Capítulo 11: La Muralla del Corazón

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Escena 1: La Intriga

Lingling se acerca a Orm, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. La mirada de Orm, llena de intensidad, la cautiva, y en ese instante, solo hay espacio para el deseo y la emoción. Lingling se inclina hacia adelante, sus labios a punto de tocar los labios de Orm en un beso apasionado.

Orm se deja llevar por un momento, su cuerpo responde al impulso de Lingling, pero en el último segundo, un pensamiento lo detiene en seco. Se aparta bruscamente, su rostro se endurece y su mirada se vuelve fría.

Lingling se queda atónita, sus labios rozando el aire vacío donde antes estaba Orm. La confusión y la decepción la invaden.

"Orm lo siento..." murmura Lingling."

Orm se aleja de ella, con un gesto de rechazo. "No puedo hacer esto," dice Orm, su voz firme y llena de determinación. "No puedo permitirte caer."

Lingling se queda atónita, su rostro se llena de angustia. "¿Caer en qué?" pregunta, su voz temblorosa. ¿Pensé que?"

Orm se vuelve hacia ella, sus ojos llenos de furia que Lingling no puede comprender. "No es tan simple," dice Orm. "Hay cosas que me impiden, cosas que no puedo permitirme."

Lingling se siente frustrada, su corazón se encoge ante la indiferencia de Orm. "¿De qué estás hablando?" pregunta, su voz llena de confusión.

Orm se queda callada, su mirada llena de rabia. No puede decirle a Lingling, no puede revelarle que su padre está intentando acabar con el padre de Lingling, que Orm solo está jugando con Lingling.

Escena 2: El Juego de la Desconfianza

Lingling se levanta de la mesa, sus ojos llenos de decepción. "No entiendo," dice, su voz llena de dudas.

Orm se queda sentada, observando cómo Lingling se aleja, su corazón se encoge ante la acción de Lingling. No puede dejarse llevar por sus sentimientos, no puede permitirse enamorarse de Lingling. Ella es la hija de su enemigo, y hara todo para proteger a su familia.

Lingling quita la mirada de Orm, su rostro refleja la confusión y la decepción. "No entiendo," repite, su voz llena de tristeza.

Orm se levanta de la mesa y se acerca a Lingling. "No te preocupes," dice, su voz suave y llena de una falsa ternura. "No quiero hacerte daño."

Lingling se queda mirando a Orm, sus ojos llenos de incredulidad. "Pero... ¿por qué actúas así?" pregunta, su voz llena de confusión.

Orm se acerca a Lingling, su mirada llena de una mezcla de seriedad y determinación. "Te estoy protegiendo," dice, su voz llena de una falsa compasión. "Te estoy protegiendo de mí mismo."

Lingling se siente atrapada en una telaraña de mentiras, su corazón se encoge ante la desconfianza que siente hacia Orm. "No entiendo," dice, su voz llena de enojo.

Orm se acerca a Lingling, su rostro se acerca al de ella, sus ojos la miran con una intensidad que la deja sin aliento. "No tienes que entender," dice, su voz suave y llena de una falsa ternura. "Solo tienes que confiar en mí."

Lingling se queda mirando a Orm, su corazón se encoge ante la desconfianza que siente hacia ella. "No puedo confiar en ti," dice, su voz llena de enojo.

Orm se aleja de Lingling, su rostro se endurece y su mirada se vuelve fría. "No me importa," dice, su voz llena de una fría determinación. "Yo no necesito tu confianza."

Escena 3: La Traición

Lingling se queda atónita, sus ojos se llenan de rabia. No te importa?" pregunta, su voz llena de furia. "¿Qué quieres decir?"

Orm se queda mirando a Lingling, sus ojos llenos de una mezcla de frialdad y crueldad. "Quiero que te alejes de mi familia, de mi padre y de mi," dice, su voz llena de molestia. "Quiero que dejes de meterte con mi padre, dejen de investigarlo, por qué no quiero que luego se arrepientan, nadie se mete con mi familia, menos con mi padre y conmigo."

Lingling se queda atónita, su corazón se encoge ante la crueldad de las palabras de Orm. "No lo haré," dice, su voz llena de miedo. "No lo haré."

Orm se queda mirando a Lingling, sus ojos llenos de una mezcla de frialdad y determinación. "Lo harás," dice, su voz llena de furia. "Lo harás porque no tienes otra opción."

Lingling se queda mirando a Orm, su corazón se encoge ante la desconfianza que siente hacia ella. "No tengo otra opción?" pregunta, su voz llena de miedo.

Orm se queda mirando a Lingling, sus ojos llenos de una mezcla de frialdad y crueldad. "No la tienes," dice, su voz llena de rabia. "Porque es eso o tu familia."

Fin del capítulo 11

Orm y Lingling: La mafia y la leyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora