Capítulo 5: El camino del destino

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Escena 1:  El imperio de Thanawat

Thanawat Chaiyapruk,  el padre de Orm,  era un hombre poderoso.  Su imperio se extendía por todo el país,  incluso más allá de las fronteras.  Sus negocios eran legales,  pero también tenía un lado oscuro.

Thanawat era el jefe de una poderosa organización criminal.  Sus negocios ilegales estaban cuidadosamente ocultos,  tapados por una red de empresas fachada.

Orm,  la hija de Thanawat,  era su mano derecha.  Desde pequeña,  su padre la había entrenado para que fuera su heredera.  Le había enseñado todo lo que sabía sobre los negocios,  sobre el poder,  sobre la manipulación.

Orm era una mujer inteligente y ambiciosa.  Estudiaba una carrera profesional (Administración internacional y contabilidad de finanzas) para ayudar a su padre en sus negocios.  También entrenaba boxeo,  karate, Taekwondo,  Kung fu,  Judo,  Muy Thai,  Kick boxing,  Arte marciales mixtas y otras.  Era una experta en el manejo de armas.

Orm sabía que su vida era diferente a la de las otras chicas de su edad.  Sabía que tenía que ser fuerte,  que tenía que ser despiadada.  Sabía que tenía que estar preparada para cualquier cosa.

Escena 2:  La Academia de Policía

Lingling,  la hija de Somchai Wongsawat. Es el Comisionado General de la Policía Real de Tailandia,  es la máxima autoridad en la fuerza policial.(RTP) ,  estaba decidida a seguir los pasos de su padre.  Soñaba con ser una policía valiente y justa,  que luchará por la justicia y protegerá a los inocentes.

Lingling estaba haciendo su entrenamiento en la Academia de Policía.  Se esforzaba al máximo en cada clase,  en cada prueba.  Aprendía defensa personal,  manejo de armas,  leyes y procedimientos.

Lingling era una mujer inteligente y dedicada.  Sabía que su camino no sería fácil.  Sabía que se enfrentaría a peligros y desafíos.  Pero estaba decidida a cumplir su sueño.

Escena 3:  El encuentro

Lingling se movía con cautela entre la multitud,  su mirada recorriendo la sala con recelo.  La cena de gala organizada por un importante empresario era un hervidero de gente adinerada y poderosa.

Su padre,  Somchai Wongsawat,  estaba hablando con algunos colegas,  pero Lingling no podía concentrarse en la conversación.  Su mente estaba llena de imágenes de Orm,  de su mirada fría,  de su sonrisa burlona.

No podía creer que estuviera allí,  en la misma sala que ella.  ¿Cómo se atrevía a aparecer en un evento social organizado por un hombre que su padre estaba investigando?

Lingling sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.  La tensión entre sus padres era palpable,  y ella no podía evitar sentir que estaba en medio de una batalla invisible.

De repente,  sus ojos se encontraron con los de Orm.  Orm la estaba mirando fijamente,  con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. Orm estaba acompañada de un grupo de personas,  amigos de Orm,  entre ellos mujeres y hombres jóvenes.

Lingling sintió un nudo en el estómago.  No sabía qué hacer.  ¿Debía ignorarla?  ¿Debía acercarse a ella?

Orm se acercó a ella,  su paso firme y decidido.

"Hola,  Lingling,"  dijo Orm,  su voz fría y distante.  "No esperaba verte aquí."

Lingling sintió una mezcla de miedo y rabia.  "¿Qué haces aquí?"  preguntó,  su voz llena de tensión.  "No deberías estar aquí."

"Estoy aquí con mi padre,"  respondió Orm,  su voz llena de sarcasmo.  "Es un amigo de tu padre."

Lingling frunció el ceño.  "No creo que tu padre sea amigo de mi padre,"  dijo,  su voz llena de desconfianza.  "Mi padre está investigando a tu padre."

Orm se rió,  una risa seca y burlona.  "No te preocupes por eso,"  dijo.  "Mi padre no tiene nada que esconder."

Lingling no le creyó.  Sabía que Thanawat Chaiyapruk  era un hombre peligroso,  un hombre capaz de cualquier cosa.

"Te veo por ahí,"  dijo Orm,  su mirada fija en ella.  "Espero que no tengas miedo de hablar conmigo."

Orm se alejó de ella,  dejándola sola en la sala.

Lingling se quedó mirando la puerta por dónde Orm había salido.  No sabía qué iba a pasar,  pero sabía que su vida nunca volvería a ser la misma después de haber conocido a Orm.

Fin del capítulo 5

Orm y Lingling: La mafia y la leyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora