-Te mereces que te bese como si el mundo fuera a acabarse en el próximo minuto- las palabras de Lya me sacan de mis casillas. Tiene mi mano entre las suyas, ofreciéndome apoyo y consuelo
La miro y suspiro aliviada. No me miraba con lastima ni compasión. Era lo ultimo que necesitaba de ella.
-Entonces, aparte de eso, ¿todo lo demás fue perfecto?- pregunta ella
-Sí, aunque vi a Jeonghan y a Yeji. Parecía que estaban en una cita
-¿Hablas en serio?
-Sí- respondo dando un sorbo a mi bebida. Intentando olvidar lo perfectos que parecían juntos
Yeji tenía razón. Ella y Jeonghan habían buena pareja. Todo el mundo lo vio y por fin yo empiezo a verlo ahora.
-Bueno, espero que el haya visto lo jodidamente preciosa que estabas y que se de cuenta de que ha dejado escapar a una auténtica belleza
Suelto una risa. Lya era buena para mi ego. Por una vez había otro ser humano que no estaba obsesionado con lo guapa que era Yeji. Por fin alguien que no me comparaba con mi hermana ni me restregaba su belleza por la cara.
-¿Así que eso es todo? ¿No pasó nada interesante?- me pregunta
-No- digo sacudiendo la cabeza
Quería contarle lo de la visita de Jeonghan, pero me detengo. No me malinterpreten. Confiaba en ella, pero a veces la gente se equivoca y dice cosas que no debería decir.
Lo último que quería era que Yeji se enterara de que Jeonghan vino a mi casa después de su cita. Y lo peor de todo, que me había besado.
Nos tranquilizamos después de eso y nuestra conversación fluye con facilidad, pero noté que algo la reconcomía.
-Bueno, ¿qué pasa?- aparto mi vaso y mi plato
-Nada- responde ella desviando la mirada
-Suéltalo, Lya- le ordeno
Una batalla se libra en su mente. Inmediatamente se que no me va a gustar lo que diga. Si es que decide contármelo.
-Se trata de Hyunjin, lo siente de verdad
Me sacudo mentalmente. Debería haberme callado la boca y meterme en mis asuntos.
-No vamos a ir por ahí- las palabras salen a través de los dientes apretados
Lya suspira. -Por favor, Gawon. Le está destrozando que no quieras saber nada de él. Que te hicieran daño y él ni siquiera pudiera estar a tu lado. Está sufriendo
-¿Está sufriendo? ¿Sabes cuantos años he estado sufriendo yo? ¿Sabes cuántas cosas dolorosas me ha dicho y hecho? Quiere que lo perdone, pero nunca me perdonó por lastimar a su preciada hermana. Me dijo que yo estaba muerta para el. Que solo tenía una hermana, ¿sabes lo doloroso que fue escucharlo decir eso? ¿O qué se burlara de mí diciendo que Jeonghan nunca me querría porque Yeji lo era todo para él y yo no era nada?
Intentaba seguir adelante, pero me arrastraban de vuelta. Una vez mas, su dolor se antepone al mío. A nadie le importaba que me hicieran daño y me destrozaran, pero el espera que olvide mi dolor y le perdone. Eso no iba a suceder.
Me levanto y recojo mi bolso, ya de mal humor.
-Si el es capaz de revertir el dolor que me causó, entonces puede que le perdone. Hasta entonces no tenemos nada de que hablar
Veo las lágrimas nadando en sus ojos, pero las ignoro y me alejo. Me llama por mi nombre completo, pero no me doy la vuelta.
Llamo a un taxi y me subo justo cuando ella sale. Me niego a mirarla mientras el taxi se marcha.
Lucho contra las lágrimas que amenazan con caer. No voy a seguir siendo débil. No voy a volver a sentirme triste por mi misma. Ese capítulo de mi vida ha terminado. Ahora iba a centrarme en crear una nueva vida para mí.
Llegamos y pago al taxista. Agradecida de estar en casa. En mi espacio seguro.
Me dirijo a mi puerta y estaba a punto de abrirla cuando un escalofrío me recorre la espalda. Me sentí observada. Me doy la vuelta para mirar a la calle pero no había nada fuera de lo normal.
Una vecina tres puertas más abajo estaba paseando a su perro. Pero delante de mi casa pasaban coches de camino a sus casas.
Me doy la vuelta, abro la puerta y entro. Sin dejar de sentir la escalofriante y amenazadora mirada en mi espalda.
*****
Acababa de terminar de limpiar cuando sonó mi teléfono. Por alguna razón, limpiar siempre me relaja. Es una forma de olvidarme de lo que me estresa.
Como ya me había recuperado y podía valerme por mi misma, deje que Narin se fuera. Fue de gran ayuda, pero ya no necesitaba una enfermera. Además, prefería ser independiente.
Cruzo la habitación y cojo el teléfono. Por un momento, siento la tentación de colgar cuando veo que parpadea el nombre de Lya. Todavía estaba un poco furiosa con ella, pero una parte de mi también la comprendía. Yo también haría cualquier cosa por el hombre al que amaba, incluso intentar reunirlo con su hermana, de la que estaba separada.
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