Si por amor fuera

Lanzamiento

Hola!!!¿Cómo están? Espero que bien. Hoy es día de música, yupiii, elegí una canción de Nerea Gorriti, que como bien sabrán hace de Isabel en la serie jajajaja. He estado viendo capítulos que tenía atrasados de la serie que ya eran más de seis. Me gustaría darle un consejo a Digna (en la novela original): A Damián no le des ni los buenos días.

Ahora sí, os dejo con el capítulo.

Disfruten.

Damián cerró la puerta de la casa de Digna y se alejó caminando a pasos largos. Digna se quedó mirando a la puerta como si así fuera a ver a Damián tras ella. Volvió a la realidad y dejó la nota en la mesa que había al lado de las escaleras. Subió y terminó de colocar la caja en lo alto de su armario, luego bajó, cogió la nota y se sentó en el sofá.

A ver con qué me sorprendes hoy cuñado- dijo Digna, pues dos años después de la muerte de su hermana Catalina, esposa de Damian, este se dedicó a escribirle notas de amor y cariño a su cuñada. Estos últimos meses había dejado de darle cartas, supuso que tras ignorar cada palabra dedicada hacia ella en todas las cartas que el patrón le entregaba le haría rendirse de una vez y este dejaría de insistir en un amor que no tiene principio y fin.

En el despacho de la fábrica-

Buenas tardes Isabel- dijo Andrés, entrando en el despacho, viendo que Jesús ya estaba ahí, sentado en la silla de dirección, el menor de los De La Reina quería ir unos veinte minutos antes al lugar de la reunión para ponerse a dibujar, era una cosa que llevaba haciendo desde que era pequeño y que solo conocía Marta. Al estar Jesús, borró la sonrisa de su cara, saludando a su hermano mientras cerraba la puerta y tomaba asiento en la mesa directiva- pensé que no haya nadie, veo que me equivocaba- dijo Andrés, cruzándose de brazos mientras miraba a su hermano.

Pues te equivocaste sin duda- Jesús se recostó en la silla, mirando a su hermano como si de un bicho se tratase- hermanito, por mucho que me mires no se te va a pegar mi belleza- balbuceó el mayor de los hermanos De La Reina.

En el dispensario-

Hola! Tengo a un herido, necesitamos atención médica urgentemente- Rafael abrió la puerta del dispensario con la mano que tenía libre y pasó primero a Luis sin soltarlo y luego entró el.

Me duele mucho doctora- dijo Luis, apresurándose a llegar a la camilla a sentarse- se me cayó un líquido excesivamente caliente en la mano- dijo sollozando y apretando los ojos.

El recipiente cayó al suelo y era de cristal, se le clavaron algunos trozos en la pierna, tiene sangre en el zapato para que vea que es verdad- añadió el pelirrojo.

La doctora Borrel fue rápidamente hacia Luis a mirarle el brazo- es una quemadura superficial, le voy a poner una gasa con alcohol en lo que le preparo una pomada- Luz cogió una gasa, la mojó en alcohol y se la puso al perfumista sobre la quemadura, haciendo que se quejara de dolor- pelirrojo, si me hace el favor se pasarme ese tarro de ahí selo agradecería- pidió. Rafa le entregó el tarro y la doctora sacó unas tijeras y cortó el pantalón de Luis para ver mejor las heridas y para no hacerle daño al levantar el tejido de la ropa, los cristales habían traspasado el pantalón, por eso necesitaba cortarlo.

¿Es grave doctora?- preguntó Rafael, mirando a Luis, preocupado, el moreno solo miraba su mano y su pierna una y otra vez, dolorido.

Por suerte la quemadura y los cortes del cristal son superficiales, he podido quitarle todos los trozos de cristal que tenía en la pierna, le pondré una venda en esta parte de pie para evitar sangrado e infecciones- Luz cogió un trozo de venda que tenía en un bolsillo de la bata de médica y comenzó a vendar la pierna- no sueltes la gasa Luis, es importante que no se seque, necesito que esté húmedo para que la pomada haga su efecto.