Si por amor fuera

Sustos

Holaa!! ¿Cómo están? Espero que bien. Aquí estamos con un maravilloso capítulo más que tanto os gusta, me hace feliz ver a tanta gente leyendo y apreciando mi historia, hay muchas cosas por contar y probablemente haga alguna que otra historia más, primero voy a terminar esta y ya veré lo que el destino me permita hacer.

Sin más dilación, disfruten 🫶🏻.

Doña Marta, qué sorpresa verla por aquí- dijo Carmen, mirando un poco sorprendida a Fina, mientras la hija de Isidro mantenía la mirada en cada movimiento de Marta- que suerte que la dejaran entrar, Fina antes me preguntó que si yo creía que su padre fuera a despertar y yo le dije que Carmen que me llamo se va a levantar hasta cantando.

Fina miró a Carmen y movió los ojos hacia Marta, diciéndole con sus gestos que se levantara a saludar a Marta, que aunque estuviera ahí de visita, seguía siendo la jefa de ellas. La andaluza abrió los ojos todo lo que le permitía su rostro al darse cuenta de lo que intentaba decir su mejor amiga. Carmen se levantó y saludó con dos besos en las mejillas a su jefa, la rubia le sonrió y la abrazó, mirando a Fina.

Me alegra que haya venido doña Marta- Fina levantó de la silla y sonrió a Carmen y luego centró su mirada en Marta, tentada a besarla. La abrazó y luego se dieron dos besos en las mejillas mientras Fina con la mano que no podía ver Carmen desde el lado en el que estaba, acariciaba la cintura de la rubia- puede sentarse en la silla en la que estaba sentada- comentó Fina, dándole el mejor asiento a su amiga.

Gracias- Marta puso una mano en el hombro de Fina mientras le sonreía y luego miró a Carmen para dirigirse hasta la silla y sentarse, tomando una de las manos de Isidro- solo me sentaré aquí por unos minutos, luego me sentaré al lado de Carmen, siempre que a ella no le importe, claro- rió la rubia mirando a ambas chicas y luego acariciando la mano de Isidro.

Yo no tengo problema alguno señora, usted tranquila- dijo la andaluza con su agradable sonrisa.
Fina se sentó al lado de su mejor amiga y apoyó su cabeza en el hombro de esta, deseaba hacer ese gesto sobre el hombro de Marta, pero no podía- puede quedarse tanto en esa silla como en esta habitación el tiempo que desee jefa- dijo la morena, viendo a Marta mirar a su padre y a ella seguidamente.

Ya decía yo que no era tú tipo la pelirroja....- dijo Carmen susurrándole a Fina- a ti te van más las rubias casadas- continuó hablando con retintín y soltando unas risas a lo bajito para no alarmar a Marta.

Fina se quitó del hombro de Carmen y le dió un pequeño empujón riéndose y negando con la cabeza aquella insinuación completamente correcta de la andaluza- está casada Carmen, ella tampoco es mi tipo- le dijo a Carmen al oído- es muy distante y la mirada que a veces nos dirige en la tienda cuando está seria o enfadada me da miedo- añadió la morena, sabiendo perfectamente que esas cosas que le acababa de decir a su mejor amiga la volvían completamente loca, le gusta todo de Marta.

Ay si, esas miradas dan miedo- dijo la andaluza creyendo a la morena. Era verdad que cuando Marta tenía un mal día, no lo decía con palabras, lo demostraba con los ojos, pasaban de un dulce azul color agua a pasar a un azul oscuro como la noche y terrorífico como una fiera salvaje- me habré equivocado entonces- confesó Carmen a Fina- <<me apuesto a que Fina le gusta Marta>>- dijo en su mente la dependienta andaluza.

Ambas continuaron hablando de diversas cosas, Carmen trataba de darle alguna conversación bonita de paisajes o de viajes a Fina para que no se preocupara tanto por Isidro, mientras Fina no paraba de decirle a Carmen que necesitaba volver a oír a su padre y verle sonreír.