El viento soplaba fuerte, levantando el polvo del suelo mientras Neo Metal Sonic se alzaba sobre Sonic y sus amigos, rodeado de un aura eléctrica y oscura. El poder de las seis Esmeraldas del Caos brillaba a través de su cuerpo metálico, haciéndolo parecer invencible.
—¡No hay forma de que puedan detenerme! —declaró Neo Metal Sonic, su voz resonando con un tono de superioridad mecánica—. ¡El fin está cerca para todos ustedes!
Sonic miró a Tails, Blaze y Marine, su mirada cargada de determinación. Sabía que no podían simplemente lanzarse al ataque sin pensar; Neo Metal Sonic era demasiado poderoso para ser derrotado sin una estrategia.
—¡Tails, Blaze! —dijo Sonic—. Necesitamos dividirnos. Tails, tú intenta encontrar una manera de desactivar esas jaulas antes de que aplasten a nuestros amigos. Blaze y yo nos encargaremos de distraer a este chatarra gigante.
Tails asintió rápidamente, sacando su radar y volando hacia un lado, intentando encontrar alguna señal que lo guiara hacia el mecanismo de control de las jaulas. Marine lo siguió, decidida a ayudar como pudiera, aunque aún le costaba asimilar lo que estaba pasando.
—¡Sonic, no te precipites! —advirtió Blaze, encendiendo sus manos en llamas, preparándose para lo que sería una feroz batalla.
—No te preocupes —dijo Sonic con una sonrisa temeraria, aunque en su interior también sentía la presión—. ¡Vamos a mostrarle a Eggman que no importa cuántos robots cree, siempre estamos un paso adelante!
Con un grito de batalla, Sonic se lanzó hacia Neo Metal Sonic, quien lo esperaba con los brazos cruzados, como si no le importara en lo más mínimo el ataque. Sonic se desplazó a toda velocidad, rebotando por el aire, mientras Blaze le cubría las espaldas, lanzando una ráfaga de fuego que rodeaba el campo de batalla.
—¡Lento como siempre, Sonic! —se burló Neo Metal Sonic, extendiendo su brazo y lanzando un rayo de energía oscura directamente hacia él.
Sonic apenas tuvo tiempo para esquivarlo, el rayo pasó rozando sus espinas mientras se deslizaba por el suelo con un derrape.
—¡Uy, eso estuvo cerca! —dijo, aunque su tono seguía siendo desafiante—. Pero, ¡vas a tener que hacerlo mejor!
Mientras tanto, en una esquina del campo de batalla, Tails y Marine corrían a toda velocidad hacia una gran consola electrónica que sobresalía de entre las ruinas. Era obvio que ahí estaba el centro de control de las jaulas.
—¡Es aquí! —gritó Tails, deteniéndose frente a la consola y conectando su dispositivo portátil para intentar hackear el sistema.
—¿Puedes desactivar las jaulas? —preguntó Marine con nerviosismo, mirando de reojo cómo Sonic y Blaze se enfrentaban a Neo Metal Sonic en el horizonte.
—Lo intentaré, pero Eggman ha puesto muchas capas de seguridad... ¡Esto me va a llevar un tiempo!
Marine miró a su alrededor, sin saber cómo ayudar. De repente, tuvo una idea y se dirigió al borde de la consola, observando un panel de energía.
—Oye, ¿qué pasa si le cortamos la energía directamente? —sugirió Marine, señalando el panel—. ¡Podríamos ralentizar las jaulas o incluso detenerlas!
Tails miró el panel y asintió rápidamente.
—¡Buena idea! —dijo mientras sacaba sus herramientas—. Si logramos hacer que este panel falle, podríamos ganar algo de tiempo.
Marine, con entusiasmo, comenzó a buscar alguna forma de desconectar los cables mientras Tails trabajaba en la consola.
Mientras tanto, la batalla entre Sonic, Blaze y Neo Metal Sonic se intensificaba. Blaze lanzaba enormes bolas de fuego, tratando de mantener la atención del robot mientras Sonic seguía corriendo en círculos alrededor de él, buscando una apertura.
—¡Sonic, tenemos que encontrar su punto débil! —gritó Blaze, frustrada por la aparente invulnerabilidad del enemigo.
—Lo sé, lo sé —respondió Sonic, esquivando otro rayo de energía que Neo Metal Sonic había lanzado—. ¡Pero este chatarra no nos lo está poniendo fácil!
Neo Metal Sonic, cansado de los juegos, levantó ambos brazos hacia el cielo y comenzó a absorber más energía de las Esmeraldas del Caos, creando una poderosa esfera de caos oscuro que empezó a crecer en sus manos.
—¡Desaparezcan! —rugió Neo Metal Sonic mientras lanzaba la esfera directamente hacia ellos.
Blaze reaccionó rápido, creando una barrera de fuego justo antes de que la esfera los alcanzara. El impacto fue devastador, y ambos fueron lanzados hacia atrás por la explosión, cayendo al suelo con fuerza.
—¡Ugh! —gimió Blaze mientras se levantaba lentamente—. Este poder... es demasiado...
Sonic también se levantó, sacudiéndose el polvo y mirando a Neo Metal Sonic, quien los observaba desde las alturas con una mueca de satisfacción.
—No podemos dejar que siga absorbiendo energía de las esmeraldas —murmuró Sonic—. Si no hacemos algo, será imparable.
Mientras tanto, en la consola, Tails había logrado desconectar varios de los sistemas de seguridad, pero aún no conseguía detener por completo las jaulas.
—¡Esto está tomando más tiempo del que pensaba! —exclamó Tails, apretando los dientes—. Pero ya casi lo tengo...
De repente, Marine logró desconectar el panel de energía. Hubo un destello y un chisporroteo, y las luces en la consola comenzaron a apagarse.
—¡Lo hicimos! —gritó Marine, saltando de alegría—. ¡Las jaulas dejaron de encogerse!
Tails sonrió, aunque sabía que solo habían ganado tiempo. Aún tenían que detener a Neo Metal Sonic antes de que pudiera causar más daño.
—¡Bien hecho, Marine! —dijo Tails—. Ahora volvamos con los demás, ¡tenemos que terminar esto!
Corrieron de vuelta hacia el campo de batalla, justo a tiempo para ver a Sonic y Blaze recuperándose del último ataque de Neo Metal Sonic. La esfera de caos había dejado un enorme cráter en el suelo, pero ambos seguían en pie, decididos a no rendirse.
—¡Sonic, Blaze! —gritó Tails mientras llegaba corriendo—. ¡Detuvimos las jaulas, pero no por mucho tiempo! ¡Tenemos que acabar con él rápido!
—¡Más fácil decirlo que hacerlo! —respondió Sonic, jadeando mientras esquivaba otro ataque de Neo Metal Sonic.
Blaze, con una mirada de acero, encendió sus puños una vez más.
—No podemos dejar que siga absorbiendo energía de las esmeraldas —dijo con firmeza—. Si lo dejamos, acabará destruyendo todo.
Sonic asintió, sabiendo que tenían que arriesgarse.
—Entonces, vamos con todo —dijo—. ¡No podemos permitir que Eggman gane!
Y con eso, Sonic, Blaze, Tails y Marine se lanzaron de nuevo a la batalla, decididos a detener a Neo Metal Sonic de una vez por todas. La pelea seguía, pero sabían que el tiempo se agotaba, y que tendrían que darlo todo si querían salvar a sus amigos... y al mundo.
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Sonaze un amor dimencional
Adventureen este universo nuestro erizo azulado se veia todo triste, como si se sintiera solo el quisiera amar a alguien ( alguien que no este loca por el) alguien que le entienda