–Qué bien huele –comentaron Rosa en referencia a la pizza.
–Coge una porción si quieres –ofreció la electricista.
En cuanto le dieron un mordisco, hicieron ruiditos de gran placer gastronómico.
–Um... Parece que teníamos hambre –comentaron.
–Claro, que también estarás sin comer desde... ¿Cuándo, el desayuno? –se interesó la electricista.
Rosa se quedaron quietas con la porción de pizza pringosa en la mano, haciendo memoria.
–Sí... desde el desayuno –confirmaron, pero no añadieron de qué día y siguieron comiendo.
Tras reponer fuerzas, la electricista recogió sus cosas y prometió regresar al día siguiente con material para comenzar las obras. Rosa la despidieron con la mano y se quedaron un rato en el porche mientras anochecía, después entraron en la mansión a oscuras.
Como no se podían estarse quietas, cogieron uno de los colchones destrozados y lo sacaron al pasillo, derribando una mesilla de noche en el proceso.
–¿Se puede saber qué hacéis? –gruñó Violet como una sombra tras ellas.
–Ah, ¿te hemos vuelto a despertar? –preguntaron sin dejar de tirar.
–Sí, pero ya se ha puesto el sol, así que no importa.
–Sentimos lo de antes. Hemos pensado que te gustaría saber que la cafetera ya tiene energía, nos hemos emocionado y... se nos ha olvidado tu advertencia. Perdón –dijeron compungidas, pero sin dejar de arrastrar el colchón.
–¿Y ahora se puede saber qué estáis haciendo con ese desastre?
–Sacarlo para tirarlo y hacer sitio para los nuevos. Esto no puede ser una residencia sin buenos colchones. La gente no querría quedarse –alegaron.
–Si eso fuera lo único –suspiró Violet.
Rosa tropezaron en lo alto de las escaleras y el colchón se las llevó por delante hasta abajo.
–Estamos bien –proclamaron al pie de los escalones, asomando un brazo tembloroso–. Por cierto, hemos descubierto que teníamos hambre y que deberíamos comer –informaron poniéndose en pie.
–No me digáis que llevabais todo este tiempo sin comer –murmuró Violet bajando las escaleras con tal suavidad que daba la impresión de que levitara–. Seréis dos, humana y demonio, demonio y humana; pero sois ambas tontísimas –resopló hastiada.
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¡Dales con la chancla, Violet!
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La Residencia
UmorRollo sitcom de capítulos cortísimos con demonios, vampiras, brujas.. Una colección de personajes basados en un meme de "decidme qué vibes os doy" y que van a compartir casa. Minicapítulo cada día de octubre. Portada por Ana Castillo