Shock

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Holaa! ¿Cómo están? Espero que bien. Aquí estamos un día más con un maravilloso capítulo. Hoy es día de canción!! A partir de ahora voy a poner *es día de foto!- es día de música* para que sepan si hay sonido o no jaja.

No molesto más, disfruten.

Mi padre ha muerto.....- dijo Fina casi sin poder hablar, con la cara llena de lágrimas, tenía a Digna a su lado, llorando desconsoladamente mientras Damián tampoco dejaba de llorar e intentaba consolar a Digna, de la que está enamorada- ven....por favor- terminó de decir Fina, colgando y volviendo tras sus pasos hasta la habitación y sentándose en el sofá que había. Estaba muy asustada y nerviosa, no podía creer que se quedara sola, sin su padre, sin partes de su alma, sin un amigo, sin un referente....

En la tienda-

Carmen se quedó en shock con el teléfono en mano y estaba mirando la nada, Marta empezó a preguntarle que si estaba bien y la andaluza no respondía, se limitó a poner el teléfono en su sitio mientras observaba la nada y oía las voces de Marta y Claudia llamándola.

Carmen, ¿Ha pasado algo con la clienta?- dijo Claudia, que poco antes logró oír a Carmen hablar de jabones y supuso que era una clienta.

Con....con la clienta nada- respondió Carmen. Se frotó la cara con ambas manos y miró a todos lados- me tengo que ir- dijo, corriendo al almacén y cogiendo su bolso. La rubia siguió sus pasos, le pidió a Claudia que siguiera colocando jabones.

Carmen, no te vas a ir hasta que me digas qué ha ocurrido en esa llamada- exclamó Marta, un poco asustada por la expresión de su dependienta.- puedes confiar en mí

Doña Marta....la clienta-

Ambas sabemos que no era una clienta, deja de mentirme y cuéntame que ha pasado, si es algo que te repercute a ti o a alguna de las dependientas de la tienda es mi deber preocuparme y apoyaros en todo momento- inquirió la rubia, poniéndose un brazo tras la espalda.

No si a mí....- Carmen trató de decir algo pero no podía, Fina le pidió que no se lo contara a nadie, y nadie es nadie- me tengo que ir de verdad doña Marta....- dijo la morena, disculpándose y saliendo sin mirar atrás de la tienda. Marta, como jefa de tienda que era fue corriendo tras Carmen y la frenó- dime al menos que no es nada grave Carmen por favor

Es que lo es....- Carmen tras decir eso se puso nerviosa y salió corriendo más rápido aún para coger el primer bus e ir hasta el hospital a consolar a Fina, dejando a Marta con la palabra en la boca, se preocupó pero supo que no podía transmitir su miedo a Claudia, que era la única que había en la tienda y que tenía que atender a las clientas ya que ni Fina ni Carmen se encontraban disponibles en ese momento.

En el hospital-

Digna....yo no sé qué voy a hacer sin mi padre....yo me muero si no lo tengo a mi lado Digna- Fina no paraba de llorar, Digna era más adulta en el sentido de que ya había sufrido varias pérdidas, la más importante la de su marido, fue muy duro y desde ese entonces aprendió a controlar su tristeza y a controlar las lágrimas, algunos piensan que no llorar en situaciones difíciles es de hipócritas o de personas sin corazón, pero en realidad es valentía, la misma que tienen otros llorando, la tienen otros para mantenerse firmes aunque se estén destrozando por dentro.

Hija, me tienes a mí para lo que sea, sabes que siempre he sido como tú segunda madre.....lloraremos mucho la perdida de tu padre y le visitaremos todos los días o semanas al cementerio- dijo Digna, tratando de consolar a Fina. Al principio de sus palabras parecía que Fina se relajaba un poquito, pero tras decir la palabra *cementerio * le hizo recordar a la morena que a partir de ese momento había que hacer el funeral de su padre y ver cómo era enterrado por el resto de su difunta vida.

Si por amor fueraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora