Vol. 6 Shangri-La Azul 90

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Su pacífico descanso se prolongó durante un tiempo. Kwon Taekjoo dormiría toda la noche hasta que se despertaba de forma espontánea, luego se levantaría para comer y disfrutar de un rato en la playa para hacer la digestión. Después de una refrescante ducha, se sentía somnoliento, así que se echaba una siesta donde le apeteciera, para luego despertarse y dedicarse a leer libros o ver películas. Por la noche, bebía con Zhenya y se enfrascaba en profundas conversaciones que a menudo conducían sin problemas al sexo. Kwon Taekjoo sólo lograba recomponerse a última hora de la tarde.

Se preguntó si realmente era correcto para él pasar los días tan apaciblemente, sobre todo en una isla que no era Ajinoki y que le pertenecía a otra persona. Pensamientos angustiosos y preocupaciones se apoderaban de su mente de vez en cuando, pero con el tiempo, habían disminuido, en gran parte porque Zhenya nunca se apartaba de su lado, ni siquiera por un momento. Kwon Taekjoo experimentaba una extraña sensación de tranquilidad al saber que, con Zhenya a su lado, podrían superar cualquier desafío, aunque sin duda las cosas podrían ser más caóticas con él cerca. No, no era sólo que podrían superar cualquier cosa... definitivamente lo harían.

Cada vez que se daba cuenta así de sus sentimientos por Zhenya, él mismo se sorprendía. Siempre había rechazado la idea de tener un compañero cerca porque le gustaba viajar en solitario, y eso aún no había cambiado. Pero, ¿Qué lo había llevado a confiar tanto en Zhenya? Hoy en día, se sentía mucho más extraño cada vez que Zhenya no estaba a su lado.

Kwon Taekjoo estaba perdido en sus propios pensamientos, mirando fijamente la parte posterior de la cabeza de Zhenya, cuando de pronto Zhenya se dio la vuelta. Hicieron contacto visual de forma tan inesperada que Kwon Taekjoo se sobresaltó sin darse cuenta. Zhenya ladeó la cabeza ante la inusual reacción de Kwon Taekjoo.

"¿Taekjoo? ¿En qué estás pensando tanto?"

"Ah, no es nada. ¿Preparado para volver a entrar?"

Kwon Taekjoo se levantó con rapidez y se dirigió en dirección al agua. Las olas estaban a la temperatura ideal, así que habían estado surfeando juntos desde la mañana. Recogió la tabla de surf que había tirado descuidadamente en la arena y se sumergió de nuevo en el mar. Zhenya lo miró sin comprender durante un momento antes de seguirlo.

Kwon Taekjoo se recostó sobre la tabla y remó hacia delante con fuertes brazadas. El agua tibia fluía suavemente a su alrededor.

¿Cuánto tiempo había pasado?

De repente, Kwon Taekjoo se percató de que una silueta oscura se deslizaba por debajo de su tabla. Cuando la persiguió, pudo distinguir la inconfundible silueta de una mantarraya de casi dos metros de longitud. Kwon Taekjoo había visto infinidad de tortugas marinas y mantarrayas durante su estancia en la isla, así que no estaba demasiado sorprendido. Las mantarrayas tampoco intentaban atacar a los humanos ni acercarse a ellos.

La mantarraya, que nadaba con elegancia, se acercó poco a poco a la superficie del agua. Sin previo aviso, dio un golpe con la cola, lanzando una potente descarga de agua directamente a la cara de Kwon Taekjoo. Éste giró la cabeza para esquivarlo, pero ya era demasiado tarde.

"Agh."

Kwon Taekjoo apenas consiguió mantenerse firme sobre su tabla, que se tambaleaba con rapidez y amenazaba con volcar en cualquier momento. No le dejó tiempo ni para acomodarse el cabello, que ahora le cubría toda la cara. Para cuando recuperó el sentido, la mantarraya ya se había ido nadando muy lejos. La cara sonriente de Zhenya no tardó en aparecer ante su campo de visión, que temblaba con inestabilidad.

"Taekjoo, de todas las criaturas posibles, ¿casi te ahoga una mantarraya? Tu pelo se parece a esa sopa de algas que nos prepara la pequeña mujer".

Las Flipantes Aventuras Del Conejillo Chocolate Y Su Cocodrilo RusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora