Capítulo 30

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La noticia del embarazo de Lan Zhan solo se le fue comunicada a Lan QiRen, quien apesar de su sorpresa había un brillo de felicidad en sus ojos, después de la extensa charla que tuvo junto a Wei Ying las cosas entre ellos han mejorado notoriamente. La noticia sería dada al mundo del cultivo luego de que Lan Zhan pasara los primeros tres meses que eran los más riesgoso, lo que ya todo el mundo sabía era que en dos semanas se estaría celebrando la boda del gran HanGuang-Jun y el Patriarca de Yiling.

Estos días Wei Ying es quien se ha estado levantado temprano para preparar el desayuno o mas bien para ir a la cocina y supervisar a los cocineros, mientras Lan Zhan duerme profundamente. Wei Ying lleva el desayuno hasta el Jinshi, lo dej sobre la mesa y luego va hasta la cama para ver a Lan Zhan, observa como la luz del amanecer que entra por las ventanas, ilumina el rostro sereno de Lan Zhan, esto provoca una sonrisa en el Wei Ying quién esta maravillado.

Wri Ying se a estado informando y sabe que el embarazo en los omegas masculinos es más complicado, y aunque por supiesto que esta emocionado, también siente cierta preocupación. Wei Ying ha prometido cuidar a Lan Zhan en cada momento, y esta decidido a hacer de estos nueve meses algo especial, aunque supiera que serían duros.

Poco después, Lan Zhan comienza a despertarse. Abre los ojos y se encuentra a Wei Ying mirándolo con ternura. Se incorporó despacio, sintiendo una ligera náusea, pero ignorándola.

- Buenos días, Lan Zhan - saluda Wei Ying, acercándose para besarle la frente- ¿Cómo te sientes hoy?

Lan Zhan cerró los ojos y suspiró.

- Me siento... bien, solo un poco mareado.

Wei Ying frunce el ceño con preocupación y ayuda a Lan Zhan a levantarse con cuidado. Lo lleva al baño, asegurándose de que tuviera todo lo que necesita. Pero apenas dan unos pasos cuando Lan Zhan siente cómo su estómago se revuelve. Sin poder evitarlo, corre hacia el cesto de basura y empieza a vomitar.

Wei Ying va hasta su lado, sosteniendo el cabello y acariciando la espalda mientras el omega trataba de controlar la náusea, respira con dificultad, intentando calmarse, pero el malestar no disminuía.

- Lo siento... - murmura entre jadeos, avergonzado.

- No tienes que disculparte, amor- Wei Ying dice con suvidad- Es completamente normal, ¿recuerdas lo que dijo el médico? Las náuseas pueden ser más intensas los primeros meses. Estoy aquí contigo, no tienes que pasar por esto solo.

El omega asiente, aún sin levantar la vista. Una vez que logra tranquilizarse un poco, Wei Ying lo ayuda a regresar al dormitorio. Lo recuesta y le ofrece un vaso con agua. Al cabo de unos minutos, el malestar disminuyó, pero el cansancio era evidente en su rostro. Wei Ying, con una sonrisa cálida, le acaricia la mejilla.

- Hoy voy a encargarme de todo - le asegura- Solo descansa.

Los siguientes días Wei Ying junto a Lan QiRen y Lan XiChen se encargaban de organizar todo lo necesario para la boda, mientras Lan JingYi y Lan Yuan se ocupaban de cuidar a su madre, Lan Zhan ayudaba con sugerencias y se encargo de el diseño de lo que vestirán en un día tan especial.

Y el tan esperado día llego, los discípulos de las diferentes sectas empezaban a llegar.

El gran salón de la secta Gusu Lan, decorado para la ocasión con sedas rojas y doradas que caían como cascadas de fuego, todo parecía resplandecer con una energía vibrante y solemne. La atmósfera estaba impregnada de incienso de sándalo y flores de ciruelo, un perfume delicado que llenaba el aire, honrando a los invitados y a los novios que estaban por unirse en matrimonio.

Lan Zhan, siempre reservado y estoico, llevaba un vestido tradicional chino rojo, un color poco usual para él, pero que sin duda quedaba hermoso en su tono de piel. La túnica larga caía con elegancia, bordada con finos hilos dorados que trazaban patrones de dragones y nubes, símbolos de poder y prosperidad. Su cabello oscuro, generalmente atado solo con el sello de su secta, estaba recogido en un moño alto, sujeto con un broche de jade blanco que contrastaba sutilmente con el rojo intenso de su atuendo. Un velo de seda suave colgaba del broche, cubriendo su rostro en señal de modestia y respeto, pero dejaba entrever su mirada serena y profunda, que buscaba siempre a Wei Ying entre la multitud.

Por otro lado, Wei Ying lucía una túnica roja, llena de vida y en armonía con su personalidad. Su vestimenta, menos formal que la de Lan Zhan, tenía bordados de fénix y flores de loto en un diseño dinámico y audaz, reflejando su espíritu libre y apasionado. Su cabello estaba suelto, excepto por una pequeña sección recogida detrás de su cabeza y atada con un lazo de color rojo brillante, un gesto que mantenía cierta informalidad, pero a su vez simbolizaba su disposición a unirse a Lan Zhan en un lazo irrompible.

Cuando ambos se encontraron en el centro del salón, todos los presentes guardaron silencio. Lan Zhan y Wei Ying intercambiaron una mirada llena de amor y promesas no dichas, un lazo tácito entre dos almas que habían pasado por tanto para llegar a este momento. Se inclinaban ante el altar de los ancestros, luego ante el altar del cielo y la tierra, y finalmente, el uno ante el otro, sellando su promesa de unión.

Con cada gesto ceremonial, cada inclinación y cada palabra en sus votos, Lan Zhan y Wei Ying no solo formalizaban su amor, sino que también rompían con tradiciones e imponían una nueva historia de amor en el legado de sus sectas. En esa boda, rodeados de rojo y dorado, Lan Zhan y Wei Ying se convirtieron en compañeros eternos, desafiando las normas y celebrando el amor que les había dado vida y significado.

La boda seguía con el ambiente festivo y tranquilo, y tras los votos de Lan Zhan y Wei Ying, los invitados comenzaban a acercarse a la pareja para dar sus felicitaciones. En medio de las felicitaciones, Jiang Cheng se acerca a Wei Ying y Lan Zhan con una expresión algo seria, pero sus ojos mostraban un brillo de paz.

- Parece que al final de todo encontraste a alguien dispuesto a aguantarte, Wei Wuxian - dijo con un tono que intentaba ser burlón, pero sonaba sincero- Felicidades... a ambos.

Wei Ying sonríe, visiblemente conmovido. Después del incidente en el templo, él y Jiang Cheng habían hablado y sanado viejas heridas. No estaba todo completamente resuelto, pero en sus miradas había un entendimiento nuevo.

Lan Zhan inclinó la cabeza respetuosamente y agradeció en voz baja, mientras Wei Ying y Jiang Cheng intercambiaban una sonrisa cargada de significados. Por primera vez en años, parecían en paz.

Algo en lo que ambos se habían fijado es que Jiang Cheng y Lan Xichen se habían vuelto muy, pero muy cercanos últimamente, durante lo que restaba de la boda no se separaron del lado del otro.

Las siguientes semanas son un verdadero reto para Lan Zhan. Las náuseas aparecían en cualquier momento, a veces sin previo aviso, y a menudo lo dejaban exhausto. Wei Ying había comenzado a preparar comidas suaves y frías, como el médico les había sugerido, y se aseguraba de que Lan Zhan estuviera siempre cómodo. Aunque algunas veces, ni siquiera eso ayudaba, y ver a su esposo tan decaído preocupaba a Wei Ying profundamente.

Un día en particular, Lan Zhan se sentía especialmente malhumorado. Había tenido una noche difícil, despertándose varias veces debido a las náuseas y el malestar general. Al amanecer, Wei Ying le había traído un plato de fruta fresca al cuarto, esperando que algo ligero pudiera aliviarlo. Sin embargo, tan pronto como el aroma llegó a Lan Zhan, una expresión de disgusto apareció en su rostro.

- ¿Puedes... sacarlo? - pidió con voz tensa- No soporto el olor.

Wei Ying retiró el plato de inmediato, tratando de ocultar su desconcierto.

- Claro, lo siento - dice con suavidad.

Pero Lan Zhan no pudo evitar sentir una punzada de culpabilidad. Sabía que Wei Ying hacía todo lo posible para cuidarlo, pero su propio humor era impredecible. A veces sentía una irritabilidad que no lograba controlar, y eso lo hacía sentir culpable.

Unos minutos después, Wei Ying regresó, esta vez con un té de jengibre.

- Tranquilo, esto no tiene mucho olor -dice, sonriendo con amor- Tal vez te ayude a calmar el estómago.

Lan Zhan aceptó el té con un suspiro y bebió un poco, agradecido.

- Siento ponerme de mal humor.

- Amor, no tienes porqué disculparte

- Claro que sí, solo tratas de hacer todo mejor, pero, no entiendo porque este embarazo está siendo más complicado.

- Todo estará bien, pronto tendremos a ese pequeño o pequeña con nosotros.

Lan Zhan sonríe, ver la emoción de Wei Ying hace que todo valga la pena.

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