9 años después
El día es cálido a pesar de ser otoño, las hojas de los árboles son de un naranja intenso y comienzan a caerse acompañadas de esa brisa que se siente fría y agradable en el rostro. Hace algún tiempo que ansiaba visitar la mansión de los Drach y la invitación para el cumpleaños de Gareth fue la mejor noticia. No solemos venir a menudo por nuestra agenda pero unas semanas fuera de nuestra casa son un buen plan.
—No pensé que remodelarán la casa
—Gareth dijo que se veía vieja y fue él quién comenzó con la idea, fue un desastre completo
—Debió ser horrible aguantarlo
—No fueran malo pero cuando se pasó a la cocina comenzó el problema, se grado casi dos meses en terminarla y tuve que cocinar al aire libre —suspiro solo de recordarlo
—Ya es difícil cocinar para demanda gente en la cocina y hacerlo al aire libre debería ser tediosoA decir verdad el lugar se veía increíble ya no era de ese color café que se veía oscuro y deprimente, ahora la mayoría de la paredes estaban pintadas de blanco y la decoración era de diferentes tonalidades de verde y beige. Había más luz dentro de la casa y la habitación también se había cambiado, la última vez que había visto la habitación doble estaba pintada de un gris oscuro que me deprimía, ahora está pintado de un verde claro y la mayoría de muebles son blancos.
—Por curiosidad ¿has sabido de las gemelas? —ella pensó un momento pero negó con la cabeza, ambas habían desaparecido hace un tiempo
—No han ido a visitarte
—La última vez que las vi fue hace dos años, se que les encanta viajar a todos lados pero a veces me preocupo por ellas
—Son muy independientes —eran tan determinadas en cad suba de sus decisiones y si ambas estaba de acuerdo con irse a otro lugar lo hacían —Tengo una pregunta sobre ellas
—¿Qué te causa curiosidad?
—Tú las creaste no es así ¿Como las hiciste?
—Es una historia larga pero si quieres saber de ella puedo resumir la
—Sería agradable escuchar algo de tí
—En aquellos años solía pase sola pero periodos largos, me aburría y en una ocasión unos aldeanos me encontraron y debido a que era todo lo contrario que sus mujeres creyeron que era una bruja y quisieron matarme —fue el momento más molesto de mi vida debido a que yo no era una bruja, no estaba ni cerca de serlo —Me persiguieron y lastimaron con flechas hasta que pude deshacerme de ellos, termine pérdida en el bosque, un bosque que jamás había estudiado o visitado, estaba herida y entre más caminaban más me dolían los pies, cuando iba a detenerme me encontré con un oso muy particular
—¿Un oso? Que tiene de particular un oso
—Estaba muriendo, estaba tumbado en el suelo. Me recosté sobre él y vi sus ojos verdes llenos de lágrimas, estaba cansado y débil como para defenderse. Pensó qué iba a lastimarlo pero trate de mostrarle que no iba hacerlo —era un oso espléndidamente bello, su pelaje oscuro con un tan solo parche de color blanco en la coronilla, sus ojos llenos de brillo me hicieron ver que no era un monstruo como aquellos humanos de los que huía —El quería vivir tanto como yo. Tome su corazón y lo coloque en aquellos dos cuerpos de barro que cree, antes de que partiera le dije que lo esperaría y así fueAquellos dos cuerpos de barro se convirtieron en dos de carne y hueso, con la mitad de un corazón cada uno, aquel oso era hembra y por ende los cuerpos se convirtieron en el de una mujer, su cabello tan oscuro como el de aquel oso y decorado con una mancha blanca en la coronilla, sus ojos verdes llenos de vida y brillo. Su cuerpo era más pequeño al que había hecho él oso era más joven de lo que creía.
Ambas me reconocieron y agradecieron con una sonrisa, le había dado la vida aunque dividida.
—Eso e impresionante, creía que sólo Dios podía crear a las personas
—Ellas no son personas comunes, son un espíritu animal que a vivido por años y lo seguirá asiendo
—Espero que ambas estén bien
—Lo están, no tengo pruebas pero mi corazón me lo dice
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Propiedad de un demonio.
Teen Fiction✠¡Oh, mi Dios he pecado! Fueron las palabras más blasfemas que salieron de mi boca al tener a ese hombre sobre mi, un vaivén de emociones desbordándose a flor de piel en cada uno de los fragmentos que forman mi alma. Pero a quién le importa un alma...