Disimulo

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Holaa! Aquí estamos con un capítulo más que tengo fé de que os guste tanto como a mí dedicarle tiempo en escribirlo.

Disfruten del capítulo 🫶🏻.





Carmen y Fina fueron a la parada de bus a esperar a que el autobús pasara. Fina tardó un poco en llegar a la puerta de la colonia y no sabían si tenían que esperar a la siguiente. Por suerte el bus no había pasado todavía y pudieron cogerlo a la hora pensada.
Tranquilas fueron hablando por el camino, desde la colonia hasta el hospital había un techo, por no hablar de que se tenían que bajar en una parada cerca de una calle cerca del hospital e ir caminando, eso les podría llevar unos 12 minutos a un ritmo tranquilo.

Hablaron de las ventas del mes en la tienda, habían sido bastante buenas con respecto a meses, incluso años anteriores, se ve que con la llegada de Fina también llegaron mejores tiempos para la empresa, la morena opina que es pura casualidad, la andaluza apuesta a que su mejor amiga fue la causante de la buena suerte, lo tenía claro. También hablaron de la nueva compañera de habitación, Fina se vio en diversas veces tentada a soltarle lo que Tasio había echo con la chica nueva, consiguió mantener las formas y lo único que le dijo fue que tenían compañera nueva de cuarto y que se llamaba María - es un encanto, o eso me ha dicho Claudia al menos- confesó Fina, viendo la sonrisa de Carmen un poco apagada, la andaluza no quería ser remplazada por una pelirroja nueva así de repente. Fina le aseguró que para Claudia y para ella no hay mejor amistad que la suya, y que una chica nueva por mucho que no va a conseguir el cariño que le tienen.

En un abrir y cerrar de ojos estaban en la parada correspondiente y bajaron lo más rápido que pudieron, por poco se quedan en el bus conversando sin enterarse de nada. Al bajarse, una niña con un peluche de oso en la mano, saludó a Fina sonriéndole. Dicen que si un bebé o un niño mantiene la mirada puesta en ti, tienes una belleza superior al resto. La morena le devolvió la sonrisa y le saludó con la mano. A los segundos comenzaron a caminar hacia el hospital.


En la cantina-

Claudia había quedado con Mateo de forma amistosa en la cantina, de forma amistosa para ocultar más apariencias. De camino a la cantina se encontró a María, ella pensaba que estaba en paquetería con Tasio, así que fue hacia ella- oye María ¿tú no tienes que estar en el almacén en la sección de paquetería?- dijo Claudia, con las manos en las caderas.

Tasio me ha pedido que le lleve un café de la cantina hasta paquetería, me dijo que entre "colegas" se hacían favores los unos a los otros- María miró a Claudia con confianza, en cambio a Tasio le tenía miedo, le hablaba serio todo el rato y ni siquiera sabía porqué- de paso tomaré uno yo también- añadió, sacando una pequeña sonrisa de su rostro.

Tasio, Tasio..... No dejes que ese sinvergüenza te mande, el es un compañero tuyo no tu jefe, le voy a decir a su mujer que le cante las cuarenta pa que se deje de hacé el rey de to esto- exclamó Claudia, rodando los ojos mientras se imaginaba a Tasio con su gran cara pidiéndole a María el café- te acompaño a la cantina, que yo también voy a ir.
Ambas fueron hasta la cantina y la pelirroja fue hasta la barra a pedir su café y el de su "colega". Claudia fue a la mesa en la qie estaba sentado Mateo y lo saludó- pero bueno a quién tenemos aquí- dijo con una sonrisa increíblemente brillante- pero si es el padre Mateo nada menos.

Anda, déjate de alagos y de bromas- Mateo le mandó una sonrisa igual de brillante que la de ella, luego tomó tu mano y miró de un lado a otro tentado con besar la dulce mano que sostenía tanto con su propia mano como con el alma. Prefirió no arriesgarse y simplemente le acarició los dedos- ¿Ya pediste?- preguntó el cura. Claudia le dijo que no y Mateo se levantó- un café bien cargadito pero amargo- dijo, sabía que ese era el café favorito de su amiga.

Que bien me conoces- rió Claudia, viendo cómo el cura imitaba la risa y se iba a pedir los cafés. Al llegar a la barra notó la presencia de María, mientras esperaba a Gaspar miraba a Claudia, estaba muy enamorado, de todas formas no podía renunciar a su vida como sacerdote, los feligreses le adoraban y si se retirase solo traería sospechas desde un principio, sobre todo si empezara una relación con la extremeña.

Perdone....- dijo María con voz un tanto temblorosa, recordemos que era muy tímida.

¿Es a mí?- preguntó Mateo, mirando como Gaspar salía de la cocina y mirando de vez en cuando a María.

¿Eres el cura de la colonia?- preguntó la pelirroja, dando vueltas al café que tenía sobre la barra y tomando un sorbo

Así es, yo soy uno de los dos curas que hay en la colonia, el más veterano es don Agustín, el suele dar misa los domingos, yo me limito a perdonar los pecados de los feligreses mediante el secreto de confesión- respondió el curilla, sonriendo y mostrándose comprensivo con la chica, se notaba que no era de ahí- ¿Eres nueva aquí verdad?- preguntó

Si, mi gemelo y yo vivíamos en Madrid y nos surgió un puesto de trabajo en la fábrica de la Reina y qué mejor forma de empezar a ahorrar dinero para cumplir tus sueños que trabajar- explicó Maria, terminando su café, pensando en lo mal que lo estaba pasando en su casa, recibía malos tratos por parte de sus padres y Rafael la salvó incluso de la muerte en varias ocasiones- empezaré a ir a misa....el nombre de Agustín suena a señor mayor- María intentó reírse un poco para aprender a soltarse en la colonia, tenía que empezar a hacer amigos, nunca había tenido. Al igual que con Claudia, sintió confianza con Mateo.

Mientras ambos hablaban, Claudia miraba desde la lejanía con recelo. Decidió levantarse y pedirse ella el café.

Ya en el hospital.

Carmen, ¿De verdad crees que despertará?- las morenas empezaron a subir las escaleras para entrar a la habitación de Isidro Valero.

Que si mujer que si, ten un poquito de fé- dijo Carmen, calmando a Fina- a partir de ahora vas a empezar a venir a misa todos los domingos conmigo y no hay más que hablar- la andaluza preguntó a Fina el número de la habitación en la que residía su padre y estaba justo delante de esa puerta, tras abrirla dejó pasar a su mejor amiga primero para luego entrar ella y volver a cerrar la puerta.

<<Creo que me vendrá bien ir a misa>> dijo Fina en su mente- hola padre, ya estoy aquí, le traje sus revistas favoritas de coches, siempre me las leía para dormir, yo le suplicaba que me leyera la sección de coches en vez de un cuento de princesas- rió la morena, sentándose en la silla que había al lado de la camilla de su padre.

Yo lo veo bastante bien eh Fina- comentó la andaluza a su mejor amiga, confiando cada vez más en oír la voz de Isidro- cambiando un poco de tema amiga, la pelirroja roja esa...¿La ves guapa....? Ya sabes, para tí me refiero....- insinuó Carmen, levantando las cejas mientras se acomodaba en un sofá que había en la sala

Es linda si, pero no es mi tipo- dijo Fina, pensado en Marta, deseaba que entrara por esa puerta y la abrazara.

Hola chicas, me dieron un pase vip por tener una empresa familiar y no sé qué más- rió Marta, de buenas a primeras entró a la habitación dejando a Carmen un poco sorprendida y a Fina con un brillo en los ojos, había aparecido su amor tras pensar en ella, Fina había olvidado que a veces conectaba con el alma de Marta y la rubia sintió esa necesidad de ir a consolar y mimar a Fina, esa necesidad era el resultado de las palabras que dijo la morena en su mente.







Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que les haya gustado mucho.

¿Qué hará Marta, abrazará a Fina como la morena tenía pensado o se snetaria junto a Carmen, disimulando?

¿Será Claudia quien le diga a Carmen lo que Tasio estaba haciendo con María o lo dejaría pasar?

¿Será Fina quien abrace a Marta?

Lo sabremos en los próximos capítulos. Pasen feliz día, tarde o noche.

Os regalo un Mafin recién horneado de mis historias 🫶🏻.

Si por amor fueraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora