Escena 1: La venganza
Krit, un ex-empleado del casino de Thanawat, se encontraba en su casa, viendo televisión. De repente, la puerta se abrió de golpe y cuatro hombres corpulentos entraron en la habitación. Krit se levantó de su silla, con una sensación de miedo en el estómago.
Krit: ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué quieren?
Hombre 1: (Con una voz amenazante) No te preocupes, no vamos a hacerte daño. Solo queremos hablar contigo.
Krit: (Con un tono nervioso) ¿Hablar? ¿De qué?
Hombre 2: (Con una sonrisa fría) De tu última información. La que habla sobre el señor Thanawat Chaiyapruk.
Krit: (Con una expresión de miedo) No entiendo.
Hombre 3: (Con una mirada amenazante) Claro que entiendes. Te pagaron para que revelaras esa información, ¿verdad?
Krit: (Con un tono tembloroso) No es cierto. Yo solo estaba tratando de hacer lo correcto.
Hombre 4: (Con una voz fría) No te hagas el tonto. Sabemos que te pagaron. Y ahora, el señor Chaiyapruk quiere que le devuelvas el dinero.
Krit: (Con un nudo en el estómago) No tengo dinero.
Hombre 1: (Con una sonrisa cruel) No te preocupes, no te vamos a hacer daño. Solo te vamos a enseñar una lección.
Los cuatro hombres se acercaron a Krit y lo golpearon brutalmente. Krit gritó de dolor, mientras los hombres le propinan golpes sin piedad.
Escena 2: La llamada de auxilio
Lingling se encontraba en la oficina de su padre, pensando en la conversación que había tenido con su padre. Se sentía atrapada en un juego peligroso, con enemigos por todas partes.
De repente, su teléfono sonó. Era Krit.
Krit: (Con un tono débil) Señor Samchai, necesito tu ayuda.
Lingling: (Con una voz preocupada) Soy su hija, ¿qué pasa? ¿Dónde estás?
Krit: (Con un tono desesperado) Estoy en mi casa. Me están golpeando.
Lingling: (Con una sensación de pánico) ¿Quiénes son?
Krit: (Con un tono tembloroso) Son los hombres del señor Chaiyapruk. Mi dirección está en su agenda de su padre.
Lingling: (Con una voz firme) No te preocupes, voy para allá.
Escena 3: La llegada de Lingling
Lingling llegó a la casa de Krit, con el corazón latiendo con fuerza. Se encontró con los cuatro hombres que habían atacado a Krit.
Lingling: (Con una voz autoritaria) Detengan se.
Los cuatro hombres se giraron y miraron a Lingling con una expresión de sorpresa.
Hombre 1: (Con una voz amenazante) ¿Quién eres tú?
Lingling: (Con una voz firme) Soy la policía. Y ustedes están bajo arresto.
Hombre 2: (Con una sonrisa burlona) No nos asustas.
Lingling: (Con una mirada fría) No me subestimen.
Lingling sacó su arma y apuntó a los dos hombres.
Lingling: (Con una voz autoritaria) ¡Al suelo!
Hombre 3: (Con una sonrisa burlona) No lo haremos. Nosotros somos cuatro y también tenemos armas.
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Orm y Lingling: La mafia y la ley
Hayran KurguEn una historia con tus personajes favoritos de GL Tailandesa Tiene drama, romance, con un toque de peligro y misterio.