En el vasto vacío del ser, donde se arrastra la no-existencia, las palabras se desvanecen como susurros en la penumbra incierta. La oscuridad se despliega en un abrazo profundo, y en el nihilismo, hallamos cobijo en lo etéreo. El artista murmura desde el rincón de lo abandonado, versos de desolación y esperanza quebrada, mientras el desaliento contempla en calma, aceptando la disolución de todas las formas.
El tiempo es un espejismo, un murmullo en el abismo, y la vida, un breve compás de sombras y destellos. La existencia se apaga, dejando tan solo un rastro efímero de pensamientos sin raíz. En la no-existencia, hallamos descanso, en el nihilismo, la verdad desnuda y fría. Todo se diluye en la nada, y en esa nada, descubrimos el enigma del ser y su sombra. El nihilismo es el hogar del ahogado, del que afana no buscar, del que se entrega a la quietud absoluta y abraza la calma de la inexistencia.
Es en este vacío donde los ecos de la desesperación encuentran su refugio, donde la angustia se disuelve en una bruma eterna. El artista, atrapado en este limbo, dibuja con palabras los contornos de una realidad que se escapa, que fluye como agua entre los dedos. En cada trazo, en cada verso, se revela la fragilidad de la vida y la certeza ineludible de la muerte. En esta danza sombría de ser y no-ser, la conciencia se enfrenta a su propia disolución, buscando sentido en el vacío, abrazando la nada como única certeza
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El Espíritu de la Modernidad
RandomEn un mundo donde la tecnología y la monotonía gobiernan nuestras vidas, El Espíritu de la Modernidad se adentra en las sombras de la existencia contemporánea, iluminando las grietas por las que se filtra la alienación y la deshumanización. A través...
