25. Visualización

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Mario se quedó con cara de espanto por la referencia a coleccionar calaveras, mientras que Chispas se lo tomó a broma. Por otro lado, Rosa ya estaban imaginando una balda exhibiendo calaveras en el salón.

–En fin, al tajo –proclamaron saliendo del socavón, como si lo que hubieran estado haciendo hasta el momento no hubiera sido nada, y para la parte demoníaca no lo era.

–Viniendo para aquí me he parado a mirar la torre de alta tensión más cercana y creo que podría volver a reconectar vuestra línea sin problema –informó Chispas mientras caminaban hacia la parte delantera.

–Procura no electrocutarte al hacerlo, que no sabemos si tenemos poder suficiente para resucitar un cuerpo humano –le advirtieron sinceras.

–Ya, quién tiene ese poder en los tiempos que corren –contestó Chispas, que seguía tomándoselo todo a broma.

–Pues... en los tiempos que corren... Oh, sí, hay demonios poderosos en torres de cristal.

–Claro, todos los directores ejecutivos de corporaciones.

–Ajá –asintieron completamente en serio–. ¿Y tú qué planes tienes para hoy? –añadieron para Mario.

–No sé, tía, esto es mucho curro. Demasiado hasta para una cuadrilla. ¿Qué voy a hacer yo?

–¿Crees que podrías convencer a tus compas para que vinieran?

–La verdad es que necesitaríamos a alguien con experiencia para que no sea una chapuza –reconoció Chispas.

–Nah, nos vale con algo de actitud –aseguraron Rosa–. A ver, en los videojuegos seguro que acometes tareas que parecen imposibles.

–Primero, son videojuegos –señaló él–. Y segundo, yo soy de los que se pilla todas las misiones secundarias que hay por el camino.

–¡Perfecto! Las misiones secundarias son tareas más pequeñas, asumibles, y que dan experiencia para la principal.

–Ah... Sí, supongo, pero...

–Así que elige cuál será tu misión secundaria de hoy y vamos a por ella –proclamaron con energía.

–Eh... El... ¿El depósito? –sugirió por decir algo.

–Nos parece bien. Nosotras te desenterramos las tuberías si hace falta –prometieron volviendo a armarse con la pala, aunque de repente era rosa–. Y recuerda que, si puedes imaginarlo, puedes hacerlo.

–Eso no vale para la vida real –se quejó Mario.

–¿Cómo que no? En ello basamos nuestro poder.

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"Querer es poder" es una frase que sólo les acepto a Rosa.

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