Capítulo 14: Jamás Rompo una Promesa

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   Más allá de Hallownest, hay muchas cosas, muchos seres, muchas lenguas, muchos reinos y mundos, entre ellos el mundo onírico, lugar tan basto como los sueños y los recuerdos, la antesala de un descanso eterno, archivo de todo lo que vimos y vivimos.

● ¿Qué sucedió?, ¿dónde estoy? — se pregunta Hollow, confundido al abrir los ojos.
● Pensé que no despertaría, demoró demasiado en hacerlo, quizás, sea porque mentalmente está agotado — comenta Light, en cuclillas, junto al joven monarca, continuando, a la vez que se levanta — bienvenido a su mundo onírico de los recuerdos perdidos, majestad.
● ¿Qué fue lo que hiciste? — desconcertado, pregunta el monarca.
● De hecho, fue usted — responde la joven diosa.
● Sigues siendo una descarada, Radiance — el  rey, se levanta molesto, aún sin entender — explícate — exige.
● Como dije antes , este, es su mundo onírico, el de sus recuerdos perdidos y necesitaba llegar aquí, para recuperar el molde original de su brazo, ya que, como anuncié en el mundo físico, voy a regenerarlo — la joven Light, intenta ser lo más clara posible y concluye —… y al mencionar esto, su cabeza, automáticamente pensaría el lugar donde ocurrió tal evento, diciendo esto de forma simple…
● Te metiste en mi cabeza sin hacerlo — interrumpe Hollow, molesto.

A lo que, Light, responde sonriendo de forma traviesa.

● No voy a negar o confirmar ese asunto — y acercándose al monarca indica la cabeza de este — solo diré, que en sus recuerdos, es el único lugar donde puedo encontrar dicho molde, ¿entiende?
● Entiendo que no dejaras de fastidiar, hasta que cumplas con esa tarea, ¿cierto? — masculla el rey Hollow.
● Así es — asiente Light, sincera, agregando — se lo prometí cuando era una larvilla y yo jamás rompo una promesa, majestad.
● Entonces dime, ¿qué quieres que haga, Radiance? — resopla el monarca, hastiado.
● Primero, que deje de llamarme con mi antiguo nombre y segundo, recordar el momento exacto, en el cual perdió su brazo, eso es todo — responde Light.

Hollow, suelta un bufido burlesco y enumera con sus dedos.

● Primero, jamás dejaré de nombrarte por lo que eres y segundo, fue cuando nos enfrentamos en el Black Egg Temple, ¿lo olvidaste? — Hollow, habla seriamente, para que la diosa, haga memoria.
● ¡Por supuesto que lo olvide!, soy solo la encarnación de lo que quedo de Radiance y eso fue, solo una partícula — responde la sanadora, como si fuera obvio.
● ¡Deja de jugar conmigo!, ¡es imposible que hayas olvidado algo así! — refuta Hollow, incrédulo.
● Por favor majestad, no quiero discutir ese asunto — solicita Light, de manera suave, más por la resignación que por otra cosa — solo, le pido que recuerde, ¿está bien?

El joven rey, bufa derrotado y cierra los ojos, visualizando la escena, a la vez que la sanadora, de improviso toma la garra de este.

● ¿Es necesario? — consulta Hollow, incómodo.
● Lo es — imperturbable responde Light, agregando — ahora concéntrese.

Momento después, ambos abren los ojos y Light, inmediatamente suelta la garra del monarca.

● Creo que Hemos llegado — anuncia, está última.
● ¡Es el interior del Black Egg Temple! — susurra sorprendido Hollow, al ver los sellos de Weavers brillar entre la oscuridad.
● Es muy diferente al hospital, bastante oscuro y siniestro a mi parecer — comenta Light.

Hollow, la mira incrédulo, pero, comienza a caminar tras ella, cuando esta va al interior, como si fuese atraída por el templo, a la vez, que en el mundo físico, justo en la habitación de la reina madre, una interesante plática se lleva a cabo.

● Así que fuiste una buscadora — menciona la Dama Blanca.
● Lo fui, o eso creí que me consideraban, pero, eso fue antes de que saber toda la verdad, con respecto a los actuales buscadores — cuenta Seeker y prosigue — si no hubiese sido por mis señores, Light y Ghost, jamás me hubiese enterado de las mentiras que habían en torno a los autodenominados, buscadores de dioses y estaría como una necia adorándolos.
● ¿Es por eso que en la tierra de las tormentas, no adoran a ningún dios? — consulta la raíz y continúa — sin embargo, viven dos deidades.
● Ellos mismos rechazaron ser dioses, así que para los ciudadanos, son el general Ghost y la sanadora Light, al igual que yo, soy la esposa del gobernador y embajadora Seeker — relata la guardiana — pero, lo que nunca dejaré de ser, es la protectora de la señora.
● Interesante — sonríe la Dama Blanca y continúa — Radiance, no queriendo ser adorada, es todo un acontecimiento.
● Solo a través de los relatos del señor Ghost, he conocido quien es Radiance y créame cuando le digo, que difiere mucho de la señorita Light — explica Seeker, continuando después de llevarse un bocado —… aunque debo admitir, que sí, es una calamidad andante — suspira en frustración.
● ¿Una calamidad andante? — se pregunta la Dama Blanca, completamente confundida.
● Así es, alteza — suspira Seeker — no me extrañaría, que ahora mismo esté llevando al rey a su límite y terminen expulsándonos de Hallownest.

Hallownest; El Reino por Reconstruir (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora