Capítulo 46: Finalmente

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Unos años habían pasado desde que la Liga de Villanos había comenzado a dominar

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Unos años habían pasado desde que la Liga de Villanos había comenzado a dominar. Los héroes, antaño invencibles, ahora estaban perdiendo terreno. La influencia de Shigaraki y sus aliados se había extendido como una sombra sobre la sociedad, y los planes de la Liga estaban marchando perfectamente. El caos y la incertidumbre se apoderaban de las ciudades, y las ideas de los villanos empezaban a ganar más seguidores entre la gente. Cada vez más personas comenzaban a ver la debilidad en el sistema de héroes, y poco a poco, el ideal de Shigaraki se acercaba a su realización.

En la casa de los villanos, la vida cotidiana seguía su curso, pero el caos también reinaba en el hogar. Hiroshi, que ahora tenía 8 años, se la pasaba corriendo por toda la casa, con su energía imparable y su espíritu competitivo siempre al máximo.

—¡Asterion, te voy a ganar esta vez! —gritó Hiroshi, mientras corría por el pasillo, persiguiendo a su hermano menor.

Asterion, que ahora tenía 5 años, intentaba mantenerse a la altura de su hermano mayor. Aunque era más tranquilo, su espíritu rebelde no se quedaba atrás. Cuando Hiroshi lo alcanzó, Asterion giró bruscamente y, con una patada juguetona, trató de defenderse.

—¡Ni lo sueñes, Hiroshi! ¡Soy más rápido! —respondió Asterion con una sonrisa desafiante.

Los dos hermanos siempre estaban peleando de manera juguetona, cada uno tratando de superar al otro. Mientras tanto, los gemelos, Zelene y Lior, que ahora tenían 3 años, observaban desde un rincón de la sala de estar. A diferencia de sus hermanos mayores, ellos jugaban entre ellos de manera más tranquila, entreteniéndose con unos bloques de construcción que habían esparcido por el suelo.

Zelene, con su cabello celeste y ojos idénticos a los de su padre, tenía una mirada concentrada mientras intentaba apilar los bloques. A su lado, Lior, con su cabello igual de celeste pero con ojos café claros como su madre, le pasaba los bloques uno por uno, trabajando en equipo.

—Mira, Lior. Así es como se hace —dijo Zelene, con un tono decidido.

Lior asintió con entusiasmo, imitando a su hermana mientras ambos seguían construyendo su pequeña torre.

En ese momento, Astrid apareció en la puerta del salón, observando a sus hijos. Había una mezcla de cansancio y orgullo en su rostro. Manejar una casa llena de niños, mientras la Liga de Villanos continuaba sus operaciones, no era tarea fácil. Pero Astrid siempre había sido fuerte, capaz de mantener a su familia unida a pesar del caos exterior.

Shigaraki, por su parte, estaba en su oficina, revisando algunos planes estratégicos con Spinner. Sin embargo, cuando escuchó las risas y los gritos juguetones de sus hijos, no pudo evitar sonreír ligeramente. Aunque su vida estaba llena de caos y destrucción, su hogar era el único lugar donde podía encontrar un pequeño refugio, incluso si ese refugio también estaba lleno de energía desbordante y competencia entre sus hijos.

Astrid entró a la sala y se agachó junto a los gemelos, ayudándolos a construir su torre.

—¿Quién está ganando aquí? —preguntó con una sonrisa, mirando a sus pequeños.

𝐋𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐫𝐮𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧 ᵗᵒᵐᵘʳᵃ ˢʰᶤᵍᵃʳᵃᵏᶤ ˣ ᵒᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora