Holaa!¿Cómo están? Espero que bien. Me alegra saber que hoy si puedo subir un capítulo más que sea jaja. Retomando un poco la lectura, trataré de hacer que cada vez que leáis, tengáis la necesidad de seguir leyendo, osea, trataré de escribir la historia (las continuaciones, capítulo tras capítulo) con mucho amor y cariño de manera que os guste mucho la historia.
Ahora, sin nada más que añadir a estas líneas de introducción, os dejo con la historia.
Disfruten.
Marta volvió a tomar en sus manos la nota de Fina, volviéndola a leer con más emoción que la que tuvo tras leerla por primera vez. Amaba tanto la forma de escribir de Fina...podía quedarse leyendo esa nota durante horas, con tal de ver y sentir aquellas palabras, que escondían sonrisas tras los puntos de las íes y las comas.
Sabía que no debía dejar llevarse por sus emociones, pero por otro lado deseaba volver a vivir aquella experiencia de ir a.....
Doña Marta, ¿se encuentra bien-?- Gema entró por la puerta por la que anteriormente había salido y frenó en seco con la bandeja en la mano tras ver a Marta con una nota que le producía un brillo en los ojos que se podia incluso sentir desde otros rincones de la casa.-Se la ve muy feliz con esa nota, no me quiero meter donde no me llaman pero...¿de qué se trata? por supuesto que no está obligada a contarmelo perdóneme la confianza.- Gema entró al interior de la cocina donde estaba la isla y dejó la bandeja en el fregadero y miró a Marta, la cual seguía mirando el papel media embobada. La sirvienta volvió la vista al fregadero y comenzó a lavar la bandeja pensando que Marta la había ignorado por completo.
En realidad, Marta estaba disimulando nerviosismo, pues nadie más que ella puede saber lo que hay en esa nota escrito. Aprovechó que Gema estaba lavando la bandeja y otros trastes para sacar un papel en blanco y guardar el que tenía en la mano, apresurándose en escribir lo primero que se le ocurriera, así como un "te quiero" o algo parecido, se le ocurrió poner el nombre de Jaime abajo en forma de firma para parecer que Jaime era el que le había mandado esta nota. En todo momento miraba a la sirvienta, no sabía ni lo que estaba escribiendo, empezó a sudar, sabía que la esposa de su primo no era tonta y si la veía escribir en esa nota que ya estaba escrita, notaría algo raro o que podría sospechar sobre alguien que estuviera con Marta en secreto.
Suena muy loco, si, pero una vez Gema llegó a la casa grande gritando que Joaquín se estaba viendo con una mujer y que la estaba engañando. Resulta que había encontrado un pañuelo de mujer en el cajón del salón en el que Joaquín guardaba las llaves y la cartera todos los días, por lo que dió a entender que era de otra mujer. Ese pañuelo se lo había dejado Marta a su tía Digna ya que ésta lo iba a arreglar y le iba a coser los dos agujeros que tenía en un extremo del pañuelo, estaba en ese cajón porque Digna lo había puesto ahí junto a su cajita de madera de coser. Gema de siempre a sido un poco exagerada y dramática, pero se le quiere de todas formas.
Gema, perdona, ven, siéntate aquí conmigo, es una bobería.- La rubia terminó de escribir y guardó la pluma en el bolso. Dejó la nota sobre la mesa y la acercó a la silla más próxima a ella, invitando a la sirvienta a sentarse. Mostraba una cálida sonrisa, aunque por dentro, tenía los nervios a flor de piel.
Muchas gracias doña Marta, con permiso.- Gema se sentó en la silla de al lado de Marta y se acomodó la falda, luego cogió la nota y comenzó a leer. Marta, no encuentro el momento de volver a verte, estoy deseando abrazarte y decirte lo mucho que te quiero.- ¿Quién ha escrito esta carta? Es muy bonita- preguntó Gema, nunca había leído ninguna nota con esa letra tan "diferente" y particular.
ESTÁS LEYENDO
Si por amor fuera
RomanceDos almas confundidas destinadas a estar juntas, tanto, que conectan hasta en los sueños. Es posible ser felices unidas, pero a la vez es complicado. Damián de la Reina no acepta la situación de libertad a pleno 1998. Tendrán que abrir los ojos y de...