¿si o no?

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Holaa!!¿Como están? Espero que bien, por aquí vengo con las pilas cargadas, la próxima vez no voy a decir *subiré 2-3 caps en la semana * porque viendo lo visto, no cumplí con lo que dije de subir entre semana los capítulos.
Con eso me doy cuenta de que tengo que cuadrar del todo mi agenda para poder escribir, así que, hoy lo que os voy a decir es lo siguiente: "yo iré subiendo capítulos cada vez que me sea posible".

Ahora, si el tiempo me lo permite, me gustaría tener una sorpresita por navidad, ya veré.

Ahora sí, os dejo con el capítulo.

Disfruten.


-Mi vida! El desayuno ya está preparado, baja a desayunar- dijo Carmen felizmente, sin parar de pensar en la ropa que iba a llevar y en cómo iba a dar los pasos hacia la puerta del local del recital, quería entrar  de manera elegante pero con un toque suyo.

Silencio.

-Tasio, no me hagas subir ar favó- la andaluza bajó su tono de felicidad a un tono más seco.

Silencio.

Carmen subió escaleras arriba y se quedó en la puerta de la habitación, viendo a su marido, el cual estaba mirando al suelo como punto fijo, aún sentado en la cama.

Pero hijo, ¿Tú estás tonto o qué te pasa? Ni que el desayuno estuviera en el piso vamos, es que solo hay que verte- Carmen fue hasta Tasio y le tocó el hombro, haciendo que diera un brinco del susto.

Anda, pero si está aquí mi preciosa mujer- pronunció un poco perdido y disimulado, dándole una pequeña sonrisa a su mujer.

Se levantó de la cama y halagó a Carmen, besándola y acompañándola a la puerta, diciéndole que se echaba agua en la cara y bajaba.

En la casa grande-

Mientras se sentaba.....acariciando su pelo...- decía Fina en voz baja, leyendo su libro, concentrada en cada una de las letras de este.

Marta abría los ojos cual si fuera un bebé, estirando las piernas y los brazos. Miró a su derecha y no vio a Fina, dio una ojeada a su alrededor y la vio sentada en el sofá de su habitación leyendo a Madame Bovary, sonriéndole al libro y leyendo en voz alta pero en tono suave. No se pudo resistir a sonreír, admirando a la mujer de su vida. Quería ir con ella al sofá pero se la veía muy concentrada.

En el comedor de la casa De La Reina-

Jesús llegaba de la mano de su esposa al desayuno, bajando lentamente mientras miraba a su hija bajar las escaleras a toda prisa.

Julia cariño, ve un poco más despacio, el desayuno no se va a ir a ningún lado- dijo Clotilde mientras daba un leve beso a su marido.

Tú madre tiene razón hija, ve con más cuidado- dijo Jesús, sonriéndole a Clotilde y mirando de reojo a su hija.

¡Felicidades Abuelo!- Julia corrió hasta Damián y lo abrazó, felicitándole por si cumpleaños.

Muchas gracias Julia, pensé que no te acordarás eh- rió Damián, dándole un achuchón a su nieta favorita, la única que tenía.- Hoy celebraremos mi cumpleaños en un terreno cerca de aquí con unos colegas empresarios míos, ya está todo organizado- alzó un poco más la voz para que Jesús lo escuchara también.

Si por amor fueraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora