Kwon Taekjoo estaba soñando. El pequeño niño había vuelto a aparecer, con su cabello rubio claro, y sus pálidos ojos azules. Kwon Taekjoo escaneó los alrededores del niño con preocupación. No había nada particularmente peligroso que destacar, y no había nada agarrado a la mano pequeña y pálida del niño. Kwon Taekjoo se sintió aliviado. Al menos ésta no sería otra horrible pesadilla como la última vez.
El niño era tan débil y delgado que Kwon Taekjoo apenas podía imaginárselo como Zhenya. De hecho, era posible que no estuviera relacionado con Zhenya en absoluto. Tal vez sólo se trataba de una alucinación que su propio subconsciente había fabricado.
Los dos se miraron con cautela. Ahora que lo pensaba, la inexplicable compasión que Kwon Taekjoo había sentido hacia Zhenya había comenzado tras la aparición de aquel niño en sus sueños. Kwon Taekjoo no podía entender por qué seguía entrometiéndose en sus sueños y complicando sus emociones. No era como si el pequeño fuese un antiguo antepasado del hombre. Ahora que habían vuelto a encontrarse, Kwon Taekjoo pensó que era el mejor momento para poner fin a esto de una vez por todas.
'Oye, niño. ¿Por qué continúas siguiéndome por todas partes?'
Kwon Taekjoo no podía distinguir si acababa de hablar en coreano o en ruso. Estaba seguro de haber hablado en voz alta, pero aún así, ningún sonido salió de su boca.
Sin embargo, parecía que el niño lo había entendido, por lo enfadado que se había puesto, como si estuviera disgustado. Kwon Taekjoo no sabía cómo tratar con niños, en gran parte porque no había interactuado con ellos a su edad. No tenía la menor idea de cómo hablarle al pequeño sin herir sus sentimientos, y ni siquiera sabía si el niño había entendido sus palabras correctamente.
'Eres molesto, así que deja de aparecer delante de mí', replicó Kwon Taekjoo.
Pero al parecer esas palabras fueron un error. El niño, que había estado mordiéndose el labio inferior y resoplando, de repente se echó a llorar. Sus ojos azules se llenaron hasta los bordes, inundados con gotas transparentes.
Demonios. No era su intención hacerlo llorar.
Con ojos lagrimosos, el pequeño de pronto se dio la vuelta y se echó a correr. Kwon Taekjoo no sabía por qué, pero sintió que tenía que ir tras él. Lo más natural era ahuyentar a un intruso y, sin embargo, sintió como si hubiera hecho algo terrible.
Justo cuando estaba a punto de llamarlo y salir corriendo a buscarlo, una mano que venía por detrás lo alcanzó y le agarró el hombro. El cuerpo de Kwon Taekjoo cayó hacia atrás suavemente.
"Mm...."
Taekjoo.
Al oír la dulce voz llamando su nombre, Kwon Taekjoo despertó, semiconsciente. El peso que presionaba su cuerpo hacia abajo y el pelo que le cosquilleaba en la mejilla le resultaban demasiado familiares. Extendió una mano hacia el suave cabello, alborotándolo, sólo para que fuera tomada y presionada contra un par de labios suaves. Una enorme, abultada verga lo penetraba desde abajo y se deslizaba perezosamente dentro y fuera, adelante y atrás. Incluso esa sensación le resultaba familiar ahora.
"Mmm, ngh..."
Kwon Taekjoo gimió con dulzura y se abrazó al cuerpo que lo presionaba desde arriba. Lo que antes había parecido tan amenazador ahora se sentía fuerte y seguro. Cuando lo envolvieron en sus brazos, sintió como si estuviera recostado en un amplio, cálido nido.
Taekjoo.
Sintió una extraña sensación de afecto hacia el bastardo que lo llamaba por su nombre de forma tan desgarradora, que se excitaba por él, y que se corría dentro de él. Incluso si el mundo entero, y el propio Kwon Taekjoo, a veces, no dudaría en llamarlo un monstruo, en este momento, Zhenya era como cualquier otro ser vulnerable que anhelaba sin esperanzas el amor y el cariño.
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Las Flipantes Aventuras Del Conejillo Chocolate Y Su Cocodrilo Ruso
ActionZendaya y Taekwondo son 2 chavales dispuestos a ir a todo gas en nombre de su amor.