Capítulo 22

75 15 1
                                    

Descubrir toda la horrible verdad sobre el gran líder Jin GuangYao, ha dejado una atmósfera incómoda entre todas las sectas, pues es más que evidente que Wei Ying fue un peón más en su gran juego.

Lan Zhan ha dejado la sala de conferencias, necesita un poco de aire, los jardines en Lotus Pier son hermosos, solo puede imaginarse a Wei Ying creciendo en ellos, se sienta junto a la pequeña fuente; no sabe cómo sentirse, siempre creyó firmemente en la inocencia de su alfa, ahora que todo sale a la luz se siente aliviado pero su corazón duele, tantas cosas que pudieron evitarse, todos estos años de sufrimiento, su familia pudo estar siempre conpleta, y este pensamiento es abrumador, porque de pronto lo invaden pensamientos de cómo hubiera sido todo, la emoción de Wei Ying al enterarse de su embarazo, la crianza de ambos cachorros, lo feliz que sus niños hubieran crecido, Lan Zhan esta consiente que la vida de sus pequeños no ha sido fácil.

Cuando el exilió de tres años terminó, fue anunciado al mundo de la cultivacion que el gran HanGuang-Jun era madre de dos niños, la secta Lan no menciona en ningún momento quien es el otro padre, pero los líderes de las grandes sectas exigen saber quien causó tal deshonra al pulcro jade, al no hacerse cargo de el. Con tanta presión por largos meses no pueden seguir ocultando lo que ya todo el mundo sospecha, al confirmarse que Wei Ying es el otro progenitor, empiezan los intentos por deshacerse de la descendencia del temible patriarca de Yiling, la seguridad en Gusu y alrededor de los niños creció el triple, sorprendentemente la única secta que se une para protegerlos es Lotus pier, la única condición era que Jiāng WǎnYín, quería conocerlos, Lan Zhan quería negarse pero no podía ser egoísta y arriesgar la vida de sus hijos, el encuentro fue breve, ninguno se dirigió la palabra, Jiang Cheng sólo observó a ambos niños por un rato, para luego darse la vuelta e irse.

Además de las amenazas de muerte, sus hijos tuvieron que soportar las miradas de odio y desagrado, e incluso el ser excluido por los demás niños, al recordarse de todo esto las lágrimas caen de sus ojos, siente que no puede respirar y un dolor vuelve a a recorrer su vientre.

Lan JingYi junto a otros menores estaban en busca de algo de comer, cuando puede ver la figura de su madre, decide acercarse, al ver el estado en que se encontraba va de prisa hasta su lado y lo llama preocupado.

- A-Niang...

La voz preocupada de su adorado Yuying lo hace volver un poco a la realidad.

- ¿Te encuentras bien? - dice mientras lo abraza.

Lan Zhan no puede articular palabras, siente que su voz no sale, está cansado de mostrarse fuerte ante todo, y por primera vez decide ser honesto con sus sentimientos y con su cachorro, así que solo lo abraza y continúa llorando. JingYi no sabe qué hacer, su madre estaba en un estado tan vulnerable, solo puede liberar feromonas calmantes y cubrirlo con su cuerpo para que nadie más lo mire en tal estado.

- A-Niang ¿Qué necesitas?

- Alfa, A-Yuan - son las únicas dos palabras que puede pronunciar, su voz es suave y entrecortada.

- Rápido, llamen a mi Die y SiZhui- JingYi les grita a sus amigos.

JingYi siente eterno la llegada de su padre y hermano, hasta que al fin ve a ambos corriendo hasta ellos.

- Lan Zhan ¿amor que sucede?

Wei Ying pregunta con voz suave, mira a su hijo y su corazón se parte al verlo contener sus lágrimas, su pequeño quiere ser fuerte para su madre, Lan SiZhui se acerca a abrazarlo y Wei Ying se acerca hasta la pequeña multitud que se había acercado a observar.

- Todo se encuentra bien - su voz es firme- si pudieran dejarnos solos y darnos este espacio, se los agradecería.

Todos comienzan a alejarse, aún le tienen cierto temor al patriarca de Yiling, el único que queda es Jiang Cheng quien lo mira profundamente.

- Usa tu vieja habitación para estar con tu familia - es lo único que dice para marcharse.

Wei Ying esta en shock pensó que su habitación ya no existía en Lotus Pier, sale de su asombro para acercarse hasta su familia.

- Permiteme JingYi...

Wei Ying aleja a su hijo para poder tomar a su Omega en brazos, Lan Zhan envuelve el cuello del alfa con sus brazos y esconde su cara en busca de la glándula de olor.

- Siganme

Wei Ying guía a sus hijos hasta su antigua habitación, al llegar todo esta tal como lo recuerda, el lugar está tan limpio que parece que alguien habitara en el, los lleva a todos hasta su cama ahí los tres se encargan de llenar de mimos y feromanas calmantes a Lan Zhan, quien poco a poco se va quedando dormido.

- A-yuan, A-Yuying... - Wei Ying no sabe cómo empezar- Yo, lo siento, siento el sufrimiento que les he causado a ustedes y sobre todo a su hermoso A-Niang.

- No debes...

Wei Ying interrumpe a Lan SiZhui.

- Claro que debo, desde el momento en que pensé que quería que Lan Zhan fuera mi Omega, tenía que haberlo elegido a él sobre todo, pero no lo priorice, y eso le ha causado un daño terrible - Su voz se corta- los he dañado a ustedes, no imagino por todo lo que tuvieron que pasar solo por ser mis hijos.

Ambos cachorros han empezado a derramar lágrimas, cada uno ama a su padre, su madre se encargo desde pequeños a que conocieran quien en realidad era Wei Ying, aunque JingYi sentía un poco de resentimiento al principio, ya que algunas noches cuando Lan Zhan pensaba que dormían lloraba en silencio, incluso esta no era la primera vez que presenciaba uno de estos ataques, presenció otro mucho más fuerte y fue desgarrador mirar como su pobre madre trataba de hacerse daño.

- Te perdono A-Die - JingYi es el primero en hablar

- Yo también.

Los dos lo abrazan y le dan un beso en la mejilla.

Para Wein Ying es maravilloso este tiempo con su pequeña familia, la tarde es tranquila, la luz suave del sol se filtra a través de las cortinas, creando un ambiente acogedor en la habitación. Wei Ying se había reclinado en el respaldo de la cama, disfrutando de la calidez de la compañía. Lan Zhan seguía cómodamente dormido en su regazo, su rostro aún oculto en el cuello del alfa buscando consuelo en el aroma familiar y la calidez de su pareja.

A su lado, Lan SiZhui yacía con los ojos cerrados, abrazando con ternura ambos cuerpos, sintiendo la paz que emanaba de esa pequeña reunión familiar. Lan JingYi, del otro lado, se acurrucaba igualmente, rodeando a su padre y a su madre con sus brazos, sonriendo en sueños al sentir la conexión entre ellos. La cama se convertía en un refugio, donde el amor y la seguridad reinaban.

Wei Ying miraba a sus hijos con orgullo y amor, mientras Lan Zhan, sintiendo la calidez de todos, permitía que la serenidad lo envolviera. En ese instante, todo lo demás desaparecía; solo existían ellos, juntos, en un mundo que parecía perfecto.

Volvernos a EncontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora