Capítulo 13

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¿No se han preguntado por qué lady Lucianne sigue soltera? Esta será su sexta temporada y ningún hombre ha mostrado interés en desposarla. Lo curioso es que, siendo una dama tan hermosa, que encaja perfectamente en el ideal de belleza de nuestra sociedad, cabría esperar que tuviera numerosos pretendientes. Sin embargo, creo que, por desgracia, todos conocemos la verdadera razón. Antes de ser conocida como la hija bastarda de un duque, se rumoreaba que era la hija ilegítima de su madre, la hermana de la Sra. Odella.

Me temo que la señorita Lucianne tendrá mucho tiempo libre en el futuro, pues no la imagino convirtiéndose en una mujer casada.

Revista de sociedad de Lady Kennt.

Anthony esperaba en su despacho con cierta impaciencia; necesitaba salir para resolver los últimos detalles de su asociación con la LIA. En ese instante, escuchó cómo tocaban la puerta.

-Adelante -indicó, y en segundos la puerta se abrió.

-¿Quería hablar conmigo, excelencia? -preguntó Lucianne. Anthony asintió ante su pregunta.

-Sí, por favor, entra -respondió, señalando la silla frente a su escritorio. Lucianne cerró la puerta tras de sí y se acercó para sentarse-. Su madre me ha mencionado que usted podría guiar a mi esposa en sus nuevas responsabilidades, algo así como una institutriz.

-¿Mi madre? -inquirió Lucianne, frunciendo el ceño antes de retomar su postura recta y seria-. Si me necesita para esa función, claro que podría ayudar a su esposa, excelencia.

-Solo quería preguntarle primero, pero si no está preparada para eso, lo entenderé.

-Puedo hacerlo. Además, tengo mucho tiempo libre -respondió Lucianne, recordando la revista de Lady Kennt que había leído esa mañana.

-Ciertamente, lady Lucianne, yo prefiero que sea usted. Es como parte de la familia y conoce bien los pormenores de mi matrimonio con Evelyn -explicó Anthony.

-Entiendo, excelencia. Será un placer -expresó Lucianne asintiendo-. ¿La duquesa ha aceptado?

-Aún no, pero no debe preocuparse, ella lo aceptará. Espero que puedan comenzar lo más pronto posible; debo presentarla ante la sociedad en unas semanas.

-Bien. Proponga los horarios y estaré disponible -aseguró Lucianne, sin mostrar ninguna emoción.

-Gracias, ya puede continuar con su rutina.

Lucianne se levantó, hizo una ligera inclinación y salió del despacho. Se dirigió a su habitación, deseando estar sola. Sin embargo, su suerte no fue tan buena, pues su tía Odella irrumpió en la habitación sin siquiera tocar.

El precio del amor (Saga #4 de Amores Encadenados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora