Capitulo 27

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- ¿Sabes qué? - Dijo sacándome de mis pensamientos.

- ¿Qué? -

- Nunca hemos tenido una primer cita. -

- No soy esa clase de chica, Styles. - Aclaré soltándome de su agarre. - Si hay algo que tienes que saber sobre mi es que no tengo citas, y mucho menos relaciones formales. -

- ¿Y por qué no? - No respondí. La verdad es que no tenía la respuesta exacta. No estaba segura del por qué, pero no iba con mi personalidad. - Hagamos un trato... - Trató de convencerme. - Si aceptas ir a la mejor cita de tu vida conmigo, y al final de la noche no te sientes satisfecha con el resultado, haré cualquier cosa que me digas. -

- ¿Como una prenda? - Pregunté entusiasta.

- Exactamente. - Dijo. Y sin pensármelo dos veces, acepté. "Haré cualquier cosa que me digas" sonó en mi cabeza. Sin dudas iba a sacar provecho de esto.

- Acepto. - Dije y al mismo tiempo ambos extendimos nuestras manos para sellar el trato.

- ¿Qué tal esta noche? ¿Haces algo? -

- ¿Además de querer suicidarme con los trabajos cursis y espirituales de Literatura? No, no hago nada. - Ambos reímos. - Pero una cita en noche de colegio... arriesgado. - Dije lo último entre un suspiro. - Y lo arriesgado me encanta. - El me brindó una sonrisa acogedora.

- Perfecto, ¿qué tal si paso por ti a las 20hs? - Tomó su mochila a la vez que se levantaba del brillante césped verde del campus.

- Seguro. - Accedí. - Pero por lo menos dame una pista de como me tengo que vestir para la "mejor cita de mi vida" que tienes planeada. - Le añadí énfasis a la frase que había utilizado él.

- Casual. - Declaró sin preocupación.

- Casual, eh. - Dije asintiendo con la cabeza a la vez que pensaba que se traía entre manos. - ¿Así que no me tengo que preocupar porque me lleves a un restaurante ostentoso y me traigas un gigante ramo de flores? -

- Esas cosas solo pasan en las películas. Esto es la vida real. - Rió. - Además me dijiste que no eras esa clase de chica, así que tengo algo totalmente distinto preparado en mi mente. -

- De acuerdo. - Acoté a la vez en que la que se levantaba del césped esta vez era yo para poder saludarlo y despedirme de él.

Luego de un largo rato de estar hablando y manifestando nuestros secretos, cada uno volvió a su parte correspondiente del campus para ir a nuestras designadas habitaciones.

Sin embargo, cuando quise dar el siguiente paso que debía para poder doblar en la esquina, una persona desconocida se cruzó en mi camino. Sentí chocar contra algo grande cuando divisé como mi bolso caía al piso.

- ¡Oye! - Demandé furiosa. - ¡Fíjate por donde caminas! -

- Lo siento. - Dijo el muchacho de ojos color miel y pelo marrón castaño a la vez que levantaba mi bolso del suelo.

- No tendrías que sentirlo si usaras los ojos para ver a la hora de caminar. - Le arrebaté con enojo mi bolso de su mano para colgarlo sobre mi hombro.

- Vaya... ¡que actitud!. - Exclamó para luego seguir hablando. - Escucha, ya te pedí perdón, tampoco es para que armes un escándalo por esto. Lo que pasa es que estoy algo perdido. Este campus si que es grande... - Dijo admirando la vista a su alrededor.

- No me interesa. - Delimité.

- ¿Sabes? Estoy buscando a un amigo, tal vez tú lo conozcas. ¿Eres estudiante de aquí? -

- ¿Y eso a ti qué? Estoy segura de que no conozco a tú amigo. - Dije a la vez que intentaba zafarme de él y poder seguir caminando hacia mi habitación. - Así que si me permites... - Pero no funcionó.

- Es alto, con el pelo un poco rizado y con un estilo medio indie rock... -

- ¿Aún sigues hablando? ¿Como es que yo aún sigo hablando contigo? - Me pregunté en voz alta analizando lo ridículo que era esta situación. Él había chocado conmigo y encima tenía que soportar sus constantes preguntas inútiles.

- Su nombre es Harry Styles. - Dijo de repente, y ahí fue cuando toda mi poca atención que tenía había caído sobre él. ¿Amigo de Harry? ¿Él?

Me di cuenta que me había quedado callada un largo rato mientras lo miraba, cuando su mano se movió de arriba a abajo en frente de mis ojos.

- Lo conoces, ¿verdad? - Me había quedado tildada por un segundo. Aún así, él asumió por mi silencio que lo conocía más de lo que él sabía. - Genial. Me presento, mi nombre es Liam Payne. ¿No me dirías como llegar a las habitaciones de los hombres? - "Hombres". Una palabra demasiado fuerte para definir a los adolescentes de 13 a 18 años que vivían en el campus. Reí en mi interior.

- Ehh... claro.- Volví a la realidad. - Doblas por esta cuadra y sigues caminado unos metros hasta el edificio azul de allá... - Dije señalandole el camino aún desorientada por mis pensamientos. - ...y luego cuando huelas el olor a testosterona y veas una entrada gigante con muchachos sudorosos, ahí es donde tienes que entrar. - Terminé de hablar y puse la sonrisa más falsa del mundo. El me examinó por unos segundos.

- Creo que lo entendí. - Comentó entre una sonrisa aún más falsa que la que yo le había brindado. - Gracias cariño. - Dijo cuándo comenzaba a caminar hacia el campus de los "hombres". Volví a reír en mi interior al recordar lo patético que sonaba aquello. Aún así... "¿cariño?" ¿quién se creía que era? No me importaba si era amigo de Harry, había algo en el que se me hacia tan fastidioso.

Puse los ojos en blanco mientras veía como iba en busca de su amigo. Tomé fuerte mi bolso y continué con paso decidido hacia mi destino.

...

"Toc toc" escuché como mi mejor amiga daba pequeños golpes en la puerta de mi habitación. Le di una mirada de reojo moviendo mi cabeza incitándola a pasar.

- ¿Sales? - Preguntó a la vez que yo aún seguía buscando en mi closet el atuendo perfecto para esta noche. Asentí. - ¿Con Harry? - Volví a asentir mientras le daba una ojeada a un vestido verde, y lo volvía a empujar al fondo del closet. - ¿Así que es una cita? - Solté la percha que tenia en mi mano y la colgué en su designado lugar. La miré atentamente y arqueé una ceja.

- ¿Qué onda con las preguntas? ¿Acaso estoy en un interrogatorio? - Mi mejor amiga caminó hasta mi cama para sentarse en ella.

- Creí que sabías que Bean había llamado. -

- ¿Pasó algo? - Pregunté en un tono un poco alarmante.

- Nos arregló una nueva misión para hoy, pensé que Madeleine te había avisado, dijo que lo haría. - Sí, seguro que iba a venir a avisarme después de la discusión que habíamos tenido hoy... cuando la viera la iba a poner en su lugar.

- Ah, eso, si eh... - Mentí, no podía dejar que Mad me quitara autoridad. - No voy a poder ir, ya había arreglado con Harry de antemano y no se me da eso de cancelar a último minuto. -

- Claro, esta bien, pero ¿por qué no nos avisaste antes? ¿Bean lo sabe? Sabes que se pone furioso cuando no hacemos lo que él quiere. -

- De hecho, me olvide de avisarle, ¿no podrías decirle por mi que no iré? - Me acerqué hacia ella poniendo la mejor cara de chantaje a la vez que le empujaba levemente el hombro. Ella dudó. - Vamos Doll, es solo por hoy, ¿siiii? - Alargué la última palabra en un tono infantil, la cual causó una ligera sonrisa en su rostro.

- Vaya, el hecho de que tú me ruegues en vez de que me obligues... eso es algo nuevo. - Volteó su cabeza para mirarme directo a los ojos y aproveche para insinuarle a que aceptara. - Esta bien. - Suspiró. - Solo esperemos que el destinatario no quiera asesinar al mensajero. -

- No lo hará, y gracias. - Dije dándole un pequeño abrazo correspondido. Ella se levantó de mi cama para caminar hacia la puerta de mi habitación sin antes decirme una última cosa.

- Y ___ (tn). - Llamó a mi nombre. - Ese chico te esta ablandando. - Al oír como se cerraba la puerta, esas palabras retumbaron en mi mente. ¿Ablandarme? ¿Yo? ¿Desde cuándo? Sin duda, no podía dejar que eso pasara.

Muy Encubierto |Harry Styles & Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora