Naruto: El Shinobi Maldito

Capitulo 9.

Los días de entrenamiento habían pasado rápido para Naruto, Sasuke y Sakura. En todo ese tiempo, Naruto no había dejado de practicar su vínculo con Nue, Orochi y Gamma. Sin embargo, sentía que había aún más poder esperando ser despertado. Fue durante una de esas tardes, mientras el equipo regresaba de una misión rutinaria, que Kakashi les dio la noticia que esperaban.

"Es hora de que participen en los Exámenes Chunin," anunció Kakashi, mostrándoles un pergamino con la convocatoria. "Han demostrado que tienen lo que se necesita para enfrentarse a este desafío. Pero déjenme ser claro: no será fácil. Solo aquellos que tienen verdadera habilidad y determinación logran superarlos."

Naruto sintió una oleada de emoción mezclada con nerviosismo. "¡No puedo esperar para demostrarles a todos lo fuerte que me he vuelto!" exclamó, apretando los puños.

"¿Fuerte? ¿Tú?" se burló Sasuke con una media sonrisa. "Todavía te falta mucho para alcanzarme."

Naruto frunció el ceño, aunque no pudo evitar sonreír. "Eso ya lo veremos, Sasuke."

"Chicos," interrumpió Sakura, con una expresión seria. "No podemos tomarnos esto a la ligera. He oído que muchos ninjas no sobreviven a los exámenes."

Naruto la miró, sorprendido. "¿De verdad es tan peligroso?"

Kakashi asintió. "Sí, lo es. Estos exámenes no son un juego. Es donde se demuestra quién tiene lo necesario para ser un verdadero ninja de la Aldea Oculta de la Hoja."

Los tres jóvenes se miraron, sintiendo el peso de la responsabilidad caer sobre ellos. Pero en el fondo de su corazón, Naruto sintió la determinación arder más fuerte que nunca. Sabía que era su oportunidad de demostrar todo lo que había aprendido y mostrar que él también podía ser un verdadero shinobi.

El primer día de los exámenes llegó y el Equipo 7 entró al edificio de la academia, donde ya estaban reunidos muchos otros equipos de diferentes aldeas. Había un aire de tensión palpable, y Naruto no pudo evitar sentirse abrumado por la cantidad de ninjas que parecían ser más fuertes que él.

"¡Vaya, Naruto! No esperaba verte aquí," dijo Ino, con una sonrisa burlona. "Pensé que ya habrías renunciado."

"¡Yo nunca me rindo!" respondió Naruto, cruzando los brazos. "Voy a mostrarles a todos lo fuerte que me he vuelto."

"Esto es un fastidio," murmuró Shikamaru, bostezando. "Ya me imagino el lío que va a ser todo esto."

"Vamos, Shikamaru, al menos intenta parecer emocionado," dijo Choji mientras comía un paquete de papas fritas.

Mientras intercambiaban palabras, Naruto sintió una presencia extraña y se giró para ver a tres ninjas que nunca había visto antes. El que llamó más su atención fue un chico de cabello rojizo y mirada fría, con un jarrón de arena en la espalda. Era Gaara, del Equipo de la Arena. A su lado estaban Temari, con su gran abanico, y Kankuro, con una extraña marioneta a la espalda.

Naruto sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral cuando los ojos de Gaara se encontraron con los suyos. Había algo en esa mirada que lo dejó paralizado por un momento, como si estuviera frente a una bestia enjaulada. "¿Quién... quién es ese tipo?" murmuró Naruto.