Capitulo 27.

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Naruto estaba solo en su habitación de la posada, observando el techo mientras sus pensamientos vagaban. Después de días de entrenamiento intensivo con Jiraiya, finalmente tenía un momento de calma. O al menos, eso parecía. Sin embargo, desde lo más profundo de su ser, la presencia de Sukuna era cada vez más notable, y en ese silencio, las palabras del Rey de las Maldiciones resonaban en su mente.

"Parece que has estado progresando... aunque a paso de tortuga," murmuró la voz de Sukuna en su mente, con el habitual tono de burla. "A veces me pregunto cómo lograste llegar tan lejos."

Naruto frunció el ceño, pero no respondió de inmediato. Sabía que Sukuna siempre buscaba provocarlo, pero en los últimos tiempos, había intentado mantener su enfoque. "No es tu problema cómo lo hago," respondió finalmente. "Voy a seguir mi propio camino, no el tuyo."

Sukuna soltó una carcajada que resonó en el subconsciente de Naruto. "¿Tu propio camino? Me haces reír, niño. No tienes idea de lo que significa ser verdaderamente fuerte."

"Ya no me interesa lo que tú pienses," dijo Naruto con seriedad, sentándose en el borde de la cama. "Voy a seguir entrenando, voy a hacerme más fuerte. Pero no quiero ser como tú. Quiero proteger a las personas que me importan."

Sukuna permaneció en silencio por un momento, antes de soltar un suspiro de desdén. "Esas ideas de proteger y salvar son solo excusas para justificar tu debilidad. En este mundo podrido, los fuertes controlan y los débiles son pisoteados. No importa cuántos amigos tengas, al final solo hay una verdad: el más fuerte prevalece."

Naruto apretó los puños. "Entonces, ¿por qué sigues atrapado en mi cuerpo, Sukuna? Si eres tan fuerte, ¿por qué no puedes liberarte?"

La risa de Sukuna se volvió más intensa. "Tienes agallas, mocoso. Pero no te equivoques. El único motivo por el que no he salido todavía es porque estoy esperando... esperando el momento adecuado. Y cuando ese momento llegue, verás lo que significa el verdadero poder."

Naruto sintió un escalofrío. Había hablado con Sukuna muchas veces antes, pero en ese momento, la amenaza parecía más real que nunca. Sin embargo, no podía dejar que el miedo lo dominara. "No importa lo que digas, Sukuna. Voy a seguir adelante a mi manera."

"Veremos cuánto tiempo puedes mantener esa postura," respondió Sukuna con desdén. "Porque el mundo siempre se asegura de aplastar a los que se niegan a aceptar su lugar en la jerarquía."

Justo cuando Naruto terminaba su conversación con Sukuna, sintió algo extraño en el aire. Era como si la temperatura hubiera descendido varios grados y una presión abrumadora lo rodeara. "¿Qué es esto?" pensó, levantándose de la cama. Se acercó a la ventana, pero no pudo ver nada fuera de lo común. Sin embargo, el mal presentimiento no desaparecía.

"Sientes eso, ¿verdad?" susurró Sukuna en su mente. "Alguien ha venido a buscarte."

Naruto frunció el ceño. "¿A qué te refieres?"

Sukuna no respondió de inmediato, pero Naruto sintió una presencia oscura acercándose. En ese momento, alguien tocó la puerta de la posada con suavidad.

"¿Quién demonios será a esta hora?" murmuró Naruto, acercándose a la puerta. Pero antes de que pudiera abrirla, la puerta fue derribada de un solo golpe. Dos figuras encapuchadas se adentraron en la habitación, emanando un aura de peligro que hizo que el cuerpo de Naruto se tensara al instante.

Naruto: El Shinobi MalditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora