Comienza los descargos de la mantis, cuando de pronto un bastonazo, cae en medio cráneo.

● ¡Ya, basta! — gruñe la Chaman — ¡Deja en paz a la pobre chica!, ¡que tú, también tienes parte de culpa en lo ocurrido!
● Chaman, ¿qué hace aquí? — pregunta Light, al ver que Dragón, quedó completamente en silencio.
● Vine para asistir de forma médica a los involucrados — responde la anciana.
● No tiene de que preocuparse, Chaman, para eso irá Joni — interviene Seeker.
● No, no irá — niega la anciana y continúa —… y tú, tampoco embajadora, la Dama Blanca, te necesita — luego mira a Joni — pequeña, ve con los hijos cráneo duro de Pálido, y convéncelos para que la acepten.
● ¡Sí, Chaman! — se cuadra Joni, aceptando el reto y tomando la garra de la embajadora, agregando — vamos ayudar a la Dama Blanca, señora Seeker.

La mencionada, mira con cara de duda a su señora Light, quien sonriente hace un gesto aprobatorio.

● Vamos pequeña — sonríe Seeker, haciendo una reverencia y sale junto a Joni, para cumplir con lo solicitado.
● Con todo aclarado, nosotros también nos vamos — ordena la anciana Snail, iniciando el viaje.
● Ella, asusta — comenta Dryya, susurrando a Ghost.
● Eso que no conoces a Lesser Seer, ella, sí, asusta — menciona el mortal, dios del vacío, explicando — no le importa, si eres mortal o deidad, jamás la desobedezcas, sus castigos son los peores, sino me crees, pregunta a Light, cual fue el suyo.
● Si fue capaz de castigar a Radiance y salir viva, debe ser de temer — saca como conclusión Dryya.
● No tienes idea — finaliza Ghost.

Mientras que en algún lugar de la ciudad de la lluvia, una anciana polilla, estornuda.

● Es muy triste ver, que la mansión de mí amigo, este tan gris — murmura Dryya, al ver dicho lugar.
● ¿No era así? — consulta brevemente Ghost.
● En absoluto — niega Dryya y continúa — la mansión, era blanca y brillante, muy hermosa, cuando venía aquí, solo sentía paz.
● Mi hija dijo exactamente lo mismo, cuando le pregunté, el porqué extrañaba dicho lugar — apesadumbrado, confirma Dragón.
● Bueno, si es así, entonces entremos a buscar el cuerpo del dueño y traerlo de vuelta — anima Light, siendo la primera en entrar.

Tras ella, la Chaman junto a Dragón y Ghost, con Dryya, quien presiona un pequeño bolsito, que lleva en su cintura, y después de un rato buscando.

● Hemos buscado por todos lados y nada — suspira derrotado Dragón.
● Ni la habitación principal, ni la de Moon, que era lo más obvio — menciona la Chaman.
● Bueno, hay una habitación cerrada frente a la principal — cuenta Light, agregando — aunque, está cerrada a cal y canto.
● No hay problema, la echaré abajo — se ofrece Ghost.
● Bueno, veamos de que es capaz la encarnación del dios del vacío — reta la Chaman, dejando a Dragón y Dryya, boquiabiertos.
● ¡El maldito enano, era el dios del vacío! — piensa Dragón.
● Definitivamente estoy muerta, Radiance y Shade Lord, trabajando juntos, ¡hay!, que me llevé Unn — piensa Dryya, sin poder creerlo.

En fin, volviendo a la historia, Ghost, saca sus brazos oscuros para golpear la puerta y derribarla, pero, se topa con una barrera, bastante poderosa.

● Esto es igual al poder de la flor — habla  Ghost, disculpándose — es demasiado fuerte para mí, ya que, ese poder, me es desconocido.
● Yo, sé como entrar — susurra Dryya y saca algo de dentro de su bolsito — tengo la llave.
● Tiene un sello, no creo que una simple llave la abra — se queja Dragón.
● Puedo intentarlo — propone la feroz y se acerca a la puerta, coloca su garra sobre ella, la llave en su lugar y… — ¡listo!, ahora podemos entrar

Al entrar, se puede ver que hay flores delicadas por todo el lugar, como si fuera un invernadero, pero, también, algo más.

● ¡Ze’mer! — exclama Dryya, al ver que sobre un hermoso nido, está el cuerpo de su mejor amigo.
● Así que al final de cuentas, él, estaba en la habitación de su mejor amiga — sonriente habla Light.
● ¿Cómo sabes que es la habitación de Dryya? — consulta Ghost confundido.
● No es obvió, dios del vacío — responde la Chaman, concluyendo — la llave de está habitación, la tiene ella, sin mencionar que el sello se desactivó, con el contacto de su garra.
● Bueno, no sigamos dilatando el asunto — habla Light y saca dos brazaletes de su bolso — Dryya, esto te servirá para entrar al mundo onírico de Ze’mer, Dragón, lo mismo para usted.

Ambos insectos mencionados asienten y se colocan el artefacto, la joven diosa hace su típico ritual, toma a Dryya y Dragón de la garra, colocándolas sobre su hombro y golpea a Ze’mer.

● Esto es, ¡el invernadero de palacio! — sorprendida exclama la feroz.
● Bienvenidos al mundo onírico de Ze’mer — informa Light y continúa — ahora hay que buscarlo, de seguro Moon, estará con él.
● Separémonos, así los encontraremos más rápido — propone Dragón.
● No será necesario, conozco el lugar favorito de Ze’mer, síganme — habla la feroz y comienza a caminar.

Light y Dragón, la siguen, hasta un lugar parecido a Greenpath, en el cual, y frente a ellos, sobre una rama, Ze’mer y Moon, uno al lado del otro, parecen dormidos, tal cual, como estuvo Dryya.

● Son ellos — finalmente dice Dragón y corre hasta su hija, acariciando su rostro — padre está aquí, mi querida Moon.
● ¿Tú, no irás con Ze’mer? — consulta la sanadora de forma insinuante.
● No — niega Dryya temblando —… me quedaré aquí, no quiero ver su rostro de decepción cuando despierte — insiste asustada.
● Está bien, te comprendo — sonríe Light, de forma condescendiente y como no hacerlo, ella misma, se enfrentó a una situación similar, la diferencia, que el insecto a quien causo más daño, está vivo.
● Mi señora, mi hija, no despierta — susurra suplicante Dragón, cuando esta se acerca a él.
● Ellos están en un plano diferente, desde aquí no los despertarán, pero, iré por ellos, así que, deben sentir su presencia, hasta que regresen — informa Light, agregando — otra cosa, me voy a quedar dormida, no se asusten e intenten no matarse, mientras no estoy, por favor.

Ambos insectos asienten sin entender, es entonces, donde la sanadora, tomar unos frascos de su bolso, untando el líquido azul, sobre la cabeza de ambos amantes y golpea en un rápido movimiento, al par, cayendo dormida.

Hallownest; El Reino por Reconstruir (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora