Escena 1: La Llamada del Destino
La luna, llena y brillante, dominaba el cielo, proyectando una luz fantasmal sobre la ciudad. Las luces de los autos formaban un río de colores que se extendía a lo largo de las calles, creando una atmósfera de misterio y vibrante movimiento. Lingling canducia por la calle, la brisa fresca de la noche acariciando su rostro. La ciudad se extendía a su alrededor, llena de vida y movimiento, pero para ella, el mundo se había reducido a un punto gris. La alegría de la graduación se había esfumado, reemplazada por una inquietud que la carcomía por dentro, era por Orm, aún no recibía ningúna noticia sobre su paradero.
Su teléfono vibró en su bolsillo, interrumpiendo sus pensamientos. Eran las 8 de la noche. Era Engfa. Lingling sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Engfa nunca la llamaba a menos que algo importante estuviera sucediendo.
"Lingling... tienes qué venir al hospital", dijo Engfa, su voz entrecortada por la emoción. "Es Orm... Orm está viva pero está gravemente herida."
Las palabras de Engfa sé clavaron en su corazón como dagas. Orm... su amada, aunque no eran novias, era la persona qué más amaba en él mundo. La imágen de Orm, vulnerable y en peligro, la llenó de un terror qué la paralizó.
"¿Qué pasó? ¿Qué le pasó a Orm?", preguntó Lingling, su voz temblorosa.
"No puedo explicarte ahora. Tienes que venir al Hospital Bumrungrad International.", respondió Engfa. "Por favor, Lingling, ven rápido."
Lingling no esperó a que Engfa dijera más. Con un movimiento rápido, colgó el teléfono y aceleró a dirección del hospital. El corazón le latía con furia y desesperación. La imágen de Orm, débil y agonizante, la impulsaba hacia adelante.
Escena 2: La Carrera Contra el Tiempo
El tráfico de la ciudad se había intensificado, las luces de los autos formaban un río de colores que se extendía a lo largo de las calles. El camino hacia el Hospital Bumrungrad Internationalse le hizo eterno. Cada semáforo, cada curva, cada obstáculo se interponía en su camino, prolongando la agonía de la incertidumbre. Las lágrimas brotaban de sus ojos, mezclándose con el sudor de su frente.
Al llegar al hospital, la luna, ahora alta en el cielo, proyectaba largos y oscuros sombreados sobre las paredes blancas del hospital. Las luces fluorescentes del lugar parecían iluminar aún más la tensión palpable que impregnaba el lugar. Lingling sé precipitó hacia la entrada, sus ojos buscando desesperadamente a alguien qué le diera noticias de Orm.
Con un nudo en la garganta, Lingling se acercó a una enfermera, su voz temblorosa. "Por favor, ¿dónde está Orm Chayaipruk?".
La enfermera, con una expresión compasiva, la condujo hacia una sala de espera. Allí, un grupo de personas se encontraba reunido, sus rostros llenos de preocupación. Entre ellos, reconoció a Thanawat, el padre de Orm, su rostro pálido y sus ojos hundidos, reflejaban la angustia de un padre que había perdido a su hija.
Lingling se acercó a las amigas de Orm, sus manos temblorosas. "Charlotte, Engfa, Freen, Becky, ¿cómo está Orm?".
Engfa, con la voz quebrada por la emoción, la miró con tristeza. "Está grave, Lingling. La han herido. Pero los médicos están haciendo todo lo posible."
Las palabras de Engfa la golpearon cómo un puñetazo en él estómago. La esperanza qué había estado aferrando con uñas y dientes sé desmoronó.
Escena 3: La Lucha por la Vida
Las amigas de Orm, con el rostro pálido y los ojos llenos de lágrimas, se aferraban a la esperanza. La imagen de Orm, tendida en una cama de hospital, conectada a máquinas que la mantenían con vida, las perseguía. La noche caía, y la oscuridad se instalaba en la sala, intensificando la sensación de angustia. La luna, ahora llena y brillante, proyectaba una luz fantasmal sobre la sala, creando una atmósfera de misterio y tristeza.
Engfa, con la voz temblorosa, explicó que Orm había perdido mucha sangre debido a una herida abierta. Los médicos la habían llevado de inmediato a cirugía, pero la situación era crítica.
"La han tenido que intubar y le han dado electroshock tres veces", dijo Engfa, con la voz ahogada por la emoción. "En la última, por fin recuperó el ritmo cardíaco."
Charlotte, con el corazón en la garganta, se aferraba a la esperanza, rogando a los dioses que Orm no muriera. Freen, con los ojos húmedos, se aferraba a la mano de Lingling, compartiendo su dolor. Becky, con su mente fría y calculadora, intentaba mantener la calma, pero la angustia la consumía por dentro.
Thanawat, con el rostro pálido y las manos temblorosas, se aferraba a la esperanza, sus ojos húmedos y llenos de amor. "Resiste, mi hija. Resiste por nosotros", susurró, su voz ronca por la emoción.
Lingling, con el corazón en la garganta, se aferraba a la esperanza, sus ojos húmedos y llenos de amor. "Por favor, que esté bien", suplicó.
En ese momento, el doctor salió de la sala de cirugía, con el rostro cansado y las manos manchadas de sangre. "La cirugía ha terminado", dijo, con voz grave. "Pero Orm necesita una transfusión de sangre. Su tipo de sangre es Rh negativo, un tipo de sangre muy raro."
Las amigas de Orm se miraron con desesperación. "No hay tiempo para buscar un donante", dijo el doctor. "Necesitamos encontrar un donante compatible de inmediato."
Lingling, con el corazón latiéndole con fuerza, se levantó de su asiento. "Yo tengo el mismo tipo de sangre", dijo, con voz firme. "Puedo donar."
El doctor la miró con sorpresa. "Estás segura?", preguntó.
"Sí, estoy segura", respondió Lingling, con la mirada fija en el doctor. "Por favor, déjenme donar."
El doctor, con los ojos húmedos, asintió. "Es un milagro", dijo. "Gracias, Lingling. Gracias por salvar la vida de Orm."
"No hay problema", respondió Lingling, con una sonrisa débil. "Hago lo que sea por ella."
El doctor, con una expresión de alivio, condujo a Lingling hacia la sala de donación. Las amigas de Orm, con los ojos llenos de lágrimas, se abrazaron con fuerza. Thanawat, con el rostro bañado en sudor y la respiración agitada, se arrodilló y agradeció a Lingling por su generosidad.
Fin del Capítulo 28
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Orm y Lingling: La mafia y la ley
FanfictionEn una historia con tus personajes favoritos de GL Tailandesa Tiene drama, romance, con un toque de peligro y misterio.