Capítulo 35

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Los días pasan con una mezcla de esperanza y desesperación, hasta que al noveno día reciben una pista. Lan SiZhui, quien no había dejado de buscar ni un solo día, llegó corriendo al lugar donde Wei Ying y Jiang Cheng estaban organizando una patrulla.

-¡Hay un rastro! - grita, su voz cargada de urgencia- Alguien vio a gente cerca del antiguo campamento que Jin GuangYao solía usar en las montañas. ¡Tenemos que ir ahora!

Wei Ying asiente, su corazón late con fuerza al escuchar la noticia. Se vuelve hacia Lan Zhan, quien también ha salido a pesar de su delicado estado.

- Lan Zhan, quédate aquí. No puedo permitir que te pongas en peligro- dice Wei Ying con firmeza.

- No me quedaré aquí, Wei Ying- responde Lan Zhan con voz decidida, con una mano sobre su vientre- JingYi me necesita, y estaré allí para él.

Wei Ying lo mira con preocupación, pero sabe que nada lo hará cambiar de opinión. Tomando una profunda respiración, aceptó que irán juntos.

Finalmente llegan al campamento abandonado en las montañas. Los discípulos de la secta Lan, la secta Jiang, y Wei Ying se desplegan en silencio, listos para cualquier emboscada. A medida que se acercan, escuchan el sonido de una voz familiar.

- ¡Sueltenme! ¡Déjenme ir! - grita Lan JingYi, aunque su voz suena débil, como si hubiera perdido fuerzas.

El corazón de Lan Zhan da un vuelco al escuchar la voz de su hijo. Sin pensarlo, avanza a pesar de las advertencias de Wei Ying. Abre la puerta de la pequeña cabaña, y allí esta su pequeño cachorro, atado y herido, pero vivo.

- ¡A-Yuying! -exclama Lan Zhan, trata de acercarse pero es detenido por tres personas que lo apuntan con sus espadas, haciendo que desenvaine a Bichen.

- A-Niang - JingYi llora.

- Me llevaré a mi cachorro

- Vaya, vaya... Siempre el gran HanGuang-Jun con su orgullo por los cielos, ¿acaso no reconoces la situación en la que te encuentras?

Lan Zhan puede escuchar el sonido de lucha que proviene de afuera, y la preocupación se instala en su pecho. Con cada palabra su determinación crece, pero también lo hace la presión que siente en su abdomen, recordándole que tiene que ser cuidadoso.

Wei Ying, por fin entra hasta donde esta Lan Zhan y su hijo, Observa la escena con una mezcla de preocupación y rabia contenida, esta listo para destrozar a todo aquel que ha dañado a su familia.

- Basta de juegos - dice Wei Ying con una voz peligrosa- Han tocado a mi familia, y eso no quedará impune.

Los tres hombres que rodean a Lan Zhan intercambian miradas nerviosas, pero mantienen sus espadas levantadas. En un movimiento rápido Lan Zhan ataca a uno de ellos con el destello de su espada, los demás se ponen alerta y devuelven el ataque, Wei Ying esta por ayudar pero uno de ellos el cual si no se equivoca debe ser el líder intenta escapar.

Wei Ying, con un movimiento fluido, desenfunda su Flauta Chenqing y toca una nota baja y poderosa que resuena en el aire, logra derribar al hombre sin problemas, los dos hombres que atacan a Lan Zhan titubean, y de pronto sienten cómo la energía oscura de Wei Ying los invade, debilitando sus voluntades.

- ¿Creen que pueden derribarnos? - continúa Wei Ying con una sonrisa que no llega a sus ojos- Esta será su única oportunidad de soltar las armas y rendirse.

Lan Zhan, aunque cansado por la situación y por el esfuerzo de atacar con su espada , da un paso llegando hasta su hijo, protegiendo a JingYi con su postura. Sus ojos se clavan en los hombres que lo confrontan.

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