El estruendo de la colisión entre el Rasengan de Naruto y el Chidori de Sasuke resonó en todo el Valle del Fin, dejando una onda expansiva que sacudió las aguas del río y estremeció las rocas circundantes. El impacto de sus técnicas provocó una explosión que levantó una nube de polvo, envolviendo a ambos en un torbellino de energía.
Naruto jadeaba, sintiendo el ardor en su mano tras lanzar el Rasengan, pero sus ojos no se apartaban de Sasuke, quien estaba igualmente agotado pero seguía de pie, su Sharingan girando con intensidad. Ambos sabían que el verdadero combate apenas estaba comenzando.
"No importa cuánto lo intentes, Naruto," dijo Sasuke con voz fría, su Marca de Maldición extendiéndose por su cuerpo. "Esta pelea ya está decidida. Nunca podrás detenerme."
Naruto, con el sudor corriendo por su frente, apretó los dientes. "No lo entiendes, Sasuke. No voy a dejar que te vayas así. ¡Te traeré de vuelta, incluso si tengo que vencerte aquí y ahora!"
Sin más palabras, ambos se lanzaron de nuevo al ataque, sus cuerpos moviéndose a velocidades que pocos podrían seguir. Naruto y Sasuke intercambiaron una ráfaga de golpes, puñetazos y patadas que resonaban con una fuerza que hacía temblar el terreno bajo sus pies.
Cada golpe que Naruto recibía de Sasuke, cada puñetazo que lo impactaba y cada técnica que lo alcanzaba, la Rueda de Ocho Hojas sobre su cabeza giraba, adaptándose con cada segundo. El dolor era innegable, pero con cada impacto, su cuerpo aprendía. Al principio, los ataques de Sasuke, impulsados por la Marca de Maldición, eran devastadores. Naruto sentía que sus huesos temblaban con cada golpe, y las quemaduras de los Jutsus de Fuego de Sasuke dejaban cicatrices visibles en su piel.
Sasuke, con su Sharingan activado, era capaz de anticipar los movimientos de Naruto con precisión milimétrica. Cada ataque que lanzaba estaba calculado para golpear los puntos débiles de su rival, y su velocidad, aumentada por el poder del Sello Maldito, hacía que Naruto pareciera estar siempre un paso atrás.
Pero algo comenzó a cambiar.
Con cada golpe que recibía, la Rueda de Ocho Hojas de Naruto giraba más rápido, adaptándose al ritmo y estilo de combate de Sasuke. Al principio, los Jutsus de Fuego de Sasuke quemaban la piel de Naruto con brutalidad, dejándole heridas profundas, pero con cada quemadura, su cuerpo se adaptaba. Pronto, las quemaduras eran superficiales, y aunque el dolor persistía, ya no lo debilitaban de la misma manera.
"¿Qué... qué está pasando?" murmuró Sasuke, con una mezcla de frustración y sorpresa al ver que Naruto ya no reaccionaba de la misma manera a sus ataques. Cada golpe parecía menos efectivo que el anterior, y aunque Sasuke aumentaba su poder, Naruto seguía adaptándose a su estilo, moviéndose con una precisión creciente.
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Naruto: El Shinobi Maldito
Fanfiction"Seré el más fuerte", se prometía a sí mismo, casi como un mantra. No porque deseara poder, sino porque necesitaba una razón para seguir. Para Ryomen Sukuna, la humanidad había sido un error que merecía ser destruido. Pero Naruto... Naruto no sabía...