CAPÍTULO 29

62 6 0
                                    

Laurent era el único que sabía la verdad sobre mis heridas y el único que supo que había pasado con mi cuerpo la noche de luna llena, era más viejo que todos en la casa y tenía mayor conocimiento de los rituales que Lilith hacía para sus favoritos, su advertencia fue una amenaza.

El hombre me tomó del brazo y me clavó una navaja que sacó de inmediato, el miedo qué me abordó al ver la sangre brotando de mi brazo me alarmó, pero que regresara a mi brazo y que se cerrará fue lo que me dejó estática. Lo que había bebido no era algún tipo de brebaje que pudiera hacerse con cualquier sustancia, era sangre de primera línea o como lo trato de resumir sangre de Samael y Lilith mezclada con lágrimas de un recién nacido.

Si la herida por alguna razón fuera de mayor tamaño si se pierde una cantidad de sangre pero al solo ser apuñalada como lo hizo él, no es de mayor gravedad. Laurent estaba guardando mis secretos a pesar de no tener un buen comienzo, pero ahora estaba a mano, me había apuñalado y advertido de los peligros que podría tener si se enteraban que era yo el peligro.

—Debe ser un alivio el poder comer otra vez —Lleve un pedazo de carne a mi boca, uno de los placeres de la vida es comer y al fín podía llenar mi estómago

—Aún no sabes qué pudo causar ese cambio en su cuerpo —Sebastián se dirigió a Laurent

—Conozco muchas cosas sobre el cambio en el cuerpo, pero que sea repentino, todo es escaso, la luna suele tener mayor aporte a esos cambios —tenía que agradecer a ese hombre por sus mentiras

—¿La luna?

—Solo las brujas usan la luna Laurent

—También los licántropos, muchos seres extraños usan la luna, no solo esas putas —Laurent no se llevaba con las brujas no porque le hicieran algo directamente a él, pero si le habían quitado a alguien en especial y eso lo había llenado de rencor hacia ellas —Pero voy a tratar de buscar que acto sobrenatural le afecto a tu novia

—No debería molestarte —a él no le importaba eso, solo quería divertirse con mi miedo

—Últimamente no tengo nada interesante que hacer, tratar de descifrar el acto sobrenatural que en luna llena te toco sería interesante

—Diviértete entonces

—Deberías confiar en él —no es que desconfiara de él, pero buscar algo que es obvio le parece divertido

—No lo conozco lo suficiente, pero es más viejo que ustedes y el tiempo que lleva en esta mundo lo a utilizado para llenarse de conocimiento, confío en su magnífico cerebro —dirigí mi vista a Laurent —Pero no me interesa en lo más mínimo lo que me sucedio, estoy bien y eso me es suficiente.

—Pues a mi si me interesa qué fue lo que sucedió, tú cuerpo es el de un humano común y que las heridas desaparecieran de un día a otro no es normal —tenía la necesidad de decirle directamente lo que me sucedió pero solo le sonreí

—Sí él descubre lo que me paso, que solo te lo haga saber a ti entonces

Después del silencio abrumador que se formó en el comedor cada quien se fue por su lado a terminar sus actividades del día, tenía que fingir estar bien todo el tiempo o al menos que nada de lo que pasaba a mi alrededor me interesaba, con la única persona que tenía conversaciones cómodas era con Isobel. Ella estaba feliz de que mejorara, llegó a comentarme que se sentía mal al verme en cama todo el día y agradeció que le importara mi estado de salud.

Pero Sebastián no estaba nada feliz, al parecer no estaba nada familiarizado con los actos sobrenaturales que suceden a su alrededor, a pesar de ser un ente sobrenatural salido del averno. Y por más que intentara sacarle información a Laurent solo obtenía las mismas respuestas una y otra vez, comenzaba a molestarle ese hecho y cuestionaba la información que él hombre tenía.

Propiedad de un demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora