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-Tantos años y me sigues diciendo las mismas cosas, ¿nunca se te ocurre algo nuevo? Es cansón por la misma mierda una y otra vez- me burlo

Me mira sorprendido. Probablemente porque le he contestado. Es algo que nunca he hecho.

Siempre tuve miedo de replicar y caerle mal a Jeonghan. Pero esta vez no tenía nada que perder.

Se recupera rápidamente y me dedica una mirada malévola. -¿Qué se siente al perder a Jeonghan? ¿Te duele saber que ahora está con tu hermana?

Claro que duele, a veces, pero poco a poco empiezo a dejarlo ir. Poco a poco empiezo a matar el amor que siento por el. También ayuda que Mingyu me distraiga de los pensamientos sobre mi ex esposo.

-Minho, hiciste todo para quitarme de en medio pensando que Jeonghan se llegaría a fijar en ti. Todos sabemos que estuviste enamorado de él por años. Incluso cuando estábamos casados, hiciste todo lo posible por seducirlo pero el nunca te correspondió. Claro que no me quería, pero yo era suya, mientras que tú no eras más que un mero secretario por el que no sentía ningún interés. Así que te planteo la misma pregunta: ¿qué se siente al saber que nunca será algo tuyo? Que nunca te verá como algo más que su secretario. ¿Qué se siente que no te considera suficientemente hombre? ¿Qué prefirió follar conmigo aunque me odiaba antes que tomarte como su amante? ¿Y qué se siente al saber que no tendrás ninguna oportunidad ahora que Yeji ha vuelto?- sonrío, sintiéndome feliz de haber hablado por fin

-¡Perra fea!- gruñe el antes de abalanzarse sobre mi

Consigo esquivarlo a tiempo y tropieza con sus carísimos zapatos. Se levanta rápidamente y viene hacia mi. No me lo pienso cuando cojo el cartón de leche de mi carrito y se lo tiro.

Veo como le empapa el traje. Los dos nos quedamos boquiabiertos. Con lo que solo puedo describir como un grito de guerra, viene hacia mí. Hirviendo y gritando como un alma en pena. Cojo todo lo que cae en mis manos y se lo arrojo.

Atraemos a una pequeña multitud y uno o dos de ellos tienen sus teléfonos en nuestra dirección. Era un maldito desastre. Justo cuando estaba a punto de abofetearme, alguien lo agarra por la cintura. Otro me agarra y tira de mi en la dirección opuesta.

-¡Suéltame!- grito

No me escuchan. No hasta que me empujan fuera de la tienda. El otro tipo no tarda en llegar con Minho, que estaba gritando.

-Tenéis prohibida la entrada a esta tienda. Si os veo cerca, llamaré a la policía- me dice un hombre que supongo que es el gerente antes de volver a entrar a la tienda

-Todo esto es culpa tuya- grita Minho

-¿Culpa mía? No fui yo quien atacó primero. Solo me estaba defendiendo de un hombre desquiciado que quería hacerme daño

-Te juro que pagarás por esto Gawon. Acuérdate de mis palabras- dice al darse la vuelta

Suspiro y me dirijo a mi destrozado coche. Me levanto y conduzco a casa con sentimientos encontrados. Contenta por haber puesto a Minho en su sitio y enfadada por haber dejado que sus burlas me afectaran.

No es ningún secreto que Minho siempre había deseado a Jeonghan. Sin embargo, Jeonghan nunca se fijó en el ni en su deseo, así que  descargó su rechazo conmigo. Aparto esos pensamientos y me centro en conducir.

Por primera vez desde que empezó el día, me siento feliz cuando llego cerca de mi casa y veo a Mingyu. Aparco el coche y salgo.

-¿Dónde estabas?- pregunta el acercándose un poco a mi. - Me preocupé cuando te llamé y no contestaste

-Lo siento. Lo olvidé en casa cuando fui a la tienda a comprar comida- le respondo mientras abro la puerta

Lo acompaño dentro y lo conduzco a la cocina.

-¿De verdad? ¿Y dónde está la compra?

Lo miró avergonzada. -Me peleé con alguien y me echaron de la tienda. De hecho, me prohibieron volver a poner un pie allí

-¡¿Qué?!- gruñe

-Se que fue una tontería por mi parte, pero Minho ha sido un cabron conmigo desde que tengo uso de razón. Estaba harta de aguantarlo- le respondí en voz baja

Espere a que me reprendiera por mis acciones. Es algo que haría Jeonghan. Me diría que dejara de comportarme como una niña y que madurara. Que dejara de llamar la atención metiéndome en peleas con su secretario.

Para mi sorpresa, Mingyu me estrecha en sus brazos. Me levanta la barbilla para que le mire fijamente a sus hipnotizantes ojos.

Un poquito de intriga nunca viene mal, ¿no? (Por favor no me matéis por eso que se que hay gente que no le gusta mucho la intriga)

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Un poquito de intriga nunca viene mal, ¿no? (Por favor no me matéis por eso que se que hay gente que no le gusta mucho la intriga)

@dk__17carat 🍊🐈

Arrepentimiento | YOON JEONGHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora