Capítulo 23: Noticia

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Astrid intentó ignorar los síntomas que la habían estado acosando durante semanas

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Astrid intentó ignorar los síntomas que la habían estado acosando durante semanas. Aunque había decidido distraerse con misiones y actividades diarias, la fatiga, las náuseas y el malestar no se iban. Era como si su cuerpo le estuviera gritando que algo no estaba bien. Sin embargo, el orgullo y el deseo de no parecer débil la habían llevado a no decir nada a Shigaraki, quien había estado bastante ocupado con los asuntos de la Liga de Villanos.

Un día, mientras estaban en el refugio, Shigaraki notó que Astrid se estaba moviendo con más lentitud de lo habitual. Estaba sentada en el sofá, mirando el techo, con una expresión distante que no le gustaba.

—¿Qué demonios te pasa? —preguntó, frunciendo el ceño mientras se acercaba.

Ella giró la cabeza hacia él, tratando de sonreír, pero la sonrisa se desvaneció rápidamente.

—Solo estoy un poco cansada. He estado trabajando duro —respondió ella, pero él no le creyó.

—No se trata solo de cansancio. —dijo él, su voz era firme—. Te he visto en este estado durante semanas. Esto no es normal.

Astrid intentó protestar, pero él la interrumpió.

—Voy a llamar al Doctor Garaki. Te necesita ver.

Ella abrió los ojos con incredulidad.

—¡No! Shigaraki, no necesito ver a un médico. Estoy bien, realmente lo estoy.

Él la miró con seriedad, y ella sabía que no había forma de que pudiera evitarlo. La preocupación en su rostro la hizo sentir culpable, pero su decisión estaba tomada.

—Tienes que hacerlo, Astrid. No voy a permitir que ignores esto más tiempo. —Su tono era autoritario, lo que dejó claro que no habría discusión.

A regañadientes, Astrid accedió. Sabía que era inútil resistirse a él cuando estaba así de decidido. Unas horas más tarde, se encontraron en la clínica del Doctor Garaki, un lugar que siempre le había causado un poco de inquietud. El ambiente era frío y clínico, con luces brillantes y un leve olor a desinfectante.

Mientras esperaban, Astrid se sentía más ansiosa a cada segundo. Shigaraki estaba a su lado, manteniendo su mano entre las suyas. Ella podía ver la preocupación en su mirada, y eso la hizo sentir más nerviosa.

Finalmente, el doctor entró con una sonrisa, aunque sabía que sus métodos a menudo eran un poco bruscos.

—Hola, Astrid. ¿Qué te trae por aquí hoy? —preguntó Garaki mientras revisaba algunos papeles.

—Ella se ha estado sintiendo mal, y yo… —Shigaraki comenzó, pero el doctor levantó la mano para interrumpirlo.

—Entiendo. Vamos a hacer un examen rápido. Necesito que te recueste aquí —dijo, señalando una camilla.

Astrid se sintió un poco mareada, pero siguió las instrucciones. Se acostó y el doctor comenzó el examen físico.

—Voy a hacer un tacto vaginal primero —anunció Garaki con una voz profesional, mientras Astrid se sentía un poco incómoda, pero sabía que era necesario.

𝐋𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐫𝐮𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧 ᵗᵒᵐᵘʳᵃ ˢʰᶤᵍᵃʳᵃᵏᶤ ˣ ᵒᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora