Capítulo 1: Encuentro en la Sombra

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Escena 1: La Discoteca

Las luces estroboscópicas inundaban el ambiente, creando un torbellino de colores y sombras en la pista de baile. El ritmo vibrante de la música electrónica se extendía por todo el club, "The Serpent's Den", un lugar conocido por su ambiente exclusivo y su clientela adinerada.

En una mesa VIP, Orm, con su mirada fría e imponente, observaba la escena con desdén. Su camisa blanca contrastaba con el cuero negro de su chaqueta, y sus pantalones oscuros parecían fundirse con la oscuridad del club. A su lado, sus amigas, Freen, Becky, Engfa y Charlotte, reían y bailaban con desenfreno.

Orm, hija del poderoso jefe de la mafia tailandesa, Thanawat Chaiyapruk, no disfrutaba de la fiesta. Su mente estaba en otro lugar, preocupada por las investigaciones que el jefe de la policía, Somchai Wongsawat, estaba realizando sobre su padre.

En otra parte del club, Lingling, una joven policía en formación, bailaba con sus amigas, Faye, Yoko, Fay y May. Su uniforme de policía, que normalmente la llenaba de orgullo, se sentía fuera de lugar en ese ambiente. Su padre, Somchai, la había advertido sobre "The Serpent's Den", un lugar frecuentado por criminales de alto nivel.

Lingling, vestida con pantalones blancos y una blusa negra, se movía al ritmo de la música, sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Sus ojos oscuros buscaban la emoción en la multitud, sin saber que se acercaba un encuentro que cambiaría su vida para siempre.

Escena 2: El Choque

El cuerpo de Lingling se movió con soltura por la pista de baile, sin darse cuenta de que Orm se acercaba a ella. De repente, sus cuerpos chocaron, causando un pequeño tropiezo que hizo que Lingling perdiera el equilibrio.

"Lo siento mucho," dijo Lingling, su voz apenas audible por la música. "No te vi."

Orm la miró con desdén, sus ojos claros y penetrantes. "No me importa," respondió con frialdad. "Debes tener más cuidado."

Lingling se sintió ofendida por la brusquedad de Orm. "¿Por qué eres tan grosera?" preguntó, su voz ligeramente temblorosa.

Orm se burló. "No me gusta la gente que se interpone en mi camino," dijo, su tono amenazante.

Lingling, a pesar de su miedo, no se acobardó. "Eres una maleducada," replicó.

Orm se acercó a Lingling, su mirada fija en ella. "No me provoques," dijo, su voz baja y amenazante.

Lingling se sintió atrapada, incapaz de moverse. La mirada de Orm la congeló, y su cuerpo se llenó de una mezcla de miedo y atracción.

Escena 3: El Desafío

Orm, con un movimiento rápido, tomó la mano de Lingling y la llevó a una mesa vacía en un rincón oscuro del club. Lingling, confundida y asustada, se dejó llevar por la fuerza de Orm.

"No me gusta la gente que me desafía," dijo Orm, su voz fría y amenazante.

Lingling, a pesar de su miedo, se mantuvo firme. "No me intimidas," respondió, su voz llena de determinación.

Orm se rió, una risa seca y burlona. "No te conozco, pero me gusta tu espíritu," dijo. "Eres interesante."

Lingling, a pesar de la situación, se sintió intrigada por la mirada de Orm. "Y tú eres una amenaza," respondió, su voz llena de precaución.

Orm sonrió, una sonrisa que no llegaba a sus ojos. "Tal vez," dijo. "Pero no me subestimes."

Lingling, sintiendo una extraña mezcla de miedo y atracción, se quedó mirando a Orm. No sabía qué esperar de ella, pero sabía que este encuentro no sería el último.

Fin del Capítulo

Orm y Lingling: La mafia y la leyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora