El viento helado del caos envolvía el campo de batalla mientras los restos de la destrucción de Neo Metal Sonic Supremo se esparcían por el entorno. Sonic, todavía luchando contra los fragmentos de locura que lo habían consumido, intentaba aferrarse a su cordura, mientras Blaze, en su forma de Burning Blaze, y Tails se preparaban para enfrentarse a su mayor enemigo.
Pero antes de que pudieran hacer algo más, Neo Metal Sonic Supremo dejó caer una cruel verdad.
—Debo admitir que estoy impresionado. —Su voz metálica resonaba con una confianza inquebrantable—. Pero no tiene sentido resistirse. Sonic es débil. Ha sido consumido por la oscuridad, y aunque ahora parece haber encontrado un poco de claridad, no durará.
Sonic, con la mirada endurecida, intentaba contenerse. Sabía que las palabras de Neo Metal Sonic Supremo eran en parte ciertas. Todavía sentía las secuelas de la tortura mental que había sufrido, las imágenes falsas de la muerte de sus amigos que seguían acosándolo.
—¡No sabes de lo que hablas! —gritó Blaze, sus llamas ardiendo con más intensidad—. Sonic es más fuerte de lo que crees.
—¿Fuerte? —se burló Neo Metal Sonic Supremo—. No. Lo que yo veo es un erizo roto. Y ahora verán lo que sucede cuando la esperanza se desvanece.
De repente, Neo Metal Sonic Supremo levantó una mano y activó una serie de pantallas holográficas a su alrededor. En ellas, se mostraban diferentes ciudades del mundo, todas bajo ataque de su ejército de Metal Sonics. La destrucción era inminente.
—Observad cómo caen los que aún resisten. —Las pantallas mostraban edificios en llamas, ciudadanos aterrados corriendo por las calles, y, lo peor de todo, amigos de Sonic luchando desesperadamente. Se podían ver a Knuckles, Amy, Cream, Rouge, y otros atrapados en batallas imposibles de ganar.
—¡No! —gritó Sonic, dando un paso hacia las pantallas, pero sus piernas flaquearon por un segundo.
Blaze lo atrapó antes de que cayera.
—¡Sonic, mantente firme! ¡No puedes rendirte ahora! —le dijo Blaze, mirándolo fijamente con determinación.
Tails, que había permanecido en silencio mientras procesaba la situación, finalmente habló.
—No podemos simplemente quedarnos aquí... ¡Tenemos que hacer algo para detenerlo!
—Y lo haremos —dijo Sonic, levantándose nuevamente, aunque su cuerpo temblaba—. Neo Metal Sonic puede haber destruido las esmeraldas del caos... pero aún queda algo más.
Sonic miró a Blaze y Tails. Ambos entendieron que se refería a la única esperanza que les quedaba: la Esmeralda Maestra.
Neo Metal Sonic Supremo, viéndolos murmurar entre ellos, esbozó una sonrisa.
—¿De verdad creen que podrán detenerme? —dijo en tono burlón—. Ni siquiera con la Esmeralda Maestra podrán hacer algo. Su poder es insignificante comparado con lo que he logrado.
—Eso es lo que tú crees —replicó Blaze, con una chispa de desafío en sus ojos.
—Entonces, ¿por qué no lo comprobamos? —dijo Neo Metal Sonic Supremo, dando un paso atrás mientras su armadura brillante brillaba con una luz siniestra.
El suelo bajo ellos comenzó a temblar. Las fuerzas de Neo Metal Sonic Supremo se reagruparon, mientras más Metal Sonics emergían de las sombras, rodeando a Blaze, Sonic y Tails.
—No tenemos tiempo que perder. —Tails ajustó sus dispositivos, listo para lo peor—. Si no detenemos a Neo Metal Sonic Supremo ahora, destruirá todo.
Blaze asintió, y sin más palabras, se lanzó hacia Neo Metal Sonic Supremo con sus llamas ardiendo a máxima potencia. Neo Metal Sonic Supremo levantó una barrera de energía, pero el poder de Burning Blaze lo hizo retroceder unos pasos.
—¡Esa es mi chica! —gritó Sonic, todavía luchando contra sus propios demonios, pero dispuesto a unirse a la batalla.
Tails, mientras tanto, había estado buscando una forma de distraer a los Metal Sonics que los rodeaban. Con su ingenio y su velocidad, lanzó varias bombas electromagnéticas improvisadas, desestabilizando a las máquinas y ralentizando su avance.
La batalla que se desató fue una danza entre la desesperación y la esperanza. Blaze luchaba cuerpo a cuerpo con Neo Metal Sonic Supremo, cuyas mejoras lo hacían más rápido y fuerte que nunca. Cada golpe de Blaze era respondido con una fuerza implacable, pero ella no retrocedía.
Sonic, por su parte, estaba enfrascado en una lucha interna. La locura aún residía dentro de él, pero cada segundo que pasaba, sentía cómo su mente comenzaba a aclararse. La presencia de sus amigos, la realidad de la batalla que libraban, todo le recordaba quién era en realidad.
De repente, Blaze recibió un golpe brutal de Neo Metal Sonic Supremo, que la envió volando hacia el suelo.
—¡Blaze! —gritó Sonic, corriendo hacia ella.
Pero Neo Metal Sonic Supremo no perdió tiempo. Se giró hacia Sonic y lanzó un rayo de energía oscuro directamente hacia él.
—¡Sonic, cuidado! —gritó Tails, pero fue demasiado tarde.
El rayo golpeó a Sonic con fuerza, enviándolo contra una pared cercana. El dolor era intenso, pero Sonic se levantó, su determinación aún intacta.
—¿Es todo lo que tienes, Neo Metal? —dijo Sonic, con una sonrisa desafiante.
Neo Metal Sonic Supremo se enfureció ante la resistencia de Sonic. Su cuerpo brillaba con una luz siniestra mientras cargaba más energía.
—Eres insignificante, Sonic. Pronto no quedará nada de ti ni de este mundo.
En ese momento, Sonic, aunque dolorido y agotado, sintió algo dentro de él. Una energía, pequeña pero poderosa, comenzó a fluir a través de su cuerpo. Era la Esmeralda Maestra. A pesar de estar debilitada, aún quedaba un pequeño resquicio de poder dentro de ella.
—Blaze... Tails... no podemos rendirnos. —Sonic se puso de pie, sintiendo esa energía llenar sus venas—. Todavía hay esperanza.
Blaze, herida pero no derrotada, se levantó una vez más. Las llamas de Burning Blaze aún ardían a su alrededor, más intensas que nunca.
—Tienes razón, Sonic. —Sus ojos brillaban con determinación—. No importa lo que pase, seguiremos luchando.
Tails ajustó sus dispositivos una vez más, listo para el enfrentamiento final.
—¡Juntos podemos derrotarlo! —gritó Tails.
Con un rugido de desafío, los tres héroes se lanzaron al ataque, sabiendo que esta sería su última oportunidad. Neo Metal Sonic Supremo, sorprendido por su tenacidad, desató todo su poder en un intento por destruirlos de una vez por todas.
La batalla final había comenzado. Y aunque el futuro era incierto, Sonic, Blaze y Tails sabían que no podían permitirse fallar.
ESTÁS LEYENDO
Sonaze un amor dimencional
Adventureen este universo nuestro erizo azulado se veia todo triste, como si se sintiera solo el quisiera amar a alguien ( alguien que no este loca por el) alguien que le entienda