Capítulo 22. El arte de amar.

7 4 13
                                    

Me acaricia el pelo y me retiene en silencio entre sus brazos. Sólo el calor de su cuerpo es sensualidad, ternura y un millón de cosas que no sabría describir. En tanta emoción me viene a la mente algo importante. Si él canceló su compromiso por mí o por nosotros me surge una interrogante. ¿Camila estará así de tranquila? No lo imagino, ella es una serpiente venenosa. Dará su mordida cuando reine la distracción. Eso no me gusta nada de nada. No quiero aguar el momento pero es necesario.

—Tengo una pregunta para ti Marcelo —me separo y lo miro.

—Sí, puedes preguntar lo que desees —suspiro cerrando los ojos y los abro rápidamente.

—Mi preocupación es una. ¿Qué sucedió con Camila?

—Buena pregunta esa. Y la verdad es que no sé. Lo más probable es que esté pensando en ir contra mí con todo. Seguro querrá exponerte a ti también pero eso no lo voy a permitir. Sé lo que tengo que hacer para sus artimañas así que no te preocupes —demasiada confianza es algo malo.

Me aparto para caminar de un lado a otro con la mano en la cabeza frotando mi sien. Soy presa de la frustración y la incertidumbre. Y mi mente comienza a formar hilos de pensamientos.

—¿Eva puedes detenerte? —lo miro fijamente y me detengo.

—Me sorprendo con tu nivel de ingenuidad o alta confianza. Esa mujer puede hacer un importante daño a tu carrera y tú estás así como si nada. ¡Jesus! No puedes andar siempre en la vida creyendo que lo puedes tener todo como quieres. El universo escucha pero no abuses —reanudo mi andar de antes.

Hubo un silencio carente de acción. Me detengo porque no dice nada aún. Lo miro expectante.

—Te quedarás así callado para siempre. Di algo. ¡Dioses! —se acerca lentamente a mí y me observa pensativo.

—No has pensado en lo que te puede suceder a ti ni en un momento. Eso me ha dejado perturbado. Estás preocupada por mí realmente. Todo tu actuar y expresiones me muestran que sinceramente lo estás —ahora estoy impresionada conmigo misma—. Es difícil encontrar eso en este mundo: el desinterés. Y no es que no tengas amor propio porque lo tienes pero a pesar de eso amas tu alrededor y es una de las cosas que me atrae como imán. Para que estés calmada que no veas o diga mis planes no significa que no haya tomado acción. Las cosas que verdaderamente importan las cuido como el altar de una deidad. Para mí tú eres una de las personas que más debo preservar en mi vida. Quiero mostrarte algo que te relajará un poco. Quiero que dejes toda preocupación lejos. Ya tendremos momento de pensar juntos en una estrategia para frustrar cualquier tipo de acto vil de Camila.

Toma mi mano sudorosa por los nervios anticipados. Me mira buscando aprobación y asiento con la cabeza. Caminamos por los pasillos de la casa hasta el exterior. Al estar fuera de la casa siento la brisa fresca en mi rostro. Miro al cielo está superhermoso y estrellado. Tomamos un camino directo al área de la piscina. Veo luces tenues sobre una zona techada donde se e una mesa rústica de madera con toda la cena preparada y cubierta. En el aire se respira un aroma a lavanda ha de ser las velas alrededor. Cerca de la mesa una manta en el suelo con cojines y otra suelta digamos que para cubrirnos de la frialdad. Después de todo Abominable tiene su lado romántico.

Me aparta una silla para que yo tome asiento, lo hago y él se sienta justo al frente. Miro a sus bellos ojos, luego su boca haciendo una curva en la comisura de sus labios. Está sonriendo lo sé. Cambio la vista para la cena sin mirar a los ojos de él. Descubro mi plato y tengo una delicia de comida frente a mí pasta con camarones, salmón y una salsa no sé de qué es blanca. La boca se me hace de agua por el hambre. Tomo mi tenedor para probar. ¡Mmmm! Realmente delicioso. ¡Guau! Ok ahora sé que Marcelo tiene una habilidad oculta, interesante.

El poder de mi Universo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora