Pss Pss Pss
Cada vez más, la duquesa de Beaufort me sorprende. No cabe duda de que está destinada a ser una verdadera duquesa. Aunque sé que muchos podrían no estar de acuerdo con su perspectiva, esas personas están atadas a reglas antiguas y se resisten a ver el futuro de nuestra nación.
Para quienes aún no lo sepan, lady Evelyn Ross está a punto de inaugurar una organización dedicada a ayudar a todas las mujeres, especialmente a aquellas de clase baja. Su proyecto incluye la apertura de escuelas, instituciones, y la creación de oportunidades que abrirán muchas puertas para ellas. Es admirable ver cómo una duquesa se preocupa por una causa tan noble, y es evidente que comprende bien las dificultades que enfrentan estas mujeres. Pero no solo ellas; incluso las damas nobles tienen sus propios tormentos.
Estoy segura de que este proyecto marcará una diferencia en la vida de muchas mujeres en nuestra sociedad.
Revista de sociedad de Lady Kennt
Evelyn y Sharon entraron a Beaufort House, sus risas llenaban el aire mientras hablaban animadamente. Los últimos días habían sido los más felices y tranquilos que Evelyn había vivido desde aquel doloroso momento en que la separaron de Anthony y le arrebataron a su hijo. No podía quejarse de su vida, toda la sociedad la respetaba y valoraba, lo que indicaba que estaba haciendo un excelente trabajo como duquesa. El baile que ella y Anthony organizaron fue un éxito absoluto, y por primera vez en mucho tiempo, todo parecía estar en su lugar. Sharon, su hermana, caminaba a su lado, radiante, mientras hablaba sobre algo que visiblemente la tenía emocionada.
-No puedo creerlo, Evelyn -expresó Sharon, con una sonrisa que iluminaba su rostro-. Albert ha sido tan atento y dulce... ¡Me cuesta creer que realmente me esté cortejando! Todo parece un sueño.
Evelyn rió suavemente, encantada de ver a su hermana tan feliz.
-Él siempre mostró interés en ti -informó Evelyn sonriendo-. Me alegra tanto verte así, Sharon. Albert es un buen hombre. No puedo creer que mis dos hermanos se casaran. -Evelyn le dio un suave apretón en el brazo, sintiéndose dichosa por su hermana.
-Si lo dices de esa manera, suena muy extraño -Expresó Sharon riendo también.
Mientras ambas se adentraban a la mansión, Dana se acercó a Evelyn.
-Eve, tu esposo te espera en el despacho -anunció Dana.
Evelyn asintió, aún sonriendo por la conversación con Sharon. Se despidió de su hermana y Dana, prometiendo continuar la charla más tarde, y luego se dirigió hacia el despacho de Anthony, con una sonrisa radiante en su rostro sin poder creer que él ya quería verla cuando solo habían estado separados tres horas.
Sin embargo, cuando Evelyn abrió la puerta del despacho y entró, su sonrisa se desvaneció al instante. Anthony no estaba solo. En la habitación había tres hombres más, y al verlos, su expresión cambió a una más seria. Reconoció de inmediato a los dos hombres que estaban junto a Anthony; eran muy buenos amigos de su esposo. Junto a ellos, el tercer hombre, de porte imponente y mirada penetrante, la observaba con una intensidad que hizo que su corazón diera un vuelco.
Evelyn reconoció al hombre al instante: el duque de Devonshire, su verdadero padre.
Con pasos seguros, se acercó a Anthony, buscando su apoyo, y él, al sentirla junto a él, la tomó suavemente por la cintura.
-Evelyn -habló Anthony con suavidad, mirándola con preocupación, él sabía que ella no quería involucrarse con sus verdaderos padres, pero el duque había ido hacia él para pedir su apoyo-, ellos han venido a conocerte. Claire, antes de irse, le contó al duque quién eres realmente.

ESTÁS LEYENDO
El precio del amor (Saga #4 de Amores Encadenados)
Historical FictionDisponible en Amazon Kindle Lord Anthony Ross, duque de Beaufort es un hombre orgulloso, vive feliz pensando que su vida no puede ser mejor, pero se da cuenta que no es así cuando es abandonado días antes de su boda por la mujer con la que pensaba...