Muy Encubierto |Harry Styles & Tú|

Capitulo 22

Me puse en posición de guardia mientras ajustaba los guantes que me había puesto. Empujé el mechón de mi cabello hacia atrás y me atreví a dar el primer golpe. Me lo esquivó agachándose antes de que mi mano pudiera pasar de los 5 centímetros de distancia. Él sonrió. Diablos...

Con mi mano derecha pegada a mi mandíbula, volví a lanzar otro golpe con mi mano izquierda desde abajo hacia el mentón de Harry, pero me lo volvió a esquivar a la vez que me golpeaba con la parte superior de su brazo.

- ¿Enserio eso es lo mejor que tienes? - Volvió a sonreír con aire de superioridad y me molesté. ¿Por qué no lanzaba ningún golpe él?

- Solo estoy calentando, esto recién es el principio. - Me intenté excusar cuándo volví a lanzar otro golpe que le dio directo en la mejilla. Agachó su cabeza en sinónimo de dolor pero me tomó del brazo tirándome hacia abajo y dejándome de rodillas. Aproveché la única oportunidad que tenía de golpearlo con mi pie en la parte trasera de su pierna. El lanzó un pequeño grito ahogado y la qué sonrió esta vez fui yo. Volví a levantarme y a ponerme en guardia sin dejarle tiempo a ponerse en posición y poder golpearlo en en el estomago. Me tomó por detrás y me dio un fuerte golpe en la espalda. - Hasta que te atreves a golpearme. - Volví a hablar pero me quitó la palabra cuándo intentó lanzarme una patada en la parte posterior de mi pierna, cosa que hizo que perdiera un poco mi equilibrio. Lancé una patada hacia su torso y un golpe a su rostro; pero sujetó mi brazo fuertemente antes de que mi mano pudiera rozar su mejilla.

Estábamos a unos pocos y escasos centímetros. Él me miró fijamente con la respiración agitada y lo único en lo que me pude concentrar fue en sus ojos de color verde.

1, 2, 3, 4... 5 segundos habían pasado tan solo cuándo me volvió a tirar al piso. Me agarré fuertemente a él haciendo que cayera conmigo.

Tenía mi torso pegado al suelo del gimnasio y a Harry encima mio. No me estaba molestando para nada el hecho de que estuviéramos en esta posición.

- "Estoy segura de que te puedo ganar en un round de boxeo" - Dijo imitando mi voz a la vez que se burlaba. Él rió sin cesar. Ya había logrado hacerme enojar de nuevo. Él no me podía ganar. Lo inspeccioné de pies a cabeza como pude y solo se me ocurrió una idea para dar vuelta esta "pelea". Incliné mi rodilla hacia adelante para poder subir mi pie y rozar su abdomen. La expresión de Harry cambió totalmente. - ¿Qué estas haciendo? - Se retorció un poco en el lugar cuándo bajé más mi pie hacia la parte baja de su musculosa, aquella que rozaba el principio de su short. Harry cerró los ojos pero no mostró ningún interés en moverse de su lugar. Sonreí y aproveche aquella situación para darlo vuelta y quedar encima de él. La que ganaba esta vez era yo. Sujeté fuertemente sus dos brazos sin dejarlo mover.

- La verdad... - Hablé mientras él intentaba zafarse de mi agarre. - ...sí estoy segura de que te puedo ganar en un round de boxeo. - Dije y me levanté volviéndolo a golpear fuerte en la pierna.

Harry gimió de dolor por lo bajo. Sonreí ampliamente al ver como se levantaba.

- Supongo que estamos a mano. - Dijo haciendo catarsis a la audición de Láser Shoot.

- Por ahora... - Aclaré mientras se acercaba a mi. Miré a mi alrededor y algunos miraban divertidos la escena que habíamos causado. Hice un reverencia hacia aquellos que me sonreían, y me aplaudieron. A la mayoría los conocía pero no recordaba sus nombres. "Harry Styles vencido por una chica" pensé. Ya me imaginaba lo que podrían llegar a decir de él ahora.

- ¿Cómo es posible que seas tan buena en estas cosas? - Preguntó con los ojos entrecerrados analizándome. - Digo... solo eres una chica. - Aclaró y fue lo peor que pudo decir.

- ¿Insinúas que una chica no es capaz de hacer lo que un hombre hace? ¿Acaso te quedaste en el siglo XIX? - Pregunté con tono dominante.

- No me lo tomes a mal. - Sonrió de costado mostrando sus hoyuelos. - Solo digo que lo primero que piensa una persona al verte es diferente a lo que eres. - ¿A qué se refería con eso? No lo entendía.

- ¿Y qué fue lo primero que pensaste tú al verme por primera vez? - Pregunté curiosa.

- No quieres saberlo. - Dijo cautamente.

- ¿Ah no? - Levanté unas de mis cejas y él negó con la cabeza. Se acercó aún más a mi y me tomó de la cintura.

- No. - Susurró. Mordí mi labio inferior y luego me besó. Con sus labios junto a los míos, no deje de besarlo en ningún momento. Me sujetó fuerte a él mientras una de mis manos subía hacia su cabello para acariciarlo y profundizar el beso. Deslizó su lengua por mi labio inferior dando entrada a mi boca hasta que me separé de él. Mi corazón latía rápidamente después de aquel gran beso. Sin posar ninguna mirada en él, miré hacia mis costados para ver si alguien nos había visto. No es que me avergonzara que me vieran besando a alguien en público, pero después de lo de Calvin me había quedado un poco paranoica al parecer.

Puse mi mano en su pecho apartándolo un poco de mi.

- ¿Y eso por qué fue? - Pregunté refiriéndome al inesperado beso.

- ¿Qué? No puedes decirme que no te gustó. - No respondí. Estaba más que claro que me había gustado, pero no se lo iba a decir sabiendo que le podía crecer el ego. Él sonrió de lado esperando a que hablara.

- Me tengo que ir. - Indiqué retrocediendo unos pasos. - Como mencioné antes... siempre tengo planes los sábados y ya excedí mi tiempo libre. - Mentí. Caminé alejándome un poco de él pero Harry me retuvo tomándome del brazo.

- Espera... - Dijo y me di vuelta para verlo. - Nos vemos. - Sonrió y me guiñó un ojo.

Le correspondí la sonrisa para volver a mi cuarto con las plataformas agarradas en mis manos. Moría de hambre, y mi cuerpo me pedía agua. Los efectos de haber tomado anoche empezaban a aparecer en no tan grande cantidad. Por suerte no tenía resaca. Gracias a dios...

...

Eran las 19:48hs y recién habíamos vuelto del refugio. Estaba súper cansada. Me tiré de un salto al sillón mientras las chicas caminaban adentro de nuestra habitación. Candie fue la última en entrar.

- Necesito dormir mil años si es posible. - Dije estirando mis brazos. Doll se acomodó al lado mio y me miró de reojo. No habíamos hablado en todo el día pero ella aún seguía teniendo la sonrisa más grande plasmada en su rostro. Y estaba muy segura de saber por qué pero no quería que ella me lo dijera.

- Sí, yo también. - Acotó cuándo finalmente me miró.